Abrazamos a su esposa
Sarita, a sus hijos Roberto y
René, a sus padres Irma
y Cándido, a sus sobrinas Irmita e
Ivette.
A su hermano René, que no puede abrazar
a los suyos en estos momentos de enorme
dolor, ni recibir en compañía de sus
seres queridos el consuelo necesario ante la
pérdida de su amado hermano.
Nos duele profundamente la partida
temprana de Roberto. Nos duele la carcel injusta
y el destierro forzozo de
René.
Porque nos duele tanto la injusticia, porque
nos duele en lo más hondo que los
buenos se nos vayan antes de tiempo,
juramos hoy seguir
luchando, como lo hizo Roberto hasta
su último aliento, por el regreso de sus
Cinco hermanos a la
Patria.
Comité Internacional por la Libertad de los
Cinco
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