sábado, 18 de julio de 2020

HONDURAS: ERROR MAYÚSCULO DE LA DICTADURA: LA MUERTE DE DAVID ROMERO


Julio 18,2020 /
Galel Cárdenas
“La muerte de David Romero es un asesinato del régimen de JOH:”
Manuel Zelaya Rosales
La muerte de David Romero Ellner enluta al país, constituye un error craso de la dictadura haber permitido que su preso político de gran envergadura política nacional muriera infectado por el Covid 19.
Puede alegarse una serie de argumentos contrarios, pero, su muerte representa la intolerancia, la desconsideración y el maquiavelismo de una dictadura que se hunde en el más profundo abismo de su destructivo paso por el máximo poder político del país y llevar a cabo una de las más horrendas tiranías del continente latinoamericano.

                  A David Romero le fue cancelada su licencia de transmisión de GLOBOTV, luego fue acusado de calumnia por el caso de denuncias en contra la abogada Sonia Inés Gálvez de Chinchilla, esposa del Fiscal General de la República. El juicio de contubernio llevado a cabo lo condenó a diez años de prisión por el motivo arriba mencionado.

David Romero Ellner lo recuerda el pueblo por haber anunciado por Radio Globo, muy temprano de la mañana del 28 de junio de 2009, en el momento en que se iban a abrir las urnas para consultar al pueblo, si se ponía una cuarta caja receptora de votos para convocar más adelante a una Asamblea Nacional Constituyente.

Ante la ejecución anunciada por el periodista Romero, del Golpe de Estado militar en desarrollo, los hombres armados fueron a capturarlo, motivo por el cual el comunicador para evitar tal hecho debió saltar al vacío de un segundo piso del edificio en el cual se alberga la radio en mención.

DRE como le denominan muchas personas, se incorporó a la lucha patriótica contra el golpe de Estado, y en el decurso del tiempo se dedicó a denunciar, con documento en mano, todos los saqueos financieros que la dictadura de JOH realizaba para sufragar la compra de los directores de medios de comunicación, con el fin de alienar a la población analfabeta e indiferente, sobre todos los delitos cometidos por la estructura criminal que el autócrata había creado y que posteriormente la convirtió en su compinche para formar un estado mayor de la narco actividad y saqueo desmesurado de las arcas nacionales, con el propósito de poder realizar esta tarea delictiva debió acaparar en sus manos todo lo que institucionalmente corresponde al Estado.

De este modo ya condenado por el tribunal judicial, la cúpula policial fue a capturarlo a su centro de trabajo en Radio Globo, a cabina abierta, donde los medios pudieron filmar el acto de apresamiento, pero, antes de ello fue también grabado en imágenes la arenga que dijo DRE llamando al pueblo a salir a las calles a derrocar la dictadura por su alto grado de represión, corrupción y ambición voraz para vaciar las arcas estatales.

Y así transcurrió el tiempo, hasta que llegó a Honduras el COVID 19.
Ante lo cual , la tiranía lo primero que hizo fue entregarle a las fuerzas armadas nacionales la dirección militar del supuesto enfrentamiento ante la pandemia. Después montó el show cotidiano de su presencia ante las cámaras que facilitaban los periodistas mercenarios compinchados con su personalidad delictiva de amasar fortuna para sus objetivos continuistas.

Después dejó a mansalva al cuerpo médico de los hospitales públicos sin insumos de protección y combate a la peste ya desparramada por el territorio nacional, dejó que los enfermos murieran porque los centros hospitalarios no fueron dotados de los insumos correspondientes, pero mientras esto sucedía, de acuerdo con su personalidad psicópata comenzó a mentir a destajo diciendo las más escandalosas mentiras en los medios mercenarios de difusión. Los resultados fueron catastróficos para la población civil.

Y así en ese contexto le toca a DRE ser contagiado en su cárcel de seguridad militar, y de este modo apareció el periodista combativo enfermo por el mortal virus implacable. Le fue permitido ya con síntomas de una saturación de aire muy baja ser internado en el Instituto del Tórax, en donde el cuerpo médico luchó contra la fatalidad prestándole la atención médica especializada correspondiente.

La muerte de David Romero Ellner, anunciada este día 18 de julio de 2020, fue un golpe anímico a la hondureñidad que esperaba un desenlace feliz de este soldado periodista que hizo frente a la dictadura enfebrecida de JOH.

Manuel Zelaya Rosales escribió un Twiter que dice: “David debió ser excarcelado el 25 de junio, el
juez no autorizó. El miércoles 1 de julio enfermó en cárcel ya con fuerte tos COVID. El domingo 5 por presiones, lo sacaron del Hospital Militar, no quisieron recibirlo. Está claro, no falleció, fue asesinado”.

Estas declaraciones del expresidente Mel Zelaya han sido contundentes, incluso en otros twíteres han responsabilizado a Joh por esta muerte tan impactante a toda sensibilidad humana, social, política y periodística.

El país se encuentra en un momento trágico, tanto que la población hondureña está sumamente impresionada, aterrorizada por el COVID, por la dictadura y por el encierro obligado.

La muerte de DRE no debe quedar impune, y más tarde que temprano, la dictadura caerá y con ellos la cúpula castrense, bipartidista empresarial y eclesiástica.

Paz a los restos de David Romero Ellner y a su familia, y en especial a la periodista Lidieth Díaz, que luchó lo indecible por la liberación de su esposo y padre de sus hijos.

Que la tierra le sea cálida como el recuerdo y ejemplo que deja entre el pueblo hondureño, que hoy entierra un mártir más de su dura, sorda y sangrienta lucha contra la tiranía espantosa que lo oprime.

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