Por defensores -
Hoy tuviera 47 años, desde niño era
feliz, sonriente, construía utopías y muy solidario. Así lo describe su
hermano Mario Argeñal, líder político y social, dirigente magisterial y
comunicador social en la imponente y conservadora ciudad de Danlí,
departamento de El Paraíso, a 90 kilómetros de Tegucigalpa.
Hoy también es sábado, como aquel 7 de
diciembre del 2013, cuando unos desconocidos haciéndose pasar por
clientes, entraron al canal de televisión Vida Tv, de Juan Carlos
Argeñal Medina (entonces se 41 años), y lo asesinaron entre la 1:30 y
2:00 de la tarde, recordó su hermano, mediante una conversación
telefónica con Defensores en Línea, días antes.
Para la familia del comunicador social,
hoy se conmemora un año más ausencia e impunidad. Ha pasado el tiempo y
el Estado continúa con la deuda justicia ya que encubre a los
responsables del asesinato, porque desde allí se edifican diseños de
impunidad, ventanas que van quedando abiertas y no se pueden cerrar.
Juan Carlos denunció la corrupción por
más de 40 millones de lempiras en el hospital regional “Gabriela
Alvarado”. El también corresponsal de Radio Globo, alzó su voz en los
medios de comunicación a su alcance, para desenmascarar lo que sucedía
en el tema de salud, y cuyos responsables eran los que dirigían la
administración hospitalaria, declaró Argeñal.
“Se cumple seis años en que mi madre
sufre, no encuentra respuesta ¿Por qué se lo quitaron? Ella llora y
suplica a Dios que se la lleve para encontrase con Juan Carlos, el dolor
crece y no encontramos consuelo, mientras los asesinos materiales e
intelectuales continúan en libertad”.
El profesor Mario reiteró que las
personas que asesinaron a su hermano estaban vinculadas a la compra de
medicamentos “y son protegidas por alguien que se hace llamar cacique de
una institución política que hoy dirige el Estado, que recibe
reconocimientos por que ha continuado la corrupción en el departamento
de El Paraíso y que está vinculado a la violación de la Constitución y
por lo tanto es protegido”.
Plantón para exigir se esclarezca el asesinato de Juan Carlos Argeñal
Este silencio coludido con impunidad es
otra ventana que permite la entrada del terror y miedo que desde el
Estado acalla a los periodistas y comunicadores sociales, y no denuncian
lo que sucede, por lo que esta situación beneficia al régimen, a quien
preside el Estado, Juan Orlando Hernández Alvarado, violador de la
Constitución de la República, enfatizó el hermano de Juan Carlos.
Sin embargo, el profesor Mario, ha
enfrentado ese miedo y mantiene vigente el canal de televisión, desde
ese espacio dirige y presenta el programa “Educación Popular” los
sábados y domingos. “Ahí sigo denunciando que los asesinos de Juan
Carlos están vinculados al hospital Gabriela Alvarado y a la
administración del Estado en ese momento histórico”.
Reiteró que con el asesinato de Juan
Carlos, esas cúpulas de poder afirmaban la impunidad. Si bien, el lider
político desconoce cuánto se pagó por el asesinato de Juan Carlos, para
que no siguiera denunciando ¡no lo lograron! por que su voz denunciante
continúa en las calles, sigue vigente, y el problema no se ha
solucionado, la ventana de la denuncia está permanentemente abierta.
El Estado se empeña en continuar con la
impunidad en el caso de Juan Carlos, seis años después, hay más
asesinatos de personas que denuncian y de periodistas; y en Danlí hay
casi a diario un asesinato a vista y paciencia de la policía que
justifica los crímenes diciendo ‘que andaban en malos pasos’ y no
aplicando una investigación exhaustiva.
Por lo que el diseño de falta de
institucionalidad del 2013 al 2019 es cada vez peor, ya que se dejan los
casos de “alto impacto” en la impunidad, y la madre de los hermanos
argeñal, de 76 años, teme morir sin ver tras las rejas a los asesinos de
Juan Carlos.
El asesino que dio la orden por sentirte
amenazado de que se investigara el crimen de saquear medicamentos y
equipo médico del hospital Gabriela Alvarado, también mató la alegría de
mi madre, que todos los días llora en los últimos seis años, ella ya no
es la misma, no encuentra sentido para vivir, dijo Mario.
