Se
están cumpliendo 16 años del paso del huracán Mitch, el huracán más
destructivo de los últimos 30 años para Honduras. El Mitch pasó por
América Central del 22 de octubre al 5 de noviembre en la temporada de
huracanes en el Atlántico de 1998. También causó miles de millones de
dólares en pérdidas materiales.
Parece
que fuera historia pero no, es una realidad que aún en nuestros tiempos
seguimos sufriendo. A 16 años del paso del huracán Mitch todavía
seguimos damnificados. El país competo no se pudo recuperar.
La
vulnerabilidad ambiental, social y política se ha ido degradando aún más
en estos 16 años. Todavía se pueden ver que muchos puentes, carreteras y
viviendas que fueron destruidas por la furia de aquellas lluvias, 16
años después, no han podido ser reconstruidas.
Así
como grande fue aquella tragedia para el pueblo hondureño, así de
grande fue la ayuda solidaria que la comunidad internacional entregó al
gobierno. Según expertos, con todos los fondos recogidos para el Mitch
se pudo haber reconstruido todo el país pero lastimosamente en la nueva
agenda que pregonaba el gobierno de ese entonces, del presidente Carlos
Flores, no se apuntaron las prioridades que el país tenía.
Carlos
Flores pudo pasar a la historia como el presidente que construyó una
nueva nación pero, a 16 años del Mitch, podemos decir que Flores
administró la tragedia con el fin de beneficiar al sector empresarial y
oligárquico de este país. Se les condonó millones tras millones a los
empresarios que estaban en deuda con el Estado argumentando que ya no
tenía posibilidades de recuperarse. Todas las ayudas fueron entregadas a
la empresa privada y la reconstrucción del país nunca estuvo en la
agenda de aquel presidente y de los presidentes que le sucedieron en el
cargo.
A
Honduras también se le benefició con la condonación de la deuda externa
con la condición que la invirtiera en los pobres y así nació la
Estrategia para la Reducción de la pobreza que curiosamente produjo más
pobres en el país.
Al
revisar estos 16 años del paso del Mitch, con mucha autoridad, se puede
decir que Honduras es más vulnerable que la Honduras de 1998, y un
ejemplo de ello fueron los daños dejados por las últimas lluvias típicas
de la temporada de invierno. El país sigue expulsando con mayor fuerza a
su población, la migración va en aumento y la desbanda agarró fuerza
desde 1998. Honduras sigue siendo un país de pobres y se han aplicado
estrategias tras estrategias que dejan más pobres y menos ricos,
confirmado de ese modo la concentración de la riqueza.
Podemos
decir que 16 años después del huracán Mitch, no aprendimos las
lecciones, pero estamos a tiempo, porque mañana puede ser demasiado
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