Nov. 13/19.- Dos investigaciones internacionales independientes refutaron el informe de la organización que preside el uruguayo Luis Almagro sobre el escrutinio electoral.
No
puede comprobarse que haya habido fraude en las elecciones del 20 de
octubre en Bolivia. Evo Morales triunfó por poco más del diez por ciento
de los votos respecto al candidato opositor Carlos Mesa y cumplió con
el requisito constitucional para evitar la segunda vuelta y ser
proclamado presidente. Las irregularidades detectadas fueron marginales y
no afectan ese resultado. La Organización de Estados Americanos había
recomendado, antes de los comicios, el sistema de recuento rápido de
votos que se utilizó y que ahora funge como excusa para respaldar el
derrocamiento de Morales, aunque su resultado no tiene valor legal. El
procesamiento de datos para el escrutinio definitivo no se detuvo por
períodos de tiempo significativos en ningún momento.
Esas
conclusiones, entre otras, surgen de dos investigaciones
internacionales independientes que se basan en el estudio estadístico de
datos extraídos de las actas de los comicios y en los documentos
oficiales del gobierno de Bolivia y de organismos internacionales,
principalmente de la OEA, que fue protagonista del proceso electoral a
través de una intervención permanente y decisiva. Los informes no
solamente confirman el triunfo de Morales en las elecciones sino que
avivan las sospechas sobre la premeditación del golpe de Estado que lo
depuso y la participación del organismo encabezado por el uruguayo Luis
Almagro en los planes para sacar al Movimiento al Socialismo del poder
sin importar el resultado del voto popular.
El
primero de los dos documentos lo confeccionó el cientista político de
la Universidad de Michigan Walter Mebane, considerado uno de los
principales expertos en fraude electoral del mundo, y al que no se le
conoce una inclinación política a favor de Morales, ni mucho menos.
Titulado “Evidencia en contra de que los votos fraudulentos hayan sido
decisivos en la elección de Bolivia en 2019”, la investigación establece
que hay irregularidades estadísticas que podrían indicar fraude en
solamente 274 de las 34551 mesas de votación y que no se diferencia
mucho de patrones vistos en otros comicios en Honduras, Turquía, Rusia,
Austria y Wisconsin. “Incluso removiendo los votos fraudulentos, el MAS
tiene una ventaja superior al diez por ciento”, concluye este trabajo.
Por
otra parte, el CEPR, un think tank conformado por investigadores de
distintas universidades de Europa, puso la lupa sobre la misión de
observación electoral de la OEA y su rol en el proceso boliviano. Allí,
destaca que “los resultados del recuento provisorio son consistentes con
el resultado final”; que “ni la OEA ni nadie más pudo demostrar que
haya habido irregularidades sistemáticas ni extendidas” en las
elecciones; que ninguno de los dos recuentos muestra patrones extraños
en comparación con la distribución del voto en elecciones anteriores;
que el recuento provisorio se detuvo al llegar al 80 por ciento porque
eso era lo acordado y se retomó, un día más tarde, por pedido de la OEA;
y que por el contrario el recuento definitivo y legalmente válido “no
tuvo interrupciones significativas”.
Pero además, destaca que fue la propia organización encabezada por Almagro la que recomendó a Bolivia la utilización del sistema TREP que se utilizó para el recuento provisorio y sobre el que recaen la totalidad de las observaciones de la OEA respecto a irregularidades en el proceso electoral, aunque no tenga validez legal. En sus conclusiones, agrega que “las dudas sin fundamento que echó” ese organismo sobre las elecciones “tuvieron una influencia significativa en la cobertura mediática y por lo tanto en la opinión pública” y que “la politización de lo que es normalmente un proceso independiente de monitoreo electoral parece inevitable cuando una organización a la que se le confía esa tarea hace declaraciones sin fundamentos que cuestionan la validez del conteo electoral”.
Mientras
se espera la versión final del informe de la OEA, su titular Almagro
sostuvo que el golpe lo cometió el propio Morales el día de la elección.
Resulta curioso porque durante las últimas tres semanas, y hasta ayer,
publicaron más de una docena de comunicados sobre la situación en
Bolivia sin mencionar ese pequeño detalle.
Las últimas novedades
permiten sospechar que el excanciller uruguayo (expulsado hace un año
del Frente Amplio por manifestarse a favor de una intervención militar
extranjera a Venezuela) no solamente no ocupó el rol ecuánime que se le
había confiado para estas elecciones sino que formó parte de un plan
premeditado y cuidadosamente ejecutado por la oposición, la policía, las
Fuerzas Armadas y los medios de comunicación para sacar a Morales y al
MAS del poder.
El documento completo que revela la operación de la OEA:
Bolivia Elecciones 2019 by Fernanda Romain on Scribd
El DestapeBolivia Elecciones 2019 by Fernanda Romain on Scribd
https://clarindecolombia.info/index.php/noticia/51-internacional/1775-desnudan-la-manipulacion-de-la-oea-sobre-el-escrutinio-en-bolivia-nadie-pudo-demostrar-irregularidades-sistematicas-ni-extendidas?fbclid=IwAR3jmMjlsESepHebES1_ZxtbThvJFhqz3oTqX7IDfWlKLLU290mZ9Dv1rCA
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