La décimo segunda movilización de las antorchas fue un éxito porque reunió a miles de hondureños.
Una
inmensa movilización de las antorchas terminó en disturbios la noche de
este viernes en Tegucigalpa, Honduras, donde algunos de los
participantes de esta actividad que se realiza todas las semanas, se
enfrentaron con los policías y militares que resguardaban la sede del
Poder Ejecutivo.
La
décima segunda jornada se tornó violenta una vez que la protesta llegó a
las afueras de Casa de Gobierno, que se encontraba militarizada por un
fuerte contingente militar y policial.
La
actividad inició tranquilamente a las 5:30 de la tarde con la
entonación del himno nacional, frente de la Universidad Nacional
Autónoma de Honduras (UNAH), luego pasó por Torre Libertad, donde los
participantes lanzaron frases de rechazo contra Canal 10 y su
propietario, el periodista Rodrigo Wong Arévalo, a quien consideran un
instrumento al servicio del poder político y el dinero.
Posteriormente
se desvió hacia la residencia del presidente Juan Hernández, en la
colonia San Ignacio, lugar en el que los asistentes permanecieron al
menos 30 minutos y lanzaron sus ya famosas consignas: “fuera JOH”, “y va
a caer, la dictadura va a caer”, “queremos la CICIH, queremos la
CICIH”, entre otras.
Este vehículo de la Policía Nacional fue objeto de una frase grotesca.
La
normalidad también acompañó a los jóvenes líderes de la “Oposición
Indignada”, que llegaron a las afueras del hotel donde se hospeda el
facilitador de la Organización de Estados Americanos (OEA), John Bielh
del Río.
El
funcionario del organismo continental, salió a recibir a los muchachos,
con quienes se abrazó e instó a seguir luchando contra la corrupción y
la impunidad.
La
pasividad continuó todavía en las afueras de la Presidencia de la
República, donde se volvió a entonar el himno nacional, mientras un
vehículo con altoparlante enviaba mensajes que la protesta era pacífica y
que debía concluir de la misma manera, cuando de repente se observó a
un grupo de jóvenes vestidos de negro, con sus rostros cubiertos con
pañoletas y gorras del mismo color, quienes con palos y piedras
comenzaron a agredir a los policías y militares.
Los “indignados” exigieron nuevamente la instalación de la CICIH.
Al
ver la acción violenta, el contingente militar y policial comenzó a
lanzar bombas lacrimógenas para dispersar la manifestación que de
inmediato comenzó a desarticularse.
Inmediatamente
los jóvenes que andaban los altoparlantes llamaron a los asistentes a
desalojar la zona, porque en ningún momento el movimiento “Oposición
Indignada” debe convertirse en un foco de violencia.
Los
jóvenes manifestaron que quienes atacaron a los policías y militares
eran personas infiltradas enviadas por el gobierno para deslegitimar las
movilizaciones de las antorchas.
Sin
embargo, los medios afines al gobierno dejaron por sentado que las
acciones violentas provinieron de militantes del Partido Libre y de
seguidores del expresidente Manuel Zelaya.
En
el recorrido de la movilización, se observó varios grafitis con
insultos hacia el expresidente Zelaya, lo que según algunos de los
asistentes de la movilización, es un indicio para creer que en verdad la
manifestación fue infiltrada por personas ligadas al gobierno.
Asimismo,
apuntaron que los encapuchados llegaron a bordo de una camioneta de
lujo color negra con placa número PCU 8076, a la que le tomaron
fotografías.
Las once movilizaciones de las antorchas anteriores habían sido pacíficas.
Isha
Mercado, denunció en su página de Facebook que los jóvenes violentos
fueron enviados por Merlin Cárcamo, un reconocido activista del Partido
Nacional y coordinador de las aldeas del departamento de Francisco
Morazán y residente en el municipio de Tatumbla.
Mercado
asegura que vio a Cárcamo cuando se estacionó frente al hotel donde se
hospeda el facilitador de la OEA, donde bajó a los jóvenes encapuchados
que luego caminaron y se dirigieron a Casa de Gobierno.
El
incidente se produjo horas después que concluyera la primera ronda del
diálogo, que se efectúa en Honduras bajo la facilitación de la (OEA).
Las
movilizaciones de antorchas surgieron ante inconformidad de los
hondureños, producto de la corrupción e impunidad y cobraron fuerza
desde mayo pasado cuando el presidente Hernández admitió que el Partido
Nacional, que lo llevó al poder, se benefició de fondos provenientes del
desfalco al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Desde
ese entonces, la ciudadanía exige en las calles la instalación de la
Comisión Internacional Contra la Impunidad Honduras (ONU), como
mecanismo creíble para combatir los altos niveles de corrupción e
impunidad, que imperan en este país Centroamericano.
http://criterio.hn/masiva-movilizacion-en-honduras-termina-en-dudosos-disturbios/
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