sábado, 4 de enero de 2014

Honduras. El año 2013

Foto facebook
Por Edgar Soriano Ortiz
Ha finalizado el año 2013 y al igual que los anteriores su huella muestra una humanidad sumergida en grandes disyuntivas para salvaguardar la vida, la pregunta llena de incertidumbre que se hace el pensador Edgar Morin: ¿hacia el abismo? de la mano de la globalización en el presente siglo XXI. Y es de esperarse cuando el control de la política y la economía está en manos de poderes fácticos y de políticos y tecnócratas que ven a los humanos como simples cifras macroeconómicas.
Al realizar un rápido balance por el año 2013 encontramos que la lógica dictatorial del mercado sigue su curso con sus manos inescrupulosas acapara, impone precios, extrae recursos sin consideración ambiental, hace el gran negocio de la guerra al “terrorismo” y contra los “villanos antidemocráticos”. Las jugadas de los emporios financieros que  con cautela invierten en el pago de mercenarios y el control de elites locales para controlar recursos primarios y mercados.
La guerra civil en Siria es el ejemplo de la manipulación geopolítica y la arremetida de peligrosos poderes amparados en viejos discursos del Estado-nación. También podemos ver el caso de la arrinconada Corea del Norte y que mejor ejemplo las matanzas en África donde occidente sigue escribiendo con tinta de sangre la historia política de tantos pueblos hambrientos y moribundos  como resultado de la explotación capitalista.
En el caso latinoamericano la derecha en el poder arremete mediante campañas de desprestigio a través de sus medios de comunicación contra los gobiernos que intentan arrebatarle el Estado a la orgia neoliberal, insisten en tener “arquetipos del mal” a los Castro de Cuba y Maduro en la sombra de Chávez, semejante manipulación que hace eco en la acelerada comunicación virtual y radial, que controla a las alienadas  mentalidades colectivas.
En Honduras donde  muchos y muchas  hemos sido víctimas de la represión sistemática contra la población con el objetivo instaurar el miedo. La derecha perpetuada a través de una disfrazada dictadura –quizás hay que decir  descarada dictadura- se impuso controlando la institucionalidad y comprando por míseras cantidades de dinero el voto popular para evitar que la oposición fragmentada pudiera vencer al derechista partido “Nacional”, enfilaron su poder monetario-mediático contra el partido Libre surgido del Frente  de Resistencia Popular que enfrentó al régimen neoliberal durante y después del golpe de Estado civil-militar del 28 de junio de 2009.
En el año 2013 en nuestra Honduras podemos ver a simple vista que nada cambio para bien, sigue la corrupción institucional, la imposición de funcionarios serviles a intereses de grupos y familias de poder, el irrespeto a los derechos humanos, la criminalización de la protesta social, la explotación de recursos patrimoniales del pueblo en manos en poderosas multinacionales y grupos financieros locales y finalmente un fraudulento proceso electoral que deja como resultado al envalentonado Juan Orlando Hernández con sus típicas jugadas sucias   allanando el camino para seguir la gobernanza autoritaria en el país.  
Sin duda el 2014 no pinta nada mejor, seguirá perpetuándose la tradición mezquina avalada por las cúpulas de los que se hacen llamar representantes de “dios en la tierra”. Nuestra Honduras está allí construyendo cultura, pero las consecuencias de su alienada cotidianidad seguirán ofrendando sangre sin control y llenando los bolsillos de los que saquean sus recursos. Para lograr una democracia incluyente hay que comenzar aceptado el caos, como lo dijo décadas a tras el intelectual Ramón Oquelí que “mientras haya niños descalzos en las calles seria una hipocresía decir que vivimos en democracia”. Si realmente queremos coexistir en una mejor realidad socio-cultural es hora de recapacitar y dejar de dañar nuestra generación que quiere despojarse de ese pasado de engaños y traiciones en nombre de “dios”, “la paz” y la “democracia”.  

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