El Grupo Unitario Internacional de Apoyo a la Resistencia (GUIAR) y su blog www.hondurastierralibre.com se une al pesar de la familia del compañero Julio Rivera Galeas fallecido el 5 de este mes de enero 2012 en San José, Costa Rica. Se le recuerda como activo organizador de la jornada de lucha huelguistica del año 1954 en las bananeras en el norte de Honduras. Nuestras muestras de condolencia mas sentidas y de fraterna solidaridad con su familia y amigas/os cercanos y la firme voluntad de recordar ese ejemplo de lucha en favor de los trabajadores explotados en América Latina.
Julio Rivera, precursor y organizador de la gran huelga de 1954 en Honduras
Por Juan Moreno
Al
mediodía del 5 de enero de 2012, falleció en San José, Costa Rica,
Julio Rivera Galeas, precursor y organizador de la gran huelga general
de 1954 en los campos bananeros de la región norte de Honduras. Su
respetada familia, encabezada por doña Nimia Rivera y su esposo, el
dirigente sindical Luis Fernando Alfaro, estuvo acompañada por una
profusa concurrencia de amistades que don Julio y su familia han
cultivado a través de largos años. Es importante mencionar la presencia
de distinguidos representantes de agrupaciones sociales y políticas que
históricamente se han distinguido en las luchas sociales y políticas de
Costa Rica. Es pertinente destacar también la presencia de ciudadanos
hondureños residentes en el país, que reconocen el legado de este
luchador histórico por el derecho de huelga en Honduras. El funeral de
este extraordinario ciudadano hondureño que, como consecuencia de la
persecución sufrida en Honduras convirtió a Costa Rica en su segunda
patria durante 45 años, tuvo lugar el día de hoy, 6 de enero, en el
cementerio del cantón de Coronado. Julio Rivera contaba con 94 años de
edad al momento de su deceso.
De Aramecina a la Costa. Julio
Rivera nació en Aramecina, pueblo de paso en la región Sur de Honduras.
Según datos biográficos ya publicados, él todavía era un bebé cuando su
familia decidió trasladarse al “Dorado” hondureño de las primeras
cuatro décadas del Siglo XX: la Costa Norte. “Nos vamos pa´la Costa”
decía la gente en tiempos en que, como en la actualidad, Honduras se
debatía en permanente crisis. La familia tomó rumbo a la ciudad de El
Progreso, muy cerca de otro poblado conocido como “La Lima”, sede de
una de las dos grandes compañías bananeras, negadoras en aquellos
tiempos de los más elementales derechos laborales. Fue en El Progreso
donde ejerció como maestro y como empleado en los comisariatos de la
Tela Rail Road Company. Ya en 1943, Julio trabajó como educador en el
entonces recién fundado Colegio de El Progreso. Rivera Galeas se sumó
con toda energía a la acción emprendedora y, junto con su familia, se
destacaba también en actividades agrícolas y ganaderas.
Observando
el ambiente de brutal explotación en que se desenvolvían los
trabajadores de los campos bananeros de todo el litoral atlántico
hondureño, Julio Rivera no tardó en reaccionar impulsando iniciativas
organizativas entre los campesinos, acciones que fueron a la vez tomadas
como ejemplo por los trabajadores bananeros deseosos de reclamar sus
derechos (ver la otra nota adjunta que ofrece un recuento de la acción
motivadora, educativa y organizadora de Julio Rivera que culmina con la
gran huelga de 1954 y su participación en el Partido Democrático
Revolucionario Hondureño).
Determinante
en la toma de conciencia y compromiso social y político de Julio, fue
haber sido testigo de la masacre perpetrada en 1944 contra miles de
manifestantes indefensos (hombres, mujeres y niños) por la soldadesca
asesina del dictador Tiburcio Carías Andino en la ciudad de San Pedro
Sula. De aquel trágico día en adelante, Julio Rivera dedicaría su vida a
las luchas reivindicativas por la implantación de un régimen de
auténtica democracia y justicia social en Honduras. Desde entonces, la
acción represiva y persecutoria contra este gran revolucionario no
descansaría hasta verlo en la cárcel o en el exilio.
Fue
como consecuencia del golpe de Estado de 1963 contra el entonces
presidente liberal Ramón Villeda Morales, que Julio Rivera se vio
obligado a exiliarse en varios países, entre ellos México y El Salvador.
En 1964, este gran luchador hondureño y su familia establecieron su
residencia definitiva en Costa Rica, donde, luego de un difícil
comienzo, lógico y natural para todo exiliado sin recursos, demostró su
capacidad emprendedora, contándose entre otras iniciativas, la fundación
de Taxis Unidos y la producción agrícola en una localidad de la Meseta
Central.
Julio
Rivera Galeas llegó al fin de su residencia en la Tierra con la
convicción firme del deber cumplido, un deber de todo hombre y mujer
libre por la construcción de un mundo más justo para todos. En el acto
en memoria de este precursor de las luchas sindicales y políticas de
nuevo tipo en Honduras, todos y todas reconocieron su legado, un legado y
un testimonio digno de ser seguido por las nuevas generaciones de
luchadores por la justicia social y los derechos humanos en Honduras, en
Costa Rica y en la América Latina. Para todos y todas: ¡Julio Rivera
vive!
Julio Rivera Galeas vive, porque:
ResponderEliminar* Sembraste la semilla de Construir un mundo con mayor justicia.
* Eres todo un ejemplo de lucha,perseverancia y éxito, para todos-as.
* Estarás en el recuerdo de tu familia biológica y revolucionaria.
Hasta pronto. Te adelantaste.