Por: Redacción CRITERIO
Enero 7,2018 / redaccion@criterio.hn
Washington,
D.C. – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su
profunda preocupación por la muerte de dos niños migrantes
guatemaltecos que se encontraban bajo la custodia de las autoridades de
la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos de América. La CIDH insta
al Gobierno de los Estados Unidos a investigar las circunstancias que
llevaron a estas muertes y le urge a adoptar todas las medidas
necesarias para garantizar los derechos a la vida, la integridad y la
salud de las personas migrantes que se encuentran bajo su jurisdicción,
en particular de niños, niñas y adolescentes, así como otras personas en
situación de vulnerabilidad como mujeres embarazadas, personas mayores y
personas con discapacidad.
De
acuerdo con información de público conocimiento, el pasado 8 de
diciembre, falleció la niña guatemalteca Jakelin Caal Maquin, de 7 años
de edad. La niña había sido aprehendida junto con su padre por
autoridades de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, mientras se
desplazaban por una zona desértica en Nuevo México. La niña fue recibida
inicialmente para registro en el puesto de Antelope Wells de la
Patrulla Fronteriza. Según su padre y el oficial consular de Guatemala
que acompaña el caso, durante el trayecto hasta Estados Unidos y al
momento de su aprehensión, la niña no presentaba síntomas de enfermedad.
De acuerdo con informaciones oficiales, en el trayecto entre el puesto
de registro y el puesto de Lordsburg, el padre informó a los agentes que
la niña se estaba sintiendo mal y que estaba vomitando. Luego de ser
trasladada en ambulancia aérea al Hospital Infantil Providence en El
Paso, la niña sufrió un paro cardíaco alrededor de las 11 horas de la
mañana del día 7 de diciembre y fue reanimada por el equipo médico. De
acuerdo con informaciones oficiales, al momento de su muerte, la niña
presentaba hinchazón del cerebro e insuficiencia renal y falleció a las
12:35 de la madrugada del día 8 de diciembre.
La
CIDH también ha recibido información sobre la muerte del niño
guatemalteco Felipe Gómez Alonzo, de 8 años de edad, el pasado 24 de
diciembre; siendo éste el segundo caso de muertes de niños migrantes
bajo custodia de las autoridades de la Patrulla Fronteriza de los
Estados Unidos en menos de tres semanas. De acuerdo con información de
público conocimiento, el niño habría sido aprehendido el 18 de diciembre
y llevado el jueves 20 de diciembre al puesto de El Paso. El lunes 24
de diciembre, el niño habría comenzado a presentar síntomas de
enfermedad. Al ser llevado al Hospital Gerald Champion, el niño habría
sido diagnosticado con una gripe común. El niño habría permanecido en
observación por menos de un par de horas y posteriormente habría sido
dado de alta con una prescripción de medicamentos. Ese mismo día en
horas de la tarde, el niño habría sido reingresado al hospital y
falleció poco antes de la medianoche.
La
Comisión reitera que, de acuerdo con las normas y estándares
internacionales de derechos humanos, los Estados Unidos de América
tienen la obligación de prevenir violaciones de derechos humanos y
estima necesario señalar que las autoridades de los Estados Unidos deben
considerar las circunstancias individuales de las personas migrantes y
solicitantes de asilo que se encuentran en sus fronteras internacionales
y zonas aledañas, prestando atención apropiada a aquellos que puedan
estar en una situación de particular riesgo, tal como es el caso de
niños, niñas y adolescentes, mujeres embarazadas, personas mayores,
personas con discapacidad, entre otras, respecto de quienes se deben
adoptar medidas especiales de protección y de asistencia
individualizada, las cuales tomen en cuentan sus derechos y
necesidades.
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A
su vez, la CIDH considera que en zonas fronterizas las autoridades
estatales tienen el deber de suministrar asistencia inmediata a las
personas migrantes y solicitantes de asilo y que dicha asistencia debe
incluir, en particular, asistencia médica, agua y alimentación adecuada,
vestido, mantas, utensilios sanitarios y la oportunidad de descansar.
En el contexto de operativos de interceptación y control migratorio en
fronteras internacionales, las autoridades estatales tienen el deber de
realizar exámenes médicos y de salud a las personas migrantes y
solicitantes de asilo como una cuestión prioritaria. Esto requiere que
haya personal médico competente presente en los lugares donde las
personas migrantes y solicitantes de asilo son interceptadas o
aprehendidas, a efectos de que puedan examinar a estas personas y
referirlas para atención médica adicional, incluyendo salud mental,
siempre que sea necesario.
La
Comisión toma nota de las siguientes medidas anunciadas el 26 de
diciembre por la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, tras la
ocurrencia de los dos casos mencionados anteriormente: realización de
exámenes médicos a todos los niños, niñas y adolescentes que se
encuentren actualmente en detención migratoria, búsqueda de alojamiento
fuera de los centros de detención y revisión general de los protocolos
de atención a niños, niñas y adolescentes en la frontera. En cuanto a la
revisión de los protocolos de atención de niños, niñas y adolescentes
en la frontera, la CIDH insta al Estado a tener en cuenta lo establecido
en su informe sobre “Movilidad Humana: Estándares Interamericanos” (2016), el informe “Refugiados y migrantes en Estados Unidos: familias y niños no acompañados” (2015), la Opinión Consultiva nº 21/14 de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre derechos y garantías
de niños y niñas en el contexto de la migración, así como en los “Principios y Directrices Recomendadas por las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos en Fronteras Internacionales” (2014).
La CIDH
también recuerda que los Estados no pueden recurrir a la privación de
libertad de niñas o niños que se encuentran junto a sus padres, así como
de aquellos que se encuentran no acompañados o separados de sus padres,
para cautelar los fines de un proceso migratorio ni tampoco pueden
fundamentar tal medida en el incumplimiento de los requisitos para
ingresar y permanecer en un país, en el hecho de que la niña o el niño
se encuentre solo o separado de su familia, o en la finalidad de
asegurar la unidad familiar. Los Estados pueden y deben disponer de
alternativas menos lesivas y, al mismo tiempo, proteger de forma
prioritaria e integral los derechos de la niña o del niño.
Nota relacionada Muere otro niño inmigrante bajo custodia del gobierno de EE.UU.
Al
respecto, la Comisionada Esmeralda Arosemena de Troitiño, Relatora
sobre los Derechos de la Niñez, expresó que: “La trágica muerte de
Jakelin y Felipe son un llamado urgente a la acción para poner fin a la
detención de niños, niñas y adolescentes por razones migratorias. La
detención migratoria de niñas y niños nunca responde al principio del
interés superior del niño y es contraria a las normas del derecho
internacional. Estos dos casos demuestran porque es necesario que
acabemos con la detención migratoria de niños”. El Comisionado Luis
Ernesto Vargas Silva, Relator sobre los Derechos de los Migrantes,
sostuvo que: “La muerte de estos dos niños ponen de manifiesto, una vez
más, los riesgos que tiene para el bienestar de los niños el uso de la
detención migratoria. Es importante que seamos conscientes que muchas de
las niñas y niños que llegan a la frontera de los Estados Unidos vienen
huyendo de situaciones de violencia, desigualdad y discriminación en
sus países, así como de enfrentar otras múltiples formas de violencia y
trauma en su recorrido migratorio. Esto necesariamente implica que los
Estados deben adoptar medidas especiales de protección y de asistencia
individualizada, lo cual en la práctica se traduce en medidas tales como
garantizar asistencia médica inmediata a niños y niñas que son
aprehendidos en fronteras”.
Por
su parte, la Comisionada Margarette May Macaulay, Relatora de país para
los Estados Unidos y Presidenta de la CIDH, añadió que: “Es necesario
que el Estado lleve a cabo una investigación independiente e imparcial
que permita esclarecer las circunstancias en las que ocurrieron las
muertes de estos pequeños niños y que se determinen las
responsabilidades correspondientes. A su vez, el Estado debe
proporcionar las reparaciones apropiadas que exija la justicia a los
padres y familiares de estos dos niños fallecidos. Se trata de la vida
de dos pequeños niños que estaban bajo custodia de autoridades de los
Estados Unidos. Es necesario que esto no quede simplemente como dos
muertes más y que el Estado tome las medidas necesarias para reformar
protocolos, prácticas y todo lo que sea necesario de forma de prevenir
la repetición de estos hechos”.
La
CIDH exhorta al gobierno de los Estados Unidos a realizar una
investigación independiente sobre la muerte de los niños Jakelin Caal
Maquin y Felipe Gómez Alonzo y también a buscar alternativas para poner
fin a la detención de niños, niñas y adolescentes en razón de su
situación migratoria.
https://criterio.hn/2019/01/07/cidh-preocupada-por-muerte-de-dos-ninos-migrantes-en-custodia-de-migracion-de-ee-uu/
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