viernes, 31 de marzo de 2017

Honduras / JOH, OEA, REELECCIÓN Y SUCIEDAD AMBIENTAL COMO MALES DE LA SOCIEDAD HONDUREÑA: Por Carlos Herzel

                                                                                                                                                       
Estamos gobernados por una casta política, económica despojada de todo respeto por la naturaleza, la comunidad y el equilibrio en el desarrollo; tan inocua que no se percata de su divorcio del concepto de sociedad feliz.                                                                                                         

Lo vemos en penosas actitudes ante el Estado de Derecho, cuando la OEA silencia y apoya la reelección presidencial que es inconstitucional y, por otra, vocifera un agresivo Secretario General, Luis Almagro, para pedir que se intervenga a Venezuela, acción que Honduras apoyó con el voto de su embajador ante la asamblea general del órgano regional.
A nivel del patio encontramos mucha falta de humanidad cuando cuadrillas de trabajadores municipales destruyen o sustituyen áreas verdes por grava coloreada; corte y mutilación indiscriminada de árboles, arbustos; falta de rescate y conservación del patrimonio natural, en especial fuentes de agua y forestación.
¿Qué se hace, para el caso, con la madera de árboles sacrificados por la plaga del gorgojo descortezador? ¿Cuántas y cuáles áreas descombradas han sido reforestadas? ¿Qué medidas se aplican para evitar un nuevo brote; cuántos, qué tipo y por qué se reforesta con determinadas especies?
El gobierno en un momento dado anunció que la madera obtenida producto del sacrificio que deja la plaga se usaría para construir proyectos de vivienda social. ¿En dónde están esos proyectos y supuestos beneficiarios?



Hablar del paso del otrora río Grande o Choluteca, hoy una cloaca descomunal y pestilente, hace evidente la indiferencia absoluta de los gobiernos local y nacional, sector privado, comunidad internacional y la misma población que convive indiferente en un ambiente insalubre por la contaminación de los cauces que recorren el Distrito Central.         Ojalá que después no sea demasiado tarde para que percibir que la falta de agua será lo que determine el sentido y formas de lucha que tome el conflicto económico, político y social hondureño.


Una reflexión más, por qué será que hablar de abuso, contaminación y males sociales, nos conduce al mismo lugar y escenario, a políticos del patio y de afuera beneficiarios del caos y la luxación de la sociedad....!!

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