Aunque se haya querido imponer el
silencio en torno al asesinato se Juan Carlos, la familia Argeñal y el
Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH),
no lo han permitido. Desde el día del crimen, la Red de Defensores/as y
Comunicadores/as Sociales de El Paraíso, hicieron la denuncia por los
medios de comunión institucional.
Juan Carlos había denunciado desde antes
amenazas a muerte. Berta Oliva, coordinadora general del COFADEH ha
acompañado a la familia, y no se han permitido el cansancio, pese a
todos los impases en la negación de parte de las autoridades
competentes.
No hemos sacado de la opinión pública el
crimen contra Juan Carlos, porque fue un encargo desde una horda que
dio la orden con razones políticas de asesinarlo, porque él los enfrentó
por saqueadores. Y pese a que el Ministerio Público trasladó el
expediente de Danlí a Tegucigalpa para invisibilizarlo, no lo hemos
permitido y seguimos hoy exigiendo que a los responsables se les aplique
la ley.
En cuanto a la situación legal, las
preguntas, las diligencias ante el Ministerio Público -agregó Argeñal-
se las han dejado al COFADEH, organización defensora de derechos humanos
que siempre ha estado con ellos y en la que han confiado.
Aunque el Ministerio Público insista que
el caso está en investigación sin dar alguna respuesta, el COFADEH no
ha dejado de solicitar información, es esta organización que conoce como
se construye en este y miles de casos, la impunidad con el estricto
respaldo estatal, sin observar el mínimo interés de parte del Ministerio
Público para resolverlos.
La noche del asesinato del director de
Vida TV, una persona en Danlí escuchó como otra gente celebrara el
crimen, interpuso la denuncia, días después los llamaron a rendir
declaración y bastó con que dijeran que no se referían a eso. El
profesor afirmó que una de esas dos personas, no cabe duda, es
responsable del crimen.
Los responsables son personas vinculadas
al poder, se sabe como secreto a voces, pero las autoridades se curan
en salud, desestimando las pruebas, pese a que Juan Carlos Argeñal
Medina, denunciaba actos de corrupción en el centro hospitalario, ese
tipo de denuncias -aunque cargadas de miedo- continúan, pero bastantes
timoratas donde nadie se atreve a señalar a alguien, por que la gente
sigue cundida en pánico, son pocas las voces que señalan a miembros del
partido nacional como autores de actos de corrupción, por eso el
profesor de educación media, mantiene el espacio de Vida TV, para que
siga viva la voz periodística investigativa de su hermano.
Agregó que, el auditorio de Vida TV está
consciente que esa voz hace falta, porque hablaba por lo que no tenían
acceso a salud, defendía los derechos del pueblo víctima de la
corrupción en el departamento al oriente del país, la comunidad entiende
que lo asesinaron desde las ordenanzas del Estado.
Y
reiteró lo que cada fin de semana expresa desde el espacio familiar que
inició juan Carlos, su estudio de televisión: “Los asesinos de Juan
Carlos Argeñal están vinculados al Partido Nacional, los asesinos de
Juan Carlos Argeñal son protegidos por Juan Orlando Hernández Alvarado,
los asesinos de Juan Carlos Argeñal están vinculados a aparatos
paramilitares, están vinculados a sectores de inteligencia.
Juan Carlos se arropó desde su realidad
por problemas de salud de una de sus hijas, para abanderar la lucha por
el pueblo que sufre las mismas necesidades. Cada vez que iba a los
hospitales no encontraba medicamento, por lo que externó su voz de
aliento y solidaridad.
Si bien en este caso ha quedado abierta
la ventana de la impunidad, son muchas más ventana abiertas de
esperanza, amor, denuncia y solidaridad que dejó Juan Carlos e través de
su vida.
La familia Argeñal no sueña con venganza
-puntualizó Mario Argeñal- sino que edifica esperanza en este país que
es difícil vivir. Del cual hasta hace seis años, Juan Carlos planeaba
migrar forzadamente, pero desde el poder diseñado con la impunidad
estatal lo asesinaron.
Ver más en:
No hay comentarios :
Publicar un comentario