Criterio.hn
Septiembre 4,2017
Por: Jaime A. Flores.
El
atentado criminal del que fue víctima el director del periódico El
Libertador, Johny Lagos, se enmarca dentro de una política de
gobierno, que tiene como finalidad ponerle un bozal a la poca prensa y a
los pocos periodistas independientes que quedan en el país, y deja al
descubierto el estado de indefensión en que se encuentran los
comunicadores, defensores de derechos humanos y líderes sociales.
En los
momentos actuales es más que necesario para el poder ponerle un bozal a
la poca prensa y a los pocos periodistas independientes, porque recién
inicia un proceso electoral altamente cuestionado por la violación a la
Constitución de la República, que se materializa con la reelección
presidencial y en la debilidad de las instituciones electorales, que por
mandato de ley son las garantes del mismo.
Además,
es imperativo imponer el silencio a las voces disidentes porque ponen en
riesgo la reelección presidencial, al denunciar la monstruosa
corrupción de la élite nacionalista en el poder, extensiva a la familia
del gobernante. Detrás de cada política pública ejecutada por este
gobierno hay un obsceno acto de corrupción.
La
política del silencio a la prensa independiente se basa en la vieja
teoría; “se le pega o se le paga” y posterior al golpe de Estado del
2009 se hizo más visible este trato, pero descaradamente con Juan
Orlando Hernández desde su llegada al poder por la vía fraudulenta y el
cual a toda costa quiere mantener.
Una forma
de pegarle y fuerte a los medios independientes cuando la situación es
extrema y el poder ha perdido el control sobre los mismos, es retirarles
el permiso de operaciones a través de argucias legales, “huizachadas”, y
el cerco publicitario, que pende como la espada de Damocles, ya sea
retirando la pauta del gobierno o persiguiendo a los anunciantes.
Cuando
las dos tácticas anteriores dentro de la estrategia para amordazar a la
prensa independiente no funcionan, se recurre al atentando criminal, una
de las peores y más viles formas de amenazar y de coartar la libertad
de expresión, práctica más recurrente ahora que cuando se aplicaba en el
país la doctrina de seguridad nacional.
Aunque el
gobierno quiera aparentemente desmarcarse de estos hechos criminales,
le resulta imposible, debido a que son recurrentes y se orientan a un
determinado perfil de comunicadores; aquellos que no se dejan comprar y
que no dejan de denunciar los altos grados de corrupción y violación de
la ley, por un hombre, su familia y su partido.
Se olvidan los sátrapas, se olvidan los dictadores, que el “filo de un machete nunca podrá cortar el perfil de una pluma”.
Asimismo,
cuando estos hechos suceden nunca se investigan y los operadores de
justicia se circunscriben a lanzar al viento vacíos comunicados que
quedan en nada, al contrario, sólo los evidencia de que están coludidos o
con el crimen o con los criminales. ¿Cuánto hace del atentado del que
fue víctima Félix Molina? ¿Qué ha pasado?
Nota relacionada Atentan contra director de periódico El Libertador y su esposa
Dice el
viejo refrán: ¿Quién con una luz se pierde?, aquí en nuestro país es una
antorcha que ilumina para poder afirmar que desde el poder se pretende
callar a la prensa y a los periodistas independientes, porque a las
grandes corporaciones y propietarios de medios ya los callaron,
comprándolos con enormes sumas de dinero, negocios le llaman los
mercenarios de la pluma.
El
libertador, aunque no ha logrado una circulación a nivel nacional, si se
ha ganado palmo a palmo la credibilidad de ciertos sectores de la
ciudadanía y de la comunidad internacional, principalmente de las
embajadas acreditas en el país y sus denuncias es lo que más le incomoda
al gobernante, no le permiten un sueño tranquilo, plácido y reparador.
Sabemos y
tenemos la certeza que Johny continuará en su lucha y que le dirá al
tirano como le dijo Ismael Cerna: Quiero que veas que tu furia arrostro/
y sin temblar que agonizar me veas/ para lanzarte una escupida al
rostro/ y decirte al morir: maldito seas.
http://criterio.hn/2017/09/04/quien-beneficia-silencio-libertador/
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