lunes, 28 de mayo de 2012

Del Poemario aun Inedito Con Nombre y Apellido

DEDICATORIA


                                            


 A los de corazon limpio
y alma inmensa
a mis hermanos por siempre
en RESISTENCIA
Luchar siempre luchar
luchar hasta morir
antes que claudicar,,,


ADELANTE COMPAÑEROS

OSCAR MELGAR


                                                                    CANTO DE ESPERANZA

Los veo y los encuentro todos los días
atrapan temprano una esperanza
abrazan de tarde un espejismo
y de mudos lamentos
tapizan su horizonte, en Asia.
Escucho un murmullo,

¡Ah son los excluidos! los cualquiera,
con su lamento milenario
lloran y sudan lo que de sangre les queda
para vivir ahora, para morir mañana, en Africa.
Y vuelven cabalgando
sobre la encorvada espalda de su miseria
hermanos de la marginalidad
atrapan temprano una esperanza
para vivir ahora, para morir mañana,
en América.
Los expulsó del Edén el latifundio
los bombardeo la democracia y el petróleo
los mutilo el anticomunismo
en nombre del DIOS DOLLAR,
los excluidos, abrazan de tarde un espejismo.
Pero ya surgen de nuevo
sus brazos son banderas
y sus voces se agigantan reclamando lo suyo
los excluidos,
porque quieren un mundo para todos.
Por eso me uno a ellos
hombres de todas las razas, pueblos y edades,
que quieren un mundo para todos
para elevar con ellos el mismo grito
y derrumbar a los de alma carcomida.
Me uno a ellos
para llorar y sudar sangre
para vivir ahora, para morir mañana
para surgir de nuevo
con los marginales, los excluidos,
y convertir los tanques en arados
y en hoces las lanzas.
Me uno a ellos,
para construir a mano el paraíso,
a los de manos limpias y alma inmensa
para crear una tierra para todos,
sin cercas, sin fronteras, sin odios, sin barreras.
Me uno a ellos,
los que quieren una tierra nueva
para eliminar el hambre de Africa,
los horrores de la guerra en Bosnia y en Irak,
la miseria de Centro América,
porque quieren un mundo para todos.
Me uno a ellos
para que en vez de que la O N U.
ordene embargos contra Libia, Irak y Cuba.
seamos uno por la educación,
la ecología y por la vida.
Me uno a ellos
para que cada uno en su tierra
pueda caminar y platicar
con Dios todos los días
para decir con ellos Padre Nuestro
y para dar al mundo
un Adán, una Eva y una manzana nueva.




                                                                   CAMPESINO

Hermano del barro, del azadón y el rocío,
del pantalón roto y el calcañal sangrante,
del brazo moreno
rasgado por la garra del monstruo oligarca,
que en actitud cobarde
se agazapa y destroza tus entrañas,
tus ansias, tus sueños y esperanzas,
detrás de escritorios y blancas oficinas.
Arando por las noches
sobre la bóveda azúl
de un firmamento roto
allí vas campesino,
con tu alma de acero abriendo mil surcos
y sembrando estrellas que paciente riegas,
con el rocío tibio de tu soleada frente
surcada de historias de dolor y de lucha,
de cadenas y sangre.
Historias que hablan de aquellos que vinieron,
el español de espejos que te quito tu tierra,
que encadeno tu mano, tu alma y tu destino,
a la mazmorra oscura, fría y tenebrosa
de la miseria eterna,
mientras te imponían
un Dios, un infierno, un cielo,
un purgatorio y una lengua extraña.
Después vino el Inglés, el Arabe, el Judío
y tantos otros que se repartieron
en tajos tu manto, tu pan y tu alegría,
aprovechados buitres de tu alma sencilla,
corrompieron el alma morena de tu mujer hermana,
mientras envenenaban tus aguas y tus suelos.
Luego vino la peste del cínico político,
ladrón de oficina, de maletín y corbata,
diputados, ministros, magistrados, alcaldes,
presidentes, militares,
todos en jauría de chacales,
dieron muerte a tus hijos, niños inocentes,
mientras besaban la mano del Fondo Monetario.
Campesina mano preñada de callos,
surcada de heridas que sollozan desde tu alma,
hoy abres el surco, mañana las gavillas cortas
y besas grato la tierra que benévola,
se entrega como ingenua mujer enamorada,
a ti que eres su hermano y compañero.
Tu sangre derramada
en El Astillero, Guanchías,
La Talanguera, Los Horcones,
en la tierra Lenca, Chortí, Paya o Misquita,
eleva su clamor hasta los cielos
y se acercan los días en que tus enemigos
pedirán a los cielos y a las piedras
que los escondan cayendo sobre ellos.

Autor: Oscar Melgar.

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