lunes, 2 de marzo de 2020

HONDURAS / PERFIL ARTURO CORRALES: “HOY LLOVIÓ PARA MÍ”

 Publicado: 01 Marzo 2020 
Arturo Corrales no figura en este perfil porque sea el modelo del hondureño que necesita Honduras, sino porque encarna la conducta del político de esta época: intoxicado de poder, pueblo es sólo una cifra la noche electoral, inescrupuloso, cerebro miope, opresor, culto al extranjero y hambriento de dinero público.
Corrales es una figura controvertida de la política hondureña, tan despreciada como reconocida; lo admirable de su vida ha sido mantenerse en el epicentro del mando político, en un momento histórico muy cambiante: gobierno electoral, golpe de Estado, militarismo, fraude electoral, reelección ilegitima y dictadura.

                         Esta semblanza excluye fechas y datos que hemos investigado, afín de ahondar en la personalidad y el carácter psicológico del personaje retratado, buscando sus motivaciones íntimas y tratando de desentrañar así las verdaderas causas de su conducta en los sucesos políticos del país.

Hoy corren aguas turbulentas debajo del gobierno, Corrales lo sabe y se aleja a observar el desenlace desde la sombra, como alacrán que halla en las grietas el sitio seguro mientras pasa el huracán. Sabe que vendrán nuevas aventuras en otro amanecer electoral, aprendió cómo moverse en los sismos del poder.

Perfil / Semblanza
Redacción
EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. ¿Dónde se sentará Arturo Gerardo Corrales Álvarez?. ¿En el “Hombre del Cambio” de Callejas, en la “Revolución Moral” del doctor Reina, en la “Nueva Agenda” de Carlos Flores, en “Arriba Honduras” de Maduro, en el “Poder Ciudadano” de “Mel”, en el asalto militar y golpe de Estado, en la dictadura y fraudes de Juan Hernández, en los procesos de transición política o en el socialismo democrático?. En todos. Corrales sólo concibe un partido: el del poder, el ganador.- Allí está seguro, donde están los hombres y mujeres influyentes que reparten los altos cargos de secretarías de Estado y orquestan a manos llenas el presupuesto de la república.

En la convulsa Honduras que pasa entre la dictadura militar, la democracia electoral antes del golpe de Estado de 2009 y la vuelta a la usurpación del gobierno con Juan Hernández y al militarismo, Corrales no tuvo dificultad para cambiar de opinión y, ante los incrédulos, defendió causas opuestas a las del partido Democracia Cristiana que fundó su respetado padre, el doctor Hernán Corrales Padilla, que muchos exaltan por sus valores sociales más que por eminente dermatólogo.- Y aunque no parezca, Corrales hijo influyó más de lo que se presume en los fatales acontecimientos de este periodo en que el país desembocó en crisis humanitaria por alta criminalidad, feroz represión de la protesta social, éxodo del pueblo en caravanas, narcotráfico a gran escala, corrupción pujante, inédita tiranía contra la sociedad y vulgar abuso político.

La palabra “desconfianza” es común cuando se pregunta, ¿qué le inspira Arturo Corrales?. No cualquiera lo cree, son viejos conocidos, gente buena, otros son empresarios y políticos mayores que lo vieron con su papá en reuniones del partido demócrata, donde a saber el porqué lo llaman “el alacrán”. En defensa, personas que lo han rodeado en comodidad familiar, afirman que es hombre sociable y afable. Quienes han estado con él en actividad política, admiran su capacidad de trabajo, pero destacan su agresividad y que no tiene escrúpulos para alcanzar sus objetivos, además, que sufre de ambivalencia, pues, muestra un marcado contraste entre su exaltado dogma católico y las endemoniadas ansias de poder que desprecian a la viuda, al niño de la calle, al empobrecido y al humillado en tierra propia.
                         
La habilidad para acumular poder y riqueza tiene diferentes características, eso lo confirmó Corrales, quien sin ser hombre de masas ni de postura firme de partido, siempre ha nadado al lado de tiburones, en espera que de sus mandíbulas caiga la oportunidad. Entiende cómo moverse en esas agitadas aguas cuando irrumpen nuevos dueños. La primera y última vez que fue candidato presidencial no sacó ni 25 mil votos, el uno por ciento del total. - Como premio, el ganador Carlos Flores, lo colocó en el modesto Copeco. “Mel”, “Pepe” y “JOH” lo hicieron “súper ministro”.

Corrales combinó factores para escalar en la élite pública y privada, el apellido de su padre, las relaciones familiares y la inversión en información y buenos analistas de estadística, censos e investigación sectorial que le produjo quizá el más completo mapa político, social y económico del país, perfeccionado en los secretos y nutridos archivos de seguridad del Estado. La geografía criminal del país ajustó finalmente los expedientes de Corrales. - En mayo de 2016, fue citado por la Comisión de Depuración para que explicara por qué durante su gestión como secretario de Seguridad fueron trastocados más de seis mil expedientes para beneficiar policías. 

Nacido bajo la influencia del “buey de oro”, 27 de marzo de 1961, Corrales, como afirman, es trabajador, puede ser paciente, siempre está ocupado en oportunidades que no deja pasar y, muy popular entre los conocidos. Tiende a ser dogmático y, aunque la mayoría de veces parezca rígido, cuenta con una memoria notoria y activa; a eso se suma la cualidad de ser responsable con la familia, cree en la autoridad y responsabilidad, pero a veces se torna muy obstinado y tradicional.

Corrales se desplaza sobre las arenas del capital y de la casta política como el amigo de todos que puede traducirse como el amigo de nadie. Aprendió a ubicarse, no es lo mismo tener dinero que ser el dueño del dinero. Viene de una familia sureña respetable con abolengo rural, pero la alta socialité de ciudad es distinta, pide porte y elegancia y excluye al extraño. Corrales no forma parte de la selecta élite de la “Americana”, ni de sus fiestas privadas, es otro pedigrí, simples gestos y trato social indican conductas naturales y artificiales que sólo da el roce desde el nacimiento en ambientes de la clase alta.
                                           
Medido por sus elevadas relaciones y hombre confiable para el cliente de la ocasión, el trabajo de Corrales puede verse incomprendido, es fiel para cumplir órdenes. Hasta última hora de aquel domingo, previo al golpe de Estado, acompañó la “Cuarta Urna” y obedeció a “Mel”, no pudo más; cuatro meses después el viejo dictador Roberto Micheletti, nombró a Corrales su representante mediador del conflicto golpista.

Una mañana de diciembre de 2015 llegó Corrales a la oficina de Callejas con el ultimátum, debía entregarse a la autoridad de EE.UU., Callejas y el doctor Reina, colmaron de favores a Corrales allá cuando aún no conocía los muertos en el clóset de cada quien, ni la casa de cada hondureño, ni exportaba vegetales desde Comayagua, ni a él ni a sus ricos socios les llovía millones de los medidores de energía.- Cuando el primer vocero de la extinta Maccih, Juan Jiménez Mayor, fue consultado por las presiones del gobierno Hernández para salir del país, respondió: “Habrá que preguntarle a Arturo Corrales cuál ha sido su papel...”. Y, etc.

Este breve viaje es semejante con el final de una jornada de maniobras; un alacrán aparentemente indefenso prepara el aguijón para atacar y levanta la mirada en el desierto, confundiendo la amplitud del paisaje asolado con la realidad absoluta de quien lo transita como pueblo. Se retira a su obscuro escondite, con la feliz sensación de pensar que sólo él importa en la planicie y, para eso, hace su madriguera en la información de todos y, espera la mañana cuando de nuevo, otros, lo buscarán.

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/3749-honduras-perfil-arturo-corrales-hoy-llovio-para-mi

 

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