Este
trastorno afecta a niños de entre siete y ocho años, por lo general se
relaciona al déficit de atención, porque las conductas son similares,
los niños que padecen esta afección suelen ser agresivos, no respetan la
autoridad y son crueles con los animales.
Redacción / EL LIBERTADOR Tegucigalpa.
Datos del Hospital “San Juan de Dios”, afirman que en Honduras se ha
registrado un aumento del 50 por ciento en los casos de “trastorno
oposicionista desafiante”.
Precisamente
este centro asistencial desarrollará el sábado próximo, la VII Jornada
de Salud Mental en el hotel Copantl, donde se ahondara el tema “Pequeños
Infractores: factores de riesgo en el desarrollo del trastorno
oposicionista desafiante”.
Según
el registro del hospital, en los últimos cinco años pasaron de cuatro a
ocho casos por mes. El organizador de la jornada, Daniel Menjívar,
expuso que esa afección mental hace que los niños tengan manifestaciones
agresivas, tratos hostiles a los demás, desafíos a figuras de autoridad
como sus padres y además crueldad con animales.
Agregó
que la preocupación de los profesionales de la salud, es que el
fenómeno se siga dando en los infantes hondureños, debido al tipo de
condiciones en las que se encuentra el país, con la imperante violencia,
los especialistas temen que si no se tratan a tiempo las consecuencias
serán graves.
Menjívar,
advirtió que los niños que padecen de este trastorno podrían llegar a
desarrollar “rasgos de sociopatías convirtiéndose en sicarios y se
integran a maras y pandillas”.
Además
consideró que cuando los menores cometen una infracción penal y son
enviados a un reformatorio, en algunas ocasiones logran rehabilitarse,
esto porque influye mucho el ambiente en el que se reside.
Explicó
que por las condiciones de país, los niños que sean sometidos un centro
de rehabilitación tienen entre el 70 y 80 por ciento de probabilidades
de recaer si en su hogar sus padres no dan un buen ejemplo o si es
expuesto a ambientes de violencia.
El
psicólogo agregó que la rehabilitación debe ir acompañada de
evaluaciones psicológicas y psiquiátricas, para que sea un soporte en la
medicación y debe tener seguimiento con un trabajador social.
Según
expertos, el trastorno se manifiesta en niños de siete u ocho años y a
menudo se relaciona al déficit de atención, ya que los síntomas son
parecidos.
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