Honduras: Magistrada del CNE revela cómo se impuso el fraude electoral de 2013 y 2017 // Otras informaciones en Criterio.hn
Por: Redacción CRITERIO.HN Septiembre 12,2020 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.- Rixi Moncada, consejera
del Consejo Nacional Electoral (CNE), dio a conocer un informe sobre la
auditoría realizada a los procesos electorales del 2013 y 2017, en los
que fue declarado Juan Hernández como titular del Poder Ejecutivo. El documento se denominó: “Derecho a
conocer la verdad sobre lo que ocurrió durante las elecciones generales
realizadas en 2009, 2013 y 2017”, el informe muestra documentación
oficial del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE), en lo que respecta
a irregularidades particularmente de los últimos dos procesos
democráticos en el país. Con respecto a las elecciones
generales del 2013, el informe expresa: “el proceso electoral de 2013
estuvo cargado a lo largo de su preparación y ejecución de las mismas
anomalías y arbitrariedades que en el 2017. La parte culminante del
fraude electoral contra la candidata del Partido de la Resistencia
(Xiomara Castro), se produjo en 3,600 actas, en las cuales se torció la
tendencia, caracterizada por su elevada improbabilidad estadística”.
Según el material adjunto en el
reporte documental, la magistrada explica que la tendencia ganadora
hasta las primeras horas de la noche era Xiomara Castro, pero que las
autoridades del Tribunal Supremo Electoral de ese momento dieron a
conocer otra tendencia.
“Cuando la tendencia ganadora se hizo
irreversible y la candidata se declaró ganadora a las 7:45 pm del
domingo 24 de noviembre de aquél año, quince minutos más tarde el
Tribunal en cadena nacional, anunció una tendencia diferente”, cita el
informe.
Sobre el tema el documento abona: “en
los días subsiguientes, se mostraron abundantes pruebas y análisis sobre
la alteración y manipulación de los resultados de aquéllas 3,600 actas,
pero el Pleno de Magistrados actuó como representante de los ganadores,
no como árbitro electoral garante del respeto de la soberanía popular”.
Fue así como Juan Orlando Hernández consolidó su primer fraude, valora Rixi Moncada, magistrada del CNE.
Heidee Fulton fue al TSE a validar el «triunfo» de Juan Hernández
Otro punto detallado en el documento
es la injerencia de la Embajada de Estados Unidos en Honduras, la cual
ante las denuncias de fraude en 2013, hizo un paso al costado y decidió
respaldar a Juan Hernández.
“Varios recursos fueron presentados en
todas las instancias posibles sin obtener resolución. Fue decisiva la
intervención abierta de Lisa Kubiske, encargada de negocios de la
Embajada Americana, quien se dio a la tarea de hacer ver los resultados
como legítimos y se impuso a Juan Orlando Hernández como Jefe de Estado
con un 36% de los votos, que no había ganado”, revela el documento.
El fraude tecnológico del 2017 Los factores tecnológicos jugaron un
papel determinante para consolidar la reelección de Juan Hernández en el
poder, según el informe presentado en las últimas horas. El Sistema
Integrado de Escrutinio y Divulgación (SIEDE), fue una de las áreas más
manipuladas para crear el fraude.
“El día miércoles 29 de noviembre de
2017, el Sistema Integrado de Escrutinio y Divulgación Electoral
(SIEDE), presentó fallas durante 13 horas, de las cuales durante seis
horas no estuvo disponible”, enfatiza Moncada.
Este sistema fue el encargado del
registro de toda la actividad electoral y era pieza toral para la
administración del sistema de votaciones de cara al proceso del 2017.
“El TSE declaró en emergencia la
transmisión/comunicación de 5,174 actas en el nivel presidencial,
liberando a las empresas CLARO Y TIGO de responsabilidad y declarando
falla en el servidor de base de datos, instaurando en el INFOP, un nuevo
proceso o flujo con accesos remotos no estipulados, un nuevo SIEDE para
transmitir y procesar las 5,174 actas faltantes a través del escrutinio
especial”, cuenta la documentación.
En la auditoría se explica: “cabe
destacar que se otorgó el Contrato No. 2 de fecha 4 de diciembre del
2017 para la continuidad del sistema de auditoría para los procesos de
elecciones, y se amplía el contrato con el Consultor Internacional
Theodoro Dale Vukanovich (QEPD), para el recuento de votos de todas las
urnas que después de interrumpir el sistema no fueron transmitidas la
noche de las elecciones”.
La auditoría concluyó que la
manipulación de este sistema fue un factor fundamental para revertir una
tendencia que matemáticamente era inmodificable.
“La Auditoría Acotada realizada por la
Misión Técnica de la OEA, reporta en resumen: que se borró la
información del servidor y se volvió a instalar todos los programas
desde cero; restauraron una copia de respaldo de la base de datos que
hicieron el mismo día, cuando el sistema fallaba”.
“Segundo, los técnicos tenían Imágenes
de unas Actas desconocidas en una carpeta fuera del sistema general y a
los servidores ingresaba personal externo de forma remota. No
utilizaron las medidas de seguridad generalmente aceptadas cuando el
sistema se calló 640 veces; y movían servidores de un lugar a otro sin
dar cuentas de la información que había almacenada”.
“Tercero, no hubo controles de
revisión (auditoría) al software de transcripción de los resultados y
que la misma empresa que desarrolló, fue quien hizo las inspecciones,
convirtiéndose en juez y parte”.
“Cuarto, el equipo técnico cuestiona
la integridad y seguridad de los datos “la presencia de material
sensible en un espacio impropio, indica que habían archivos de actas en
una carpeta de un servidor que no pertenecía a los servidores de
recepción de actas, este servidor incluso era controlado de manera
externa por terceros (Una Empresa), estos técnicos utilizaban usuarios y
contraseñas Administrativas (Maestras) que podrían permitir acceso a
otros servidores dentro del sistema”.
“Quinto, en las bitácoras entregadas a
la misión técnica, sobre los servidores que utilizaron en el INFOP para
el escaneo, las actas estaban incompletas, sin fechas ni horas, es
decir eran inservibles para hacer una auditoría”.
“Sexto, la imagen contenida en el
Informe de la Auditoría Acotada, muestra el registro de un servidor de
Base de datos en el INFOP, guardando las actas recibidas”, cita la
auditoría publicada por Moncada a través del CNE.
Tres etapas de fraude El examen de auditoría concluyó que
ante la alteración de la evidencia digital citada, muestra que en el
2017 hubo tres momentos de fraude. El primero consiste en el uso de
información adulterada de los votantes para aumentar el volumen de
votación de la parte ejecutora.
“La segunda etapa consiste y se inicia
en el conteo en las mesas, pasa por la transmisión de resultados, por
donde entra a una etapa de manipulación informática y llega hasta el
apagón electoral caracterizado por la caída del sistema 640 veces,
culminando con la elaboración de más de 5,000 actas nuevas, que
esencialmente elimina los resultados de las actas originales y las
reemplaza por nuevos datos”.
“La tercera parte consiste en el
borrado sistemático de todos los rastros físicos e informáticos en los
software, servidores y bases de datos que concluyen con la ausencia
absoluta de información que sirva para confirmar o descartar el crimen
de adulteración de la voluntad popular, el fraude”, explica la
auditoría.
Otra de las conclusiones es que los
fraudes electorales del 2013 y 2017 han sido el producto de
conspiraciones entre grupos de poder en Honduras. “Son crímenes
cometidos por un grupo político, que dispone de las ventajas propias del
poder, y que cuenta con la complicidad de actores claves, internos y
externos, cuyo móvil es evitar cambios sensibles que las mayorías
votantes escogen por su claro desacuerdo con el orden establecido, no
son el resultado de un cúmulo de errores o de hechos anómalos si no una
conspiración para la comisión de un crimen de lesa Patria”.
Finalmente se enfatizó en el papel de
la SIEDE. “No existe a la fecha una investigación sobre el SIEDE
compuesto de sesenta y un servidores, y el cual no fue objeto de
auditoría forense. La única auditoría practicada durante el proceso
electoral, fue hecha por los mismos consultores responsables del SIEDE
que se convirtieron en Juez y Parte. Tampoco los servidores de las
empresas TIGO y CLARO donde deben constar hasta su finalización, los log
o bitácoras del APN privado del día de las elecciones; y los servidores
de los partidos políticos donde se registra la transmisión por su
enlace directo al TSE”.
Durante el proceso electoral general
realizado el 26 de noviembre de 2017, en el cual el Tribunal Supremo
Electoral declaró como ganador en la fórmula presidencial al Candidato
Juan Orlando Hernández Alvarado del Partido Nacional (1.410.220 votos),
para el período 36 2018-2022, con una diferencia de 51,070 votos sobre
el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura (1.359.150
votos), el SIEDE, escaneó, consolidó, validó e integró los datos
contenidos en las imágenes de las actas de cierre de cada mesa electoral
receptora, para después divulgar los resultados electorales y
validarlas como un escrutinio general definitivo.
Según los informes de la Misión
Técnica de la OEA, el sistema electoral fue objeto de intrusiones
humanas deliberadas en el sistema informático, eliminación intencional
de rastros digitales, imposibilidad de conocer el número de
oportunidades en que el sistema fue vulnerado, valijas de votos abiertas
o sin actas.
El fraude de 2017 provocó que los hondureños se lanzaran a las calles a
exigir el triunfo de la Alianza de Oposición contra la Dictadura
Una historia que tiende a repetirse El ambiente electoral está tenso en
Honduras, la previa de las elecciones primarias y generales ha dejado
denuncias de partidos de oposición sobre intenciones del oficialismo de
implementar un nuevo fraude electoral.
Las denuncias se sustentan en la
negativa del oficialismo por aprobar reformas electorales profundas como
la segunda vuelta y la aplicación de transformaciones al sistema
tecnológico que manejan las elecciones.
Salvador Nasralla ex presidenciable
por la Alianza de Oposición y ahora candidato por el Partido Salvador de
Honduras, denunció en conferencia de prensa que en este momento se está
construyendo el fraude electoral para las próximas elecciones.
La denuncia de Nasralla se da en el
marco de la discusión de reformas electorales en el Congreso Nacional y
también en la elaboración del censo que dará vida a una nueva tarjeta de
identidad.
Para Nasralla es urgente que se tomen
medidas y parar de inmediato el enrolamiento, pues ellos han detectado
irregularidades que pueden pasar factura en los comicios del próximo
año.
En tal sentido, el dirigente político
cuestionó a las autoridades del Ministerio Público, quienes no han sido
capaces de investigar los hechos del 2017 y 2013 y proceder
judicialmente contra los responsables del fraude.
Por ahora en Honduras no hay procesos
judiciales abiertos contra los responsables de montar el fraude
electoral del 2017 y que dio paso a la continuidad de Juan Hernández al
frente del Poder Ejecutivo.
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