Por defensores -
El Comité de Familiares de Detenidos – Desaparecidos en Honduras,
COFADEH, comunica a la opinión pública nacional e internacional, lo
siguiente:
La condena por narcotráfico al señor Juan Antonio Hernández, hermano del presidente impostor de Honduras, ha desencadenado desde el jueves anterior una desproporcionada ocupación militar del territorio en grado de alerta roja.
Con el pretexto de celebrar el día de las Fuerzas Armadas, sumidas en un largo y profundo período de descalabro ético por su compromiso en el crimen organizado, el alto mando del gobierno de facto se ha rodeado desde el fin de semana por millares de hombres armados junto a quienes levanta un discurso violento hacia la oposición social y política.
El presidente impostor ha llamado “carroñeras” a las organizaciones, partidos políticos y ciudadanía que fustigan su ilegitimidad constitucional y su participación en la estructura criminal que ha robado millares de millones de cajas públicas, y ha puesto en peligro la seguridad interior de otros países. ¡No acorralen al león!, advierte Juan Orlando Hernández como lo hicieron antes otros tristes represores.
Los jefes militares, con voces graves y uniformes exagerados, típicos del momento crítico que viven en el juicio distrital de Nueva York, amenazan con enfrentar por la fuerza a sus críticos locales, y repiten en televisión su arenga de orden contra el caos, de paz contra la intranquilidad y de represión contra la manifestación.
La ciudadanía vigilante, crítica y activa, que ha resistido 10 años continuos las violencias de este régimen de fuerza, ha reiniciado desde el lunes de modo progresivo sus exigencias de expulsión del gobierno espurio, y ha unido sus fuerzas políticas alternativas para enfrentar la transición en una sola plataforma.
Lamentablemente, en los primeros pasos de indignación nacional el lunes y martes hemos observado una desproporción de fuerza bruta paramilitar en las calles, que supone sin lugar a dudas la participación de fuerzas militares externas disfrazadas en uniformes con insignias nacionales. El clima es de guerra.
La embajada de Estados Unidos y de otros países extra regionales han llamado a sus empleados y connacionales a evitar viajes dentro del territorio hondureño, mientras el Departamento de Estado en Washington ha convocado en consulta a un grupo de líderes políticos de la oposición hondureña. Las armas químicas y las operaciones clandestinas están sobre las calles.
Las iglesias y los medios corporativos repiten su letanía alrededor de la división, la confrontación ideológica y la intranquilidad que perturban la paz social, sin admitir que el escenario actual lo que exige es el fin de la administración narco corrupta del Estado que empobrece a las familias y eleva la desigualdad al extremo de la violencia de clases.
Los sectores privados, especialmente los grupos financieros, especuladores de bolsa y lavadores de activos de la corrupción y el crimen, han reiterado su apoyo al cartel que mantiene secuestradas las instituciones del Estado de Derecho y ponen a su servicio todos sus medios posibles.
En este contexto, el Cofadeh denuncia la conformación de un escenario que pone en precario la vigencia y respeto de los derechos humanos de la población que se expresa en forma pacífica, induciéndola a respuestas militares violentas mediante infiltrados, provocadores y falsos positivos al estilo del uribismo sionista que es utilizado vulgarmente después del fraude electoral de 2017.
Creemos que ha comenzado a desarrollarse, a espaldas de la ciudadanía comprometida con el cambio, una estrategia que busca la generación de un caos tutelado para provocar una transición civil-militar pacificadora, que no implique cambios relevantes en el escenario político hondureño. Y que impida cualquier victoria moral del pueblo resistente.
El último discurso bravucón del impostor Hernández, haciendo promesas ilusorias a los empobrecidos desde la calle en recesión, culpando a Cuba y a Venezuela por el rechazo absoluto al neoliberalismo salvaje en América Latina, es sólo un intento por ganar una salida “negociada” hacia la impunidad que le ofrecen sus amigos del Comando Sur, particularmente sus compadres Kelly y Nealon allegados al lobby de la Casa Blanca.
El pueblo, sabio como ha sido hasta ahora, no se detendrá en su determinación de exigir el fin de la administración que roba lo público, que entrega la soberanía de Honduras al capital criminal transnacional y al imperio de la muerte, al que entrega además de cocaína y heroína, nuestro territorio estratégico y el mar continental.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a pronunciarse contra los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, por sostener este tipo de regímenes asquerosos, y a manifestarse a favor del respeto a los pueblos que deciden ejercer su futuro con dignidad y valentía.
