miércoles, 6 de junio de 2018

Honduras: ESCUELAS INTEGRADAS DE FORMACIÓN POLÍTICA-LIBRE Galel Cárdenas

Coquimbo/Cultura y Política /  Galel Cárdenas                                                                                                              
El Partido LIBRE en su lucha por alcanzar el poder político de la nación ha asumido las más variadas estrategias para facilitar el acceso correspondiente ante un sistema político militar que empezó en el año aciago un poco endeble pero firme, hasta que en ocho años se consolidó y se blindó y ahora se prepara a comandar la sociedad hondureña por los años necesarios, usando mecanismos, argucias, argumentos, prestidigitaciones, imposiciones, represiones, falacias, infamias, calumnias y fuerza disuasiva, empleando además, persuasiones mediáticas financiadas con el fin perverso de sostener en el poder el tiempo necesario, la camarilla civil y militar que ha gobernado la nación los últimos cincuenta años.
                                 La última estrategia propuesta por el Partido Libre, después de la insurrección popular en todo el país, ante el fraude electoral de noviembre de 2017, ha sido la derrota o derrocamiento de la dictadura cachureca narco partidaria mediante la organización de los comandos insurreccionales, precedida (como es de suponer) por una intensa formación política que dirija racional e ideológicamente la insurrección en el momento correspondiente.

En el Partido Libre se han creado diversas escuelas de formación política a nivel nacional, cada una con sus propias características que dependen del grupo que dirige esa porción del Partido y de las corrientes de pensamiento que detentan los miembros capacitadores y sus líderes locales o regionales.

Desde esa perspectiva, desde hace algún tiempo tales escuelas han desarrollado talleres formativos, usando currículos académicos aislados de la totalidad que el Partido representa, si no sólo la inquietud docente formativa en consonancia con la calidad ideológica que los grupos manejan entre sí.
La Secretaría de Formación Política y la dirigencia nacional no ha sido capaz de establecer una verdadera escuela capacitadora integradora, tal vez porque la dinámica de los acontecimientos políticos así lo ha requerido.

Una tradición partidaria nacional ha consistido en que existe un movimiento militante y simpatizante bastante activo entre las convocatorias electorales de los niveles que la Ley Electoral establece, dejando así un espacio de tiempo de gran inactividad. Ese espacio no es aprovechado ostensiblemente por los Partidos en general para la formación política.

Así cada escuela se siente orgullosa por las acciones docentes de sus capacitadores, sin poseer relación alguna con la Secretaría de Formación Política y otras secretarías concomitantes.

Se han formado islas de formaciones ideológicas diversas y ni siquiera se han enterado la dirección general del Partido LIBRE y otras secretarías, de la organización dinámica que tales escuelas desarrollan.

En la realidad lo que ocurre es una dispersión docente formativa en todo el Partido a nivel nacional, incluyendo a sus diputados y alcaldes que enfrentan los problemas del país sin un minuta ideológica coherente y programática.

Existe una variopinta existencia de escuelas de formación que realizan sus actividades durante el año, algunas veces de manera esporádica, otras, en forma de talleres pero sin un seguimiento político, académico y organizativo, del educando militante partidario.

Cada escuela posee una grupo de cuadros profesionales que se dedican a ejercer la docencia mediante currículos que ellos creen necesarios para los que reciben tales instrucciones.

Después de los talleres los capacitados quedan al libre albedrío sin la necesaria aplicación de los conocimientos adquiridos. O quedan sueltos sin incorporarse a una estructura partidaria de un nivel superior del activismo que pinta paredes, mantas, y sale a la calle a apoyar los llamados a la protesta contra la dictadura.

Y otro elemento a discutir son los niveles: uno básico, otro intermedio y otro superior, si estos niveles no poseen engarces entre sí, es como desperdiciar el esfuerzo de los formadores ideológicos del partido. Tan extraordinarios docentes profesionales que el Partido posee y que permanecen por allí trabajando en lo que más o menos les dicta la razón histórica de sus conciencias.
¿Qué estudiará el capacitando en el nivel básico, qué en el nivel intermedio y qué en el nivel superior?

La necesidad de integrar las escuelas de formación política es un imperativo.
El estudio de los temas a tratar por niveles, las metodologías docentes, las formaciones ligadas entre la teoría y la práctica.

Todavía subsiste en el Partido Libre el activismo político sin la debida profesionalización formativa del mismo, tales activistas desempeñan una función esencial de movilización de masas, barrios, colectivos, territorios.

Los diputados distribuidos territorialmente para la atención electoral en consonancia con las pretensiones políticas, al ser electos o desechados por los resultados estadísticos, se convierten en convidados de piedra que dejan de atender a sus seguidores en el territorio donde ejercieron su labor propagandística.

Se debe entonces programar científicamente las relaciones de formación política al interior de la dirección nacional, la dirección regional, departamental y local.

Todo ello es un asunto de organización para la toma del poder político. Hasta ahora hemos sido emotivos, seamos científicos, objetivos y precisos.

Las Escuelas integradas de Formación Política constituyen una necesidad de cohesión, intercambio a nivel nacional e internacional. Una plataforma programática en tal sentido le viene bien al Partido LIBRE.

Empero, es necesario que la coordinación general del Partido convoque a una reunión de los dirigentes de tales escuelas con el fin de cohesionar esfuerzos, minutas curriculares, y cooperaciones entre unas y otras en aquellas tareas de formación a nivel nacional, regional, departamental o en los colectivos territorialmente delimitados.

La idea de la integración de las escuelas nos puede conducir a la articulación de los esfuerzos aislados y a políticas específicas de formación política.

La insurrección de los comandos morazánicos, sin una cabeza bien equilibrada por la teoría revolucionaria, serán en el decurso máquinas insurrectas, solamente.
 Tomado de Facebook
 

No hay comentarios :

Publicar un comentario