domingo, 20 de enero de 2019

¡Insólito! Condenan cuatro mujeres en EE.UU. por dejar agua a migrantes en el desierto

(Gráfica) Agua mineral y ropa de invierno dejadas por voluntarios cerca de la frontera entre EE.UU. y México, en Tecate, California, el 29 de diciembre de 2018.
Decenas de migrantes centroamericanos mueren cada año por deshidratación cuando sin agua que tomar, atraviesan el desierto fronterizo entre México y Estados Unidos, pues, eso no interesa a un duro magistrado con apellido inmigrante, Velasco, que condenó a cuatro voluntarias estadounidenses por dejarles agua y ropa en el camino.
                    Se trata de voluntarias de una organización humanitaria en Arizona, que en su afán de evitar la muerte de más migrantes ingresaron sin permiso a un área restringida.
Agencia RT / EL LIBERTADOR / Publicado el 20 Enero 2019.
                    Cuatro mujeres han sido halladas culpables de una serie de delitos menores en EE.UU. tras intentar asistir a los migrantes que cruzan ilegalmente al país desde México. Se trata de voluntarias que dejaron intencionalmente alimentos y agua en una zona restringida del mortal desierto de Sonora.

Según trascendió, el fallo, efectuado el 18 de enero por el magistrado estadounidense Bernardo Velasco, corresponde a la primera vez en una década que se condena en ese país a voluntarios de ayuda humanitaria.

En detalle, Natalie Hoffman, Oona Holcomb, Madeline Huse y Zaachila Orozco-McCormick fueron sorprendidas en agosto de 2017 en el refugio de vida silvestre Cabeza Prieta, en el sur del estado de Arizona, un área para la que no contaban con autorización de entrada.

Entonces se determinó que las voluntarias violaron las normas del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. al abandonar provisiones en el sitio, una misión a nombre de la organización No More Deaths (No Más Muertes) dedicada a prevenir el fallecimiento de migrantes a causa de las áridas condiciones en su travesía.

"Estaba allí para dejar agua", cita AZ Central el testimonio de Hoffman. Orozco-McCormick, por su parte, indicó que considera el trabajo humanitario como casi "sagrado" y describió esa parte del desierto "como un cementerio" debido a la cantidad de muertes de migrantes que han tenido lugar en el sitio y las zonas aledañas, que el año pasado alcanzaron las 127.

Tras haber sido declaradas culpables, cada voluntaria enfrenta hasta seis meses en una prisión federal y una multa de 500 dólares. La pena correspondiente deberá ser establecida por un juez en una sentencia que todavía no ha sido programada.

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