Como bien lo dijo el observador electoral Leo Gabriel, en 2013, después del segundo fraude de la mafia golpista asociada al Chapo Guzmán, Honduras paga inmerecidamente el extremo ridículo de preferir una dictadura corrupta en el lugar de un gobierno popular.
Lamentablemente, esa elección tomada impositivamente por los poderes en Europa y Norteamérica representa miles de personas torturadas, perseguidas, exiliadas, asesinadas u obligadas a la emigración forzada. Y esto debe llegar a su fin!
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón!
COFADEH
Tegucigalpa, M.D.C., 23 de octubre de 2019
https://defensoresenlinea.com/el-cofadeh-hace-un-llamado-a-la-accion-internacional/
**********************************************
En estos países, la población, cansada de la corrupción, los abusos y la aplicación de políticas económicas neoliberales, que solo han causado más inequidad y pobreza, han levantado su voz y ejercido su legítimo derecho a la protesta para exigir cambios profundos. Frente a ello, la respuesta estatal ha sido violenta y represiva, acompañada de declaratorias de estado de emergencia, graves restricciones al derecho de desplazamiento y entrega del control a las fuerzas militares, como ha ocurrido en Chile. Tanto en Ecuador, como en Haití y Chile, esta respuesta estatal violenta se ha traducido en violaciones al derecho a la vida, libertad e integridad, incluyendo muertes de niñas y niños.
En Ecuador, la represión ha cobrado la vida de 8 personas, hay 1.340 heridos y 1.192 personas detenidas y procesadas por terrorismo, ataque y resistencia. El movimiento indígena de Ecuador, actuando en un marco de no violencia, ha quedado atrapado entre dos actores violentos: las fuerzas comandadas por el presidente Lenín Moreno y otro grupo de fuerza que responde a consignas del ex presidente Rafael Correa.
Haití vive momentos terribles, desde septiembre han sido asesinadas 35 personas por expresar su descontento ante la política económica, 195 resultaron heridas y las oficinas de nuestro organismo miembro, el Réseau National de Droits Humains (RNDDH) fueron asaltadas en clara represión a su labor pro derechos humanos.
En Chile, de acuerdo a un reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), desde el inicio de las movilizaciones el 18 de octubre, se han registrado un total de 1.333 personas detenidas y 88 heridos por armas de fuego, incluidos niñas y niños. En tanto que el número de muertos alcanza ya 17 personas, según se informa por parte del personal de centros médicos.
En Colombia las movilizaciones estudiantiles vienen siendo reprimidas con extrema violencia por el
Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD. En Brasil, se criminaliza a la lucha de los defensores de derechos humanos ante las arremetidas antilaborales del gobierno de Bolsonaro, creando con ello una situación insostenible.
En Nicaragua, después del asesinato de 328 personas, continúa la represión selectiva de campesinos e indígenas, defensores de derechos humanos y periodistas que están siendo criminalizados, mientras que paramilitares actúan en total impunidad, asesinan, torturan y violan en complicidad con la policía.
En Honduras, la crisis de violación a derechos humanos, corrupción y falta de independencia del poder judicial se viene agravando y el pueblo hondureño demanda la salida del presidente Juan Orlando Hernández por su vinculación con actos de corrupción, crimen organizado y narcotráfico.
Desde la FIDH, nos solidarizamos con la población afectada, demandamos de los Estados el cumplimiento de sus obligaciones de respetar el derecho a la protesta, velar por el bienestar de sus ciudadanos, y realizar cambios profundos a un modelo que solo trae consigo pobreza, violencia e injusticia.
Expresamos nuestra solidaridad con los paises hermanos afectados, y exigimos el cese inmediato de las acciones represivas contra la población. Nos negamos a aceptar el regreso de las dictaduras de hecho en nuestro continente y llamamos a los Estados a escuchar la voz de la ciudadanía y dar respuesta a sus legítimas demandas.
https://defensoresenlinea.com/fidh-americas-el-descontento-ciudadano-debe-ser-atendido-y-no-reprimido/
La condena por narcotráfico al señor Juan Antonio Hernández, hermano del presidente impostor de Honduras, ha desencadenado desde el jueves anterior una desproporcionada ocupación militar del territorio en grado de alerta roja.
