Por: Emy Padilla
26 Nov.2017 / redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-Honduras
se enfrenta este domingo a un proceso electoral incierto ya que de
momento nadie ha mostrado tener “una varita mágica” que puede descifrar
los resultados.
Indudablemente
factores como la reelección presidencial y la conformación de una
alianza, están pesando en los pronósticos de los comicios, en este país
centroamericano donde históricamente ha gobernado el bipartidismo.
De
momento ningún analista político se atreve a vaticinar resultados de una
elección en la que participan diez partidos políticos y nueve
candidatos presidenciales y en la que están convocados 6, 046,873
electores. En lo único que hay coincidencia y vaticinios es en que el
proceso será muy concurrido.
Esta es
la primera vez que en Honduras se presenta una candidatura pro
reelección y es la del actual presidente, Juan Hernández, en
representación del conservador Partido Nacional, y es la primera vez
también, que se conforma una alianza, la Alianza de Oposición contra la
Dictadura, integrada en marzo pasado por el partido de corte
progresista, Libertad y Refundación (Libre) y el centro-derecha, Partido
Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU-SD).
La
perplejidad es tan grande que los analistas políticos hondureños
consideran que el proceso podría estar muy reñido y con un margen
pequeño que podría provocar la inaceptación de los perdedores, derivado
de la poca confiabilidad con la que ha venido operando el Tribunal
Supremo Electoral (TSE).
Hasta el
momento los únicos que tienen certeza absoluta del triunfo son los tres
principales contendientes: el presidente, Juan Hernández; el candidato
de la Alianza Opositora, Salvador Nasralla y el candidato del Partido
Liberal, Luis Zelaya.
Aunque
nadie lo diga abiertamente, la mayoría de los politólogos sugieren, de
acuerdo a sus análisis, que la justa será entre el presidente Juan
Hernández y Salvador Nasralla, con mayor ventaja para este último,
porque estaría arrastrando el voto joven e independiente.
TERCERÍA-LA MONEDA ESTÁ EN EL AIRE
La
mayoría de los analistas no han querido decir de su viva voz cuáles son
las dos fuerzas políticas que se disputarán el triunfo y en su defecto
han colocado una tercería, a través del candidato del derechista Partido
Liberal, Luis Zelaya.
En ese
contexto se ubica el analista Raúl Pineda Alvarado, que considera que
hay tres candidatos con posibilidad de triunfo que son: Juan Hernández,
del Partido Nacional; Salvador Nasralla, de la Alianza de Oposición
Contra la Dictadura y Luis Zelaya, del Partido Liberal.
De
momento, según el analista, las posibilidades son abiertas y favorables
para los tres candidatos, pero con una tendencia modesta en que “el
ganador va a estar entre Salvador Nasralla y Juan Orlando Hernández”.
A juicio
de Pineda Alvarado, a Hernández lo acompaña únicamente parte del voto
duro del Partido Nacional porque hay otro sector que se opone a la
reelección porque es ilegal. Este caudal podría convertir a Hernández
nuevamente en el presidente de Honduras, en caso que la oposición y los
independientes no salgan a votar.
El
proceso electoral, que en Honduras dura diez horas, será ganado por
quien tiene la capacidad logística o por quien tiene la popularidad. En
ese sentido amplió que la logística la tiene el presidente Hernández
porque es quien tiene la mayor cantidad de dinero y la popularidad la
tiene el sentimiento del “fuera JOH”, que es una expresión de rechazo al
proceso de reelección del presidente, Juan Hernández.
Alvarado dijo que ha visto encuestas privadas en las que Salvador
Nasralla le gana a Juan Hernández, y encuestas que han sido publicadas
en los medios de comunicación en las que el gobernante le gana al
candidato de la Alianza Opositora.
el
caso del Liberal Luis Zelaya apuntó que tiene la ventaja de poder captar
el voto oculto, que corresponde a la clase media y de militantes del
Partido Nacional, que están en contra de la reelección. “Lo que es
difícil es saber cuánto es ese porcentaje y si ese porcentaje puede
definir una elección”, acotó.
ABSTENCIÓN
En el
marco del proceso electoral la abstención representa un elemento
favorable para el proyecto reeleccionista del presidente, Juan
Hernández, ya que es rechazado por la mayoría de los hondureños.
Para el
sociólogo, Eugenio Sosa, al presidente Hernández le conviene que haya
abstención y es por eso que su gobierno y hasta el propio Tribunal
Supremo Electoral ha emprendido en una campaña de miedo y terror.
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Hernández
teme que las personas que nunca votan salgan a ejercer el sufragio este
día, concluyó Sosa, quien goza de alta credibilidad en la academia y en
los sectores sociales.
La
campaña del gobernante, quien tiene el acompañamiento de las iglesias
católica y evangélica, grupos empresariales, medios de comunicación, y
por supuesto los recursos del Estado para gastar a manos llenas en
estrategias mediáticas, emprendió en las dos últimas semanas una campaña
feroz en contra de Salvador Nasralla y el expresidente Manuel Zelaya
Rosales, derrocado por un golpe de Estado en el 2009 y actual
coordinador de la Alianza.
Hernández
utilizó a las fuerzas de seguridad del Estado y mediante una campaña de
falsos positivos acusó a Nasralla de tener acuerdos con las maras y
pandillas para desestabilizar supuestamente el proceso electoral. Para
desarrollar esta estrategia mandó a las calles a 35,000 elementos, entre
policías y militares, a quienes les delegó la tarea de dar seguridad en
el marco de las elecciones.
En virtud
de que la campaña fue cuestionada por la oposición en ciertos medios de
comunicación y a través de las redes sociales, Hernández recurrió a un
segundo escenario y fue el de ligar a la Alianza de Oposición con el
gobierno venezolano, para sembrar el componente ideológico a la
contienda y enfocar su discurso entre el bien y el mal.
Para esta
estrategia contó con el apoyo del exsubsecretario de Estado para
Asuntos del Hemisferio Occidental de los Estados Unidos, Otto Reich y
del presidente de la Fundación Arcadia el venezolano, Robert Carmona,
ambas figuras de la ultraderecha internacional y aliados del Partido
Nacional de Honduras, que acusaron al gobierno de Nicolás Maduro de
infiltrar a 145 ciudadanos venezolanas como observadores del proceso
electoral para sembrar el caos hoy domingo.
Esta segunda estrategia fue desvirtuada por los venezolanos, que en su mayoría afirmó tener seis años de residir en Honduras.
REELECCIÓN PRESIDENCIAL
La
reelección presidencial no es permitida por la Constitución de Honduras.
Sin embargo el presidente, Juan Hernández, sustenta su proyecto
continuista en un fallo de la Corte Suprema de Justicia que declaró
inaplicables el segundo párrafo del artículo 239 y numeral 5 del
artículo 42 de la Carta Magna, que prohíben la reelección y que sólo
pueden ser modificados o derogados, mediante un plebiscito o una
Asamblea Nacional Constituyente.
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Ante esta
violación, representantes de la sociedad organizada, abogados
constitucionalistas y políticos de la oposición presentaron en su
momento sendos escritos ante la el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la
Corte Suprema de Justicia para parar la ilegal candidatura de
Hernández, pero sus exigencias no tuvieron eco.
La queja
fue planteada también ante la jerarquía castrense para pedirles que
cumplan con su mandato constitucional de garantizar la alternancia en el
poder, que establece el artículo 272 de la Carta Magna.
Hasta el
momento, los militares no se han pronunciado al respecto y se han
limitado a decir que son una institución apolítica, obediente y no
deliberante, contrario al rol que jugaron en el 2009 cuando procedieron a
capturar y expatriar al expresidente, Manuel Zelaya, porque la
justicia hondureña supuso que se quería quedar en el poder.
ATÍPICO
El
proceso electoral de Honduras ha sido atípico hasta en el tema del
marketing electoral, ya que contrario a otras elecciones, en esta
oportunidad no se observó banderas en vehículos o en casas o stikers o
pegatinas en los vehículos automotores, que identifiquen la simpatía
electoral de manera abierta.
Los
hondureños tampoco han contado con encuestas de empresas que antes se
creían serias u objetivas, lo que marca aún más la incertidumbre. Sin
embargo los sondeos políticos han sido suplantados por las redes
sociales, que aunque sólo el 28 % de los hondureños tiene acceso, se ha
convertido en un medio de expresión donde los ciudadanos han manifestado
sus simpatías políticas.
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El
problema de las redes sociales es que es un mecanismo poco confiable, de
hecho quienes obtienen resultados a su favor maximizan las tendencias y
quienes salen desfavorecidos, las desacreditan.
Hasta el
momento se siento un ambiente de calma, pero combinado con la tensión
que podría generar el inicio del conteo de los votos que definirá quién
será el quincuagésimo sexto presidente constitucional de Honduras.
http://criterio.hn/2017/11/26/la-incertidumbre-se-apodera-las-elecciones-este-domingo-honduras/
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