“Es indignante, repudiamos y nos preguntamos donde está la justicia en nuestro país, a 16 meses de que le quitaron la vida a mi hermano Pablo, simplemente por llevar una lucha justa de un pueblo, hemos visto como mi familia, mi persona sigue sufriendo la pérdida de un ser querido, y de no tener una respuesta completa de parte de las autoridades”, señaló Luis Alonso Hernández, hermano de Pablo, quien, actualmente y para salvaguardar su vida, se encuentra en el exilio.
“Nos preguntamos ¿será que todo quedará así? y aquellos que planearon, los que ejecutaron la muerte, todos ellos ¿seguirán libres? Como si nada hubiesen hecho. Para nosotros no ha sido fácil, ha sido difícil, nuestro corazón sigue triste, marginado, nuestro pueblo de Caiquinsigue esperando justicia, aquellos que luchan por un pueblo, aquellos que hablan por el agua, por el bosque, aquellos que denuncian las injusticias”, añadió.
Además, declaró a defensoresenlinea.com que “sabemos que a Pablo le quitaron su cuerpo, más su espíritu acompaña, pero la verdad es que hacemos un llamado al gobierno, a las autoridades de turno, que puedan hacer lo posible cuanto antes, que puedan mover el sistema para que haya una respuesta al pueblo de San Marcos de Caiquin, al departamento de Lempira y así a todos aquellos lados donde hay gente que está presta y atento para que haya justicia”.
Finalmente, Luis Alonso expresó que “solo pedimos a las autoridades de turno que den ese ejemplo de hacer justicia para que no vuelva a pasar otro caso, sabemos que después de Pablo hay muchas personas, mucha gente que sigue trabajando y llevando ese legado que él dejó, siguen en la lucha”.
Su esposa Éntima Cortez de Dios escribió “a 16 meses que no compartes con nosotros, lo hemos extrañado mucho, ese vacío solo mi Dios lo puede llenar. Nuestra vida sin ti ya no es igual, que ese espíritu de valentía nos acompañe siempre y pido a Dios que haya justicia”.
Pese a que Ministerio Público (MP) realizó el 15 de febrero de 2022 la exhumación del cuerpo del defensor indígena y comunicador social, Pablo Hernández, asesinado en San Marcos de Caiquín, el 9 de enero de ese mismo año, no ha dado ninguna respuesta que dé con la captura de los responsables de éste crimen.
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