Criterio.hn / Septiembre 28,2017
Por: Oscar Miguel Marroquín
“Para quien tiene miedo, todo son ruidos”
Sófocles
El
artículo 590 del nuevo Código Penal aprobado recientemente, refleja sin
lugar a equívocos, el miedo del Partido Nacional, de Juan Orlando
Hernández y los diputados nacionalistas.
Pero ¿Cuál es el origen del miedo que sienten estos funcionarios?
El miedo
de estos nace, de los ejemplares acontecimientos en materia de
corrupción e impunidad de países como El Salvador, Guatemala, Costa Rica
y Panamá, en los cuales la justicia ya alcanzó a los ex presidentes
Francisco Flores, Antonio Elías Saca ambos salvadoreños, al guatemalteco
Otto Pérez Molina y al panameño Ricardo Martinelli.
Francisco Flores, expresidente de El Salvador
Inevitablemente,
estos ya tuvieron cita con la justicia. De estos ruidos, aquellos
miedos, en los honorables corruptos hondureños.
En este
mismo orden de cosas, el pueblo guatemalteco ha decidido declararle la
guerra de una buena vez por todas a la corrupción, ahora el presidente
Jimmy Morales asta al borde de ser encarcelado, igualmente por actos de
corruptela.
Los
vientos de estas ejemplares acciones han llegado hasta Honduras,
golpeando las puertas de casa presidencial, el Congreso Nacional y la
Corte Suprema de Justicia, seