Por defensores - Gualaco, Olancho.- Sin mobiliario, sin material educativo y con la infraestructura bastante deteriorada, así se encuentra el 60 por ciento de los centros educativos del valle de Agalta en el departamento de Olancho, situación que tiene preocupado a los padres de familia y a organizaciones civiles y de derechos humanos del sector.
“No tenemos material didáctico, no tenemos texto, absolutamente nada,
solo el docente puede tener su libro para desarrollar las clases. No
hay mobiliario en los centros educativos, ni pizarra, en escuelas
lejanas no tienen ni donde sentarse. La infraestructura está bastante
deteriorada”, señaló Renán Medina, maestro del Centro Básico Francisco
Morazán de comunidad de La Estancia, jurisdicción de Guata.
Además, aún hay lugares donde los maestros son multigrados, atendiendo los seis grados, tal vez con 30 o 40 estudiantes, y en algunos casos hasta 60, “es una carga exagerada”, sostiene el profesor Renán Medina.
“Es bastante preocupante cómo se ha estado manejando la educación en estos municipios, nosotros tenemos una lucha de varios años; en un 60 por ciento están los centros educativos dañados y abandonados, con techos caídos y otros que con los huracanes Eta y Iota se tumbaron, y es lastimoso todo esto”, expresa Marvin Daniel Ulloa, presidente de la Asociación del Pueblo Indígena Náhuas de Honduras.
Manifiesta que como organización civil y del pueblo indígena Náhuas, están realizando incidencia a través de las direcciones municipales y del Ministerio de Educación para ver cómo logran que les atiendan y les resuelvan el problema.
Asimismo denunció que también en el municipio de Gualaco los centros educativos desde hace varios años no cuentan con material didáctico y que además hay maestros atendiendo 70 alumnos, “cosa que no debe suceder, porque no es pedagógico y es lastimosa toda esta situación”.
Otro de los problemas que enfrentan estas comunidades que están en el valle de Agalta y en el norte del departamento de Olancho, es la falta de maestros, muchos fueron prestados a otros centros educativos y no regresaron, y otros que son pagados por las alcaldías, no se les supervisa para ver si cumplen con sus labores.
“Con la situación de las alcaldías es preocupante también, porque
ellos si contratan maestros en las comunidades que no hay,
principalmente en las más lejanas, pero no hay una supervisión y no se
sabe si estos maestros están dando clases o no, o si solo vienen a
cobrar”, sostiene el líder indígena.
Asimismo manifiesta que desde hace más de 12 años a los centros educativos del sector no les ha llegado ni un tan solo libro didáctico, y “ahorita esa es la dificultad más grande que tenemos, y a pesar que estamos cubriendo con el personal docente entrando hasta el último rincón del municipio, pero lo primero que nos piden los docentes es material y los libros, no los tenemos y hemos solicitando a la dirección departamental y aún no hay respuesta”.
Pese a todos estos problemas que enfrentan, “los maestros están haciendo un trabajo bastante arduo para poder recuperar el tiempo perdido” y la alcaldía de Gualaco está trabajando en mejorar las instalaciones físicas para que los niños puedan obtener los resultados que se esperan tener, sostiene la Directora Municipal de Educación.
También manifiesta que “esta tarea de la educación es dura”, por lo que siempre están solicitando al padre de familia que se integre, que no dejen de apoyar a sus hijos.
Otro de los problemas que vino a afectar mucho el sistema educativo en este sector fue la pandemia, ya que muchas comunidades no cuenta con la infraestructura para la tecnología.
“La pandemia vino acabar más con el sistema educativo, porque acá en el municipio de Gualaco la mayoría de las comunidades no cuentan con energía eléctrica, por lo tanto no hay tecnología, no hay internet, no hay nada de ese tipo de cosas”, sostuvo Marvin Daniel Ulloa.
Para Marvin Daniel Ulloa prácticamente han sido dos años perdidos, porque no hay en esta zona las condiciones para decir que se va dar clases por líneas, porque no hay tecnología.
Para el profesor Renán Medina, durante la pandemia la educación cayó en gran medida, porque no hay el medio, ya sea teléfono e internet, y además con la crisis económica que está viviendo el padre de familia, no está para estar comprando internet todos los días.
Marvin Daniel Ulloa y el profesora Renán Medina son miembros de la Red de Defensores y Defensoras de los derechos humanos de Olancho, que el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), ha conformado en ese sector del país.
Los días 2 y 3 de junio participaron en un taller de formación que procuradoras del Cofadeh les impartieron en el municipio de Gualaco, para potenciar las capacidades de los defensores y defensoras que forman parte de la Red de Defensores y Defensoras del departamento de Olancho.
En esa jornada se basó en conocer los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), que son aquellos derechos que se relacionan con las necesidades básicas de las personas.
La jornada de formación se realizó en el realiza en el marco del proyecto Promoción y Defensa de los Derechos Humanos en Honduras “PRODEHONDURAS”, que se ejecuta en varias regiones del país por el consorcio de cinco organizaciones de derechos humanos.
Ese espacio fue aprovechado por los defensores para denunciar el problema que están viviendo con el sistema educativo en el sector.
Los defensores esperan que el nuevo gobierno de la presidenta Xiomara Castro apoye y potencie el sistema educativo, ya que en los últimos años ha habido mucho recurso económico para las Fuerzas Armadas, y no así al sistema educativo y de salud.
https://www.defensoresenlinea.com/en-precarias-condiciones-el-sistema-educativo-en-el-valle-de-agalta/
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