LA EDUCACIÓN COMO CORTINA DE HUMO
MELVIN MARTÍNEZ
En
la estrategia política del actual gobierno la educación ha sido
utilizada como el principal elemento de distracción de la población.
Es decir, la educación como una gran cortina de humo que no deja ver los otros grandes problemas de la
nación.
Permanentemente
los medios de comunicación tienen un problema de la educación pública
como noticia principal que resta relevancia a otras situaciones que
afectan de gran manera la vida del país.
Sospechamos
que las crisis en torno a algunos aspectos del sistema educativo
nacional son creadas intencionalmente, para que el pueblo se olvide de
otros temas de igual o mayor importancia. Esta sospecha deviene del
hecho que hay problemas en el sistema educativo que son de fácil
prevención o solución. Por ejemplo: el tema de los sueldos no debería
existir en tanto que el gobierno trabaja con un presupuesto y tiene
centenares de técnicos en diferentes dependencias del
Estado, ganando jugosos y puntuales salarios, para atender este aspecto.
La excusa de falta de fondos no es
creíble considerando que no hay austeridad ni crisis de salarios en
otras dependencias gubernamentales.
La
imposición de leyes que regulan el sistema educativo público o afectan
viejas conquistas magisteriales son otros puntos que el sector
gubernamental usa para provocar crisis, ya que es de sobra conocida la
beligerancia del gremio magisterial, por lo que cualquier gobierno está
seguro que si no concerta con el gremio la respuesta de defensa del
magisterio está asegurada.
Los
nombramientos ilegales provocados por la alta politización, del proceso
de selección de personal, tanto político partidaria como político
gremial, desestabiliza las instituciones educativas. Si se respetará la
ley estos problemas no existirían, lamentablemente es ya conocido que
los concursos para docentes son una
farsa.
En
pocas palabras, los problemas y crisis en educación son fácilmente
prevenibles (sólo se requiere una buena dosis de voluntad política), por
eso insistimos en que es lógico pensar en la posibilidad de que estos
sean planificados y usados como la perfecta cortina de humo para
olvidarnos: del alto costo de la vida, de las millonarias compras sin
licitación, del arrozaso, de los asesinatos de campesinos en el Bajo
Aguan, de los altos precios de los combustibles, de los innecesarios
viajes de los funcionarios de gobierno al exterior, de la venta de la
soberanía con las ciudades modelo, del incumplimiento de los compromisos
pactados en el acta de reconciliación nacional firmada en Cartagena, de
la militarización del gobierno, de la corrupción galopante, de la falta
de medicinas en hospitales y centros de salud, de la paulatina
privatización de los servicios
públicos, de los asesinatos de periodistas, abogados, docentes,
mujeres, jóvenes, de la extrema inseguridad, de la pobreza creciente, de
la falta de empleo, del manejo corrupto de los subsidios y de los
problemas más profundos y significativos del sistema educativo, entre
otros.
Lo
peor del caso es que los dirigentes magisteriales han caído en la
trampa, sobretodo en los tiempos en que hay elecciones en las
organizaciones de docentes y que a los dirigentes les coge una fingida y
demagógica combatividad de lucha poco creativa.
Las
crisis permanentes por asuntos de fácil solución en educación nos deja
muy claro por un lado la mala intención del gobierno en la perspectiva
de desprestigiar el magisterio y la educación pública utilizando los
conflictos como tácticas para desviar la atención de los
problemas más grandes de la sociedad. Si esto no fuera cierto
estaríamos entonces ante una evidente incapacidad de las autoridades
educativas, en sus niveles más altos, para llevar adelante la educación
pública en nuestro país.
No hay comentarios :
Publicar un comentario