Redacción - Noviembre 15, 2021 Tegucigalpa.- Los pobladores del municipio de Arizona en el departamento de Atlántida han impulsado una nueva forma de lucha para dejar claro que las aguas del río Jilamito son para la gente y sus comunidades.
Así lo han manifestado las comunidades organizadas en el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ) establecidas en el Campamento Digno por la Defensa del Agua.
Hoy se han manifestado frente a las oficinas de HERMACASA en Honduras y SIMONDS SAW INTERNATIONAL en Massachusetts, EE. UU., ambas empresas son socias de INGELSA y del Grupo IESA propiedad de Emin Abufele Marcos principal accionista del Proyecto Hidroeléctrico Jilamito (PHJ).
En esta jornada por la defensa de la
vida, la soberanía y la dignidad han expresado que el pueblo de Arizona
ya decidió, al menos en tres asambleas de cabildo abierto, que las aguas
del río Jilamito serán destinadas exclusivamente para el consumo de las
presentes y futuras generaciones del municipio y de esta manera superar
el desabastecimiento que ya sufren cerca de 30 mil habitantes.
Los pobladores del municipio de Arizona, Atlántida montaron el «campamento de la dignidad»
Para cumplir los mandatos populares en defensa del río, el pueblo se constituyó en Asamblea Permanente desde 2017, a través del Campamento Digno por el Agua y por la Vida.
Como lo han denunciado de manera reiterada, en espacios públicos y en la instituciones nacionales e internacionales, el Proyecto Hidroeléctrico Jilamito es expresión clara de actos de corrupción, de violencias a las comunidades, de ruptura del tejido social, de criminalización de liderazgos comunitarios, de amenazas y de violación al derecho humano al agua, al ambiente, a la participación comunitaria, al acceso a información público, a la soberanía y la dignidad de las personas.
Ante la falta de respuesta a sus denuncias, impugnaciones y muchas otras acciones, hoy han iniciado una nueva fase de movilizaciones a las sedes de las empresas y viviendas de las personas que, mediante corrupción y violencias, impunemente pretenden imponer el PHJ.
“Con nuestras manifestaciones pacíficas y con nuestras capacidades, en articulación con los hermanos y hermanas de distintas partes del mundo, hoy reimpulsamos el proceso para ponerle rostro y plena identidad a los verdugos de nuestras comunidades, estamos dando un paso más para romper con la violencia, la corrupción y la impunidad de grupos perversos como INGELSA-IESA”.
Hicieron un llamado a actores económicos internacionales como la empresa SIMONDS SAW INTERNATIONAL, al Banco Interamericano de Desarrollo y cualquier actor del sistema financiero internacional a que se retiren y se abstengan de apoyar al grupo IESA-INGELSA y al PHJ, como ya lo hizo en abril de 2021, la corporación financiera para el desarrollo DFC que ha reconocido las múltiples denuncias del Pueblo de Arizona y tomó la decisión de suspender el financiamiento de 35.7 millones de dólares para la construcción del PHJ.
Las empresas y la gente correcta no invierten ni promueve la corrupción y la violación de derechos, señalan en su pronunciamiento.
Desde la resistencia pacífica y el legítimo derecho a defender sus bienes comunes, reafirman que seguirán defendiendo la soberana y humana decisión de que las aguas del río Jilamito y la riqueza natural del municipio de Arizona, sea para la gente; cueste lo que nos cueste, finaliza el comunicado.
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