lunes, 10 de agosto de 2020

HONDURAS/ ¡SSHHH…! LA RUEDA DE ELECCIONES GIRA Y GIRA, Y UN NIÑO LLORA


Sshhh…! Lector, ¿escucha? Es la rueda de la política que se mueve, lento y bajo su rodar aplasta el país, hasta que usted la detenga. ¡Sshhh…! A lo lejos un niño llamado Juan, llora, pero su berrinche nos deja en las ruinas, ¿celebraremos? ¡A lo grande! Y después a construir.
                   El destino está en sus manos, ni políticos, ni los cómodos organismos internacionales, ¿le suena como a ñángara eso de “Sólo el pueblo salva al pueblo”?: es real, ¿vio durante la pandemia quién salió a robarle el dinero y a robarle la vida, fue el pueblo o fue la élite política? ¡Sshhh…! Ahí viene girando. Y gira y gira y gira…

 Reflexión
EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. Allá, en una lejana mansión colmada de lujos, habita un corazón en ruinas. Anita entra de puntillas al lugar más secreto de la consciencia, donde yacen los auténticos pensamientos, con cuidado penetra en la pequeña, pequeñísima habitación, y un niño temeroso solloza: – ¿Por qué todos me odian? ¿Qué les he hecho? – Sshhh… tranquilo, tranquilo corazón. La enternecida mujer lo acerca a su pecho con un gesto maternal. –Te amo, sos lo único que me queda, dice el chico, mientras se aferra con todas sus fuerzas a la mujer; ella suspira y dice suave: “éramos más felices pidiendo fiado en La Maradiaga”. El pequeño está adormecido, no oye más. Ebalcito no puede entrar hasta ese rincón, espera afuera, en la esquina opuesta. Ana es directa: – El Reycito Sol ya no puede más, ya no va. – Debemos preparar el viaje, dice pensativo para sí y para todos el copero del rey.

Y aún más lejos, por la noche en un taller de Chamelecón, mandaron a fabricar carteles “Honduras te da la bienvenida”. Y a diez mil metros de altura, en un cómodo jet privado viene un hombre, con aires de ejecutivo, frente ceñuda, botella de agua envuelta en servilletas blancas, la escotilla es testigo del cielo que cruza, camisa negra sport Polo y reloj de pulsera en la mano izquierda, que marca 10:00 minutos para las 2:00 de la tarde. En un atarantado arranque, un grupo de personas lo fue a recibir desafiando el Covid-19. Como si lo hubiera ensayado, su primera expresión es una flecha al corazón: Yani firma sobre la fotografía de su padre, don Jaime Rosenthal Oliva, y repite: “…Me lo mataron, me lo mataron…”. ¿Verdad que el mensaje no ocupa ni el traductor de Google?: ¡Te están buscando matador!

Y los hondureños nos movemos desencantados en las aguas turbias de la política, que rompen las rocas desde hace unos días entre un Reycito Sol, agonizante, como la “Estrella de la muerte”, y personajes que abiertamente se han declarado culpables por lavado de ganancia del narcotráfico, el 26 de julio de 2017 en Nueva York. ¡Que comience el juego infinito! Que cambie todo, para que no cambie nada en ese péndulo de infinito hundimiento. Los políticos le llaman elecciones, los hondureños “todos son lo mismo”. Pero… ¿puede cambiar la historia?

Sin duda la estrella solitaria escucha las trompetas del Apocalipsis, dudan hasta de si pueden llevar a cabo internas, sienten que el Reycito Sol, en su agonía y desesperación, junto con algunos militares ultra robustos, se impongan con ese maravilloso “4+”, la desesperación es mala compañera y pésima asesora. Pero hay un bloque interesante, el doctor Oliva, en silencio (como debe ser), tiene en sus manos al humillado Ricardito. ¡Aaaah! ¿Recordás Riqui aquel viaje a ver a la virgencita de Suyapa? Cuando ibas a subir al carro y un musculoso militar te dijo: “aquí sólo va el presidente”… I feel that bro, “El Chino” Castillo representa al callejismo, ¿quién lo entregó a los gringos y cómo lo entregó a su familia? Es que ahora no recuerdo, mmmm.

Todos esos sentimientos hacen un maravilloso cóctel en contra de una sola persona, sin mencionar todas las demás aves de corral que fueron expuestas por el Reycito, ¿recuerdan a la diputada pulpo bajando cajas llenas de documentos frente a la Corte suprema? ¡Ay cariño! Qué falta de glamour (aunque nunca lo tuvo), igual los demás, de hecho, las elecciones anteriores nos demostraron el deterioro de esa estrella, buscando comediantes, de los pésimos por cierto, por respeto nunca nos hemos reído de sus payasadas, o futbolistas descendidos a la liga de los sinvergüenzas; seguramente ahora llevarán algún “influencer”. Ils sont si vulgaires. Este tornado de deseos y ambiciones, lo convierte en el partido más interesante frente a las elecciones. ¿Podrá llegar a las internas doctor Oliva? Está frente a su mayor reto, ¡tres hurras desde aquí! (No, no es sarcasmo, que la fuerza lo acompañe, la de la luz).

Mientras el Partido Liberal ha tenido al frente un Luis Zelaya que refrescó la palabra honor y decencia a las milicias eternamente jóvenes, con un papel relevante durante la pandemia, por eso quizá pensó que un Elvin derrotado no sería mayor problema, pero tan tan taaaan: el retorno de Yani sin duda presenta su verdadero reto, ¿podrá llevarlo por la vía con un outsider o él mismo como candidato? No hay dudas que el joven Rosenthal representa capital, tradicionalismo y relaciones de poder, entiende cómo hablarle a los viejos magos y su amistad con Manuel Zelaya, así, los demás candidatos liberales no representan amenazas reales. ¿Qué hará Ud. ingeniero? Esta vez no hay excusas, ya conoce a los políticos vernáculos. Y ahí amigo Luis no hay estómago, ni Patria, usted sabe.

Libertad y Refundación carga con dos derrotas sobre los hombros (léase votos rurales), sin mencionar que las figuras no son lo que fueron en su momento y el caudillismo pierde relevancia frente una sociedad que pide justicia y castigo, una sociedad más crítica, más abierta. ¿Estará la dirigencia de Libre preparada para esta sociedad? ¡Nos van a volver a hacer fraude!, gritan en sintonía con aquél periodista que le fascina hablar de “pelota adelantada”, pero aceptaron las reglas del juego, si no compañeros saquen a sus representantes de todas las instancias gubernamentales; o sea: “cuadro fuera” como dicen en el barrio. Una muestra de cambios necesarios es la lucha de dos candidatos preparados para las internas. ¿Gritarán fraude otra vez? ¿Más muertos? Y, finalmente, con la gente encachimbada y dispuesta a todo, dirán “Vamos a una navidad en insurrección”, “Dejen pasar los carros, no podemos parar la economía”, “Quienes quiebran vidrios no son de mi partido”. ¿Y todavía preguntan por qué la gente se fue de las calles? ¿Están a la altura de esta sociedad?

Todo lo que está fuera de estas tres matrices (lo siento querido Padawan), son sólo hojas dentro del robusto y espectral árbol de la política hondureña, ¡claro que cumplen un rol fundamental!... por el momento. Lo hemos visto con las credenciales y militares diciendo que están en el partido del general golpista Romeo Vásquez, pero desde las mesas del Partido Nacional. Las reformas electorales, por ahora muchachos, por ahora, se encargarán de darles algún lugar en la matriz, tranquilos, ¡tendrán deuda política!

¡Sshhh…! Lector, ¿escucha? Es la rueda de la política que se mueve, lento y bajo su rodar aplasta el país, hasta que usted la detenga. ¡Sshhh…! A lo lejos un niño llamado Juan, llora, pero su berrinche nos deja en las ruinas, ¿celebraremos? ¡A lo grande! Y después a construir, pero el destino está en sus manos, ni políticos, ni los cómodos organismos internacionales, ¿le suena como a ñángara eso de “Sólo el pueblo salva al pueblo”?: es real, ¿vio durante la pandemia quién salió a robarle el dinero y a robarle la vida, fue el pueblo o fue la élite política?. ¡Sshhh…! Ahí viene girando. Y gira y gira y gira…

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