La
imagen muestra a funcionarios de Educación posando muy alegres frente a
una galera hecha de pedazos que, en verdad, es la escuela de la colonia
Brisas de la Montaña del Municipio de Villanueva, Cortés, norte de
Honduras.
Una
indignada maestra que labora en la administración pública compartió con
EL LIBERTADOR la fotografía aquí publicada. Los protagonistas de la
gráfica son empleados de la Dirección Distrital de Educación, número 7,
de Villanueva.
Isis Rossi / EL LIBERTADOR / Publicado: 11 Abril 2018
Tegucigalpa. El connotado novelista español Carlos Ruíz Zafón, escribió en su último libro intitulado “El laberinto de los Espíritus” que “Un buen periodista sabrá encontrar la historia que hace falta contar”.- Sin ánimo de ser presuntuosos, encontramos otra historia que contar, inspirada en una simple fotografía que retrata la cruda realidad de la educación hondureña.
Una
indignada maestra hondureña que labora en la administración pública
compartió con EL LIBERTADOR una fotografía que aparece publicada en las
redes sociales. Los protagonistas son empleados de la Dirección
Distrital de Educación, número 7, del municipio de Villanueva, Cortés,
éstos quisieron dejar un testimonio gráfico de su labor como
supervisores educativos.
La
imagen muestra a los funcionarios de Educación posando muy alegres
frente al centro escolar de la colonia Brisas de la Montaña del
Municipio de Villanueva, Cortés. Junto a ellos aparece una escoba que
por su apariencia ya cumplió su vida útil.
Detrás
de los felices supervisores se observa un grupo de alumnos en plena
faena educativa en lo que parece una galera hecha de pedazos de madera
que indica que fueron arrancadas de una vieja construcción, pues
evidencia que una vez fueron pintadas pero con el paso de los años
perdieron su tonalidad original. En la parte de superior de la galera se
observan unos débiles palillos de madera de los que cuelgan unos trapos que asemejan cortinas, y que se supone protegerán a los infantes de las inclemencias del tiempo.
Las
condiciones infrahumanas en que los niños pobres del país reciben sus
clases, se han vuelto una constante en diferentes poblados y ciudades
del país, es tan “normal” esta anormal situación, que ya ni siquiera los
funcionarios del Ministerio de Educación tienen la menor vergüenza en
tomarse fotografías en estos miserables sitios que no merecen ser
calificados centros de enseñanza; con la mayor desfachatez las publican en las redes sociales, exhibiendo la inoperancia de un gobierno que ha dado muestras de que su principal preocupación es aprovisionar con equipo de última generación a la policía y a los militares que reprimen y masacran al pueblo.
La fotografía
da para una historia más extensa, la historia de una educación en
harapos. Mientras tanto, los funcionarios de educación continuarán
posando frente a los abandonados centros educativos, al fin y al cabo lo importante es dejar testimonio de su trabajo con una foto “Pal Face”.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2789-sonrian-foto-pa-l-face-inolvidable-escuelita-honduren
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