martes, 4 de marzo de 2014

Honduras: Carta Pública de organizaciones del Foro de Mujeres por la Vida sobre el impacto de la jornada educativa extendida

Ante las reformas educativas  y especialmente la de jornada extendida, organizaciones de mujeres de distintas comunidades y municipios articuladas en el Foro de Mujeres por la Vida, manifestamos:
1.     Honduras necesita cambios estructurales que garanticen el goce de los derechos humanos para toda la población, entre ellos el derecho a una educación de calidad, laica y liberadora para niñas y niños. 
Sin embargo es necesario que cualquier reforma se construya en un proceso participativo e incluyente que garantice que los cambios realmente responden a la necesidad y el contexto de la población. 
 Lastimosamente tanto el gobierno pasado, como el entrante, han generado una serie de leyes y reformas, que no han pasado por un proceso real de consulta con la población vinculada y que en muchos casos han representado retrocesos en materia de derechos humanos. 
En el caso de la jornada extendida  no  se ha valorado las condiciones físicas, climáticas y  geográficas  de  los centros educativos. Así como las realidades de las niñas/niños y sus familias. Muchas comunidades denuncian que las escuelas no cuentan con condiciones como cocinas para elaborar alimentos ni espacio físico  para que las niñas y niños permanezcan tantas horas. A pesar de las condiciones y que a muchas escuelas no se les ha entregado la merienda escolar completa, se ha implementado la jornada extendida.

 2.     Por otro lado, no se ha considerado el impacto de dicha jornada en las familias en especial en las  mujeres.  La jornada extendida prevé que en tiempo de 11:30 a 1:00 pm, serán los padres y madres los responsables de cuidar a los niños y niñas. En nuestro país históricamente el trabajo de  cuidado ha recaído en la espalda de las mujeres a quienes se las ha asignado el rol de cuidadoras. Son ellas las que  lideran y mantienen la mayoría de hogares en nuestro país. Son ellas las que se levantan de madrugada y se acuestan a altas horas de la noche preparando a sus hijas e hijos para ir a la escuela, esto al margen del trabajo remunerado que la mayoría desarrolla. En nuestro país la incorporación de la mujer al mercado laboral no ha implicado un cambio  en el reparto  de las responsabilidades reproductivas y de cuidado.
 Con la jornada extendida, las madres están viajando cuatro veces a las escuelas, lo que genera una nueva erogación económica y un gran esfuerzo para las que viven lejos de las comunidades. Muchas han tenido que dejar sus trabajos y espacios de participación, por el impacto económico y de tiempo. Son ellas las que en sus casas tienen que cocinar los frijoles para  llevar la merienda a la Escuela. Son ellas las que caminan bajo el sol  o lluvia con sus hijas/os.  Ellas son las que enfrentan el cansancio y desesperación de niños y niñas que llegan a sus casas a las 6 de la tarde para hacer tareas. Desde la visión de muchas compañeras en comunidades como Tornabe, Tela y Santa Bárbara, la doble jornada les genera un impacto insostenible a nivel económico y nuevos obstáculos para su autonomía y participación política. Prácticamente manda un mensaje de regresar a casa.
 Con la implementación de la jornada extendida  se evidencia un Estado que continua sin generar políticas públicas en torno al cuidado  y  la autonomía de las mujeres. Lejos de esto, impulsa cambios que refuerzan estos roles y la discriminación contra las mujeres,  incumpliendo leyes y convenios internacionales como  la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, CEDAW y la  Ley de Igualdad de Oportunidades, entre otros.

  3. Los derechos de los niños y las niñas merecen especial atención en Honduras. Sin embargo el derecho a la educación requiere cambios profundos que no están siendo retomados por el Ministerio de Educación. Por otro lado, más allá del interés superior del niño y niña, es imprescindible recordar los principios básicos de los derechos humanos en cuanto a la interdependencia e indivisibilidad, donde ningún  derecho está por encima de otro, ni puede ser efectivo de forma  aislada. Por tanto ninguna reforma educativa puede significar un retroceso en los derechos de las mujeres. Es necesario que  Ministerio de Educación genere a un dialogo con las comunidades y construya propuestas que no centren su funcionalidad en los hombros de las mujeres.

 4.  Denunciamos las amenazas que han sufrido las  defensoras en sus comunidades al oponerse a la jornada extendida. Al  Ministro Marlon Escoto quien ha declarado  por medios de comunicación que va a denunciar a padres y madres que se oponen a la jornada extendida por violación a los derechos humanos de la niñez, le recordamos el  derecho que tienen las mujeres a opinar y participar en el destino de este país. Así  como la obligación del Estado de respetar y proteger las defensoras de derechos humanos.

 San Pedro Sula, 4 de Marzo 2014.

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