TEGUCIGALPA.- Agentes
del Ministerio Público (MP) intervinieron ayer la estación policial del
barrio La Granja de Comayagüela, ya que según investigaciones en su
poder, varios policías asignados a esa posta habrían ultimado al hijo de
la rectora Julieta Castellanos, Alejandro Rafael Vargas Castellanos
(22), y al amigo de éste, Carlos David Pineda Rodríguez (24).
La fiscal Mercedes Ruiz, en compañía de
otros funcionarios del MP; agentes de la Sección de Homicidios de la
Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC); oficiales de la
Dirección de Asuntos Internos de la Policía; y representante de
organismos de derechos humanos, se reunieron con el jefe de la estación
policial, Ronmel Armando Martínez, para conocer detalles del caso.
Martínez confirmó en conferencia de
prensa que los fiscales les confiscaron los libros de novedades que
contiene el itinerario del movimiento de personal y patrullas que
participaron en los operativos la madrugada del domingo anterior, cuando
desconocidos ejecutaron a los dos jóvenes.
El entrevistado agregó que los fiscales
requisaron además 10 patrullas para hacer algunos análisis; que 60
policías están bajo investigación, y existe la posibilidad de analizar
algunas armas de fuego, ya que su intención y las de sus superiores es
prestar toda la colaboración para esclarecer el caso.
Extraoficialmente trascendió la mañana
de ayer que dos policías patrulleros estaban detenidos para
investigación en la estación del barrio La Granja, como sospechosos de
participar en el doble crimen, pero el comisario Martínez dijo que
desconocía ese extremo.
Los fiscales, extra grabadora expresaron
que el caso está en proceso de investigación y que de momento no podían
dar ningún detalle sobre los resultado de la diligencias en el
denominado Distrito Policial 1-6, que se encarga de patrullar el sector
centro-sur y oriente de la capital.
HIPOTESIS
Según investigaciones realizadas por
expertos de Medicina Forense, del MP y de la Sección de Balística de la
DNIC, los disparos que tiene la camioneta en la que se conducían los dos
jóvenes el día del crimen, más el testimonio de un testigo protegido,
dio origen a sospechar que presuntos policías podrían estar involucrados
en esas muertes.
Todo parece indicar, según las
averiguaciones, que esa noche los dos jóvenes salieron de una fiesta de
la colonia Miraflores y se dirigieron a la colonia América, donde vivía
el amigo del hijo de la rectora, y cuando circulaban cerca del
aeropuerto Toncontín se encontraron con un operativo donde estaban los
presuntos policías.
Al parecer, los muchachos por razones
desconocidas no hicieron el alto a los uniformados, por lo que éstos les
dispararon en cuatro ocasiones pero uno de los balazos atravesó la
compuerta trasera de la camioneta, traspasó los asientos trasero y
delantero del automotor y luego la bala se le incrustó en la espalda al
hijo de la rectora, quien manejaba el vehículo.
De confirmarse dicha hipótesis, la
autopsia a los cadáveres determinará si los jóvenes fueron capturados
con vida, llevados al sur del país y después ejecutados con disparos en
la cabeza, para borrar todo tipo de relación con los policías, y hacer
creer que las muertes fueron obra del crimen organizado, según las
averiguaciones.
“Las perforaciones de balas que tiene la
camioneta, los homicidas posiblemente utilizaron armas calibre 22 LR;
5. 56 milímetros; 22 magnum o una 5. 7 milímetros que tiene largo
alcance y es de mucho poder destructivo”, dijo un experto de balística
cuyo rostro y nombre omitió por razones de seguridad.
Varios policías asignados a la estación del barrio La Granja están presos por participar en otros ilícitos, reñidos con la ley, según trascendió. |
Jefe de la Policía confirma que investigan agentes sospechosos
TEGUCIGALPA.- El
titular de la Policía, José Luis Muñoz Licona, confirmó ayer que varios
policías activos están bajo investigación como sospechosos de quitarles
la vida al hijo de la rectora universitaria Julieta Castellanos,
Alejandro Rafael Vargas Castellanos, y el amigo de éste Carlos David
Pineda Rodríguez.
A raíz de la muerte de los dos jóvenes
estudiantes de la máxima casa de estudios, el presidente Porfirio Lobo
Sosa ordenó que se nombrara un cuerpo de investigación a fin de
determinar quiénes y por qué cometieron el doble crimen.
“Tenemos mucha información adelantada en
ese sentido; hay que tener todos los elementos necesarios para que esta
hipótesis la evaluemos y podamos armonizarla con todos los indicios
encontrados en la escena, y a partir de ahí determinar qué fue lo que
pasó”, dijo Muñoz Licona al ser consultado sobre el tema.
¿Policías activos?, se le repreguntó al
feje policial, quien contestó con contundencia: “sí, son policías
activos los que se están investigando; hay varias hipótesis; recuerde
que la señora rectora ha sido bastante fuerte en el desarrollo educativo
de nuestro país pero no quisiéramos especular en ese sentido, por eso
tenemos que tener algo concreto y elementos contundentes que consoliden
el caso”.
El oficial manifestó que le preocupa que
estén investigando a los policías por este caso, “porque eso significa
que hay delincuentes que se han infiltrado en la institución y tenemos
mucho trabajo por hacer a lo interno y una vez que identifiquemos a
todas estas personas que han participado a título personal tenemos que
aplicarles todo el peso de la ley.
CIFRA
60 uniformados están bajo investigación
en la estación del barrio La Granja de Comayagüela, donde se presume
están los policías sospechosos haber matado a los dos universitarios.
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