Con el pretexto de celebrar el día de las Fuerzas Armadas, sumidas en un largo y profundo período de descalabro ético por su compromiso en el crimen organizado, el alto mando del gobierno de facto se ha rodeado desde el fin de semana por millares de hombres armados junto a quienes levanta un discurso violento hacia la oposición social y política.
El presidente impostor ha llamado “carroñeras” a las organizaciones, partidos políticos y ciudadanía que fustigan su ilegitimidad constitucional y su participación en la estructura criminal que ha robado millares de millones de cajas públicas, y ha puesto en peligro la seguridad interior de otros países. ¡No acorralen al león!, advierte Juan Orlando Hernández como lo hicieron antes otros tristes represores.
Los jefes militares, con voces graves y uniformes exagerados, típicos del momento crítico que viven en el juicio distrital de Nueva York, amenazan con enfrentar por la fuerza a sus críticos locales, y repiten en televisión su arenga de orden contra el caos, de paz contra la intranquilidad y de represión contra la manifestación.
La ciudadanía vigilante, crítica y activa, que ha resistido 10 años continuos las violencias de este régimen de fuerza, ha reiniciado desde el lunes de modo progresivo sus exigencias de expulsión del gobierno espurio, y ha unido sus fuerzas políticas alternativas para enfrentar la transición en una sola plataforma.
Lamentablemente, en los primeros pasos de indignación nacional el lunes y martes hemos observado una desproporción de fuerza bruta paramilitar en las calles, que supone sin lugar a dudas la participación de fuerzas militares externas disfrazadas en uniformes con insignias nacionales. El clima es de guerra.
La embajada de Estados Unidos y de otros países extra regionales han llamado a sus empleados y connacionales a evitar viajes dentro del territorio hondureño, mientras el Departamento de Estado en Washington ha convocado en consulta a un grupo de líderes políticos de la oposición hondureña. Las armas químicas y las operaciones clandestinas están sobre las calles.
Las iglesias y los medios corporativos repiten su letanía alrededor de la división, la confrontación ideológica y la intranquilidad que perturban la paz social, sin admitir que el escenario actual lo que exige es el fin de la administración narco corrupta del Estado que empobrece a las familias y eleva la desigualdad al extremo de la violencia de clases.
Los sectores privados, especialmente los grupos financieros, especuladores de bolsa y lavadores de activos de la corrupción y el crimen, han reiterado su apoyo al cartel que mantiene secuestradas las instituciones del Estado de Derecho y ponen a su servicio todos sus medios posibles.
En este contexto, el Cofadeh denuncia la conformación de un escenario que pone en precario la vigencia y respeto de los derechos humanos de la población que se expresa en forma pacífica, induciéndola a respuestas militares violentas mediante infiltrados, provocadores y falsos positivos al estilo del uribismo sionista que es utilizado vulgarmente después del fraude electoral de 2017.
Creemos que ha comenzado a desarrollarse, a espaldas de la ciudadanía comprometida con el cambio, una estrategia que busca la generación de un caos tutelado para provocar una transición civil-militar pacificadora, que no implique cambios relevantes en el escenario político hondureño. Y que impida cualquier victoria moral del pueblo resistente.
El último discurso bravucón del impostor Hernández, haciendo promesas ilusorias a los empobrecidos desde la calle en recesión, culpando a Cuba y a Venezuela por el rechazo absoluto al neoliberalismo salvaje en América Latina, es sólo un intento por ganar una salida “negociada” hacia la impunidad que le ofrecen sus amigos del Comando Sur, particularmente sus compadres Kelly y Nealon allegados al lobby de la Casa Blanca.
El pueblo, sabio como ha sido hasta ahora, no se detendrá en su determinación de exigir el fin de la administración que roba lo público, que entrega la soberanía de Honduras al capital criminal transnacional y al imperio de la muerte, al que entrega además de cocaína y heroína, nuestro territorio estratégico y el mar continental.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a pronunciarse contra los gobiernos de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, por sostener este tipo de regímenes asquerosos, y a manifestarse a favor del respeto a los pueblos que deciden ejercer su futuro con dignidad y valentía.
Como bien lo dijo el observador electoral Leo Gabriel, en 2013, después del segundo fraude de la mafia golpista asociada al Chapo Guzmán, Honduras paga inmerecidamente el extremo ridículo de preferir una dictadura corrupta en el lugar de un gobierno popular.
Lamentablemente, esa elección tomada impositivamente por los poderes en Europa y Norteamérica representa miles de personas torturadas, perseguidas, exiliadas, asesinadas u obligadas a la emigración forzada. Y esto debe llegar a su fin!
De los hechos y de los hechores, ni olvido ni perdón!
COFADEH
Tegucigalpa, M.D.C., 23 de octubre de 2019
https://defensoresenlinea.com/el-cofadeh-hace-un-llamado-a-la-accion-internacional/
**********************************************
FIDH – Américas: El descontento ciudadano debe ser atendido y no reprimido
Por defensores -
En estos países, la población, cansada de la corrupción, los abusos y la aplicación de políticas económicas neoliberales, que solo han causado más inequidad y pobreza, han levantado su voz y ejercido su legítimo derecho a la protesta para exigir cambios profundos. Frente a ello, la respuesta estatal ha sido violenta y represiva, acompañada de declaratorias de estado de emergencia, graves restricciones al derecho de desplazamiento y entrega del control a las fuerzas militares, como ha ocurrido en Chile. Tanto en Ecuador, como en Haití y Chile, esta respuesta estatal violenta se ha traducido en violaciones al derecho a la vida, libertad e integridad, incluyendo muertes de niñas y niños.
En Ecuador, la represión ha cobrado la vida de 8 personas, hay 1.340 heridos y 1.192 personas detenidas y procesadas por terrorismo, ataque y resistencia. El movimiento indígena de Ecuador, actuando en un marco de no violencia, ha quedado atrapado entre dos actores violentos: las fuerzas comandadas por el presidente Lenín Moreno y otro grupo de fuerza que responde a consignas del ex presidente Rafael Correa.
Haití vive momentos terribles, desde septiembre han sido asesinadas 35 personas por expresar su descontento ante la política económica, 195 resultaron heridas y las oficinas de nuestro organismo miembro, el Réseau National de Droits Humains (RNDDH) fueron asaltadas en clara represión a su labor pro derechos humanos.
En Chile, de acuerdo a un reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), desde el inicio de las movilizaciones el 18 de octubre, se han registrado un total de 1.333 personas detenidas y 88 heridos por armas de fuego, incluidos niñas y niños. En tanto que el número de muertos alcanza ya 17 personas, según se informa por parte del personal de centros médicos.
En Colombia las movilizaciones estudiantiles vienen siendo reprimidas con extrema violencia por el
Escuadrón Móvil Antidisturbios, ESMAD. En Brasil, se criminaliza a la lucha de los defensores de derechos humanos ante las arremetidas antilaborales del gobierno de Bolsonaro, creando con ello una situación insostenible.
En Nicaragua, después del asesinato de 328 personas, continúa la represión selectiva de campesinos e indígenas, defensores de derechos humanos y periodistas que están siendo criminalizados, mientras que paramilitares actúan en total impunidad, asesinan, torturan y violan en complicidad con la policía.
En Honduras, la crisis de violación a derechos humanos, corrupción y falta de independencia del poder judicial se viene agravando y el pueblo hondureño demanda la salida del presidente Juan Orlando Hernández por su vinculación con actos de corrupción, crimen organizado y narcotráfico.
Desde la FIDH, nos solidarizamos con la población afectada, demandamos de los Estados el cumplimiento de sus obligaciones de respetar el derecho a la protesta, velar por el bienestar de sus ciudadanos, y realizar cambios profundos a un modelo que solo trae consigo pobreza, violencia e injusticia.
Expresamos nuestra solidaridad con los paises hermanos afectados, y exigimos el cese inmediato de las acciones represivas contra la población. Nos negamos a aceptar el regreso de las dictaduras de hecho en nuestro continente y llamamos a los Estados a escuchar la voz de la ciudadanía y dar respuesta a sus legítimas demandas.
https://defensoresenlinea.com/fidh-americas-el-descontento-ciudadano-debe-ser-atendido-y-no-reprimido/
No hay comentarios :
Publicar un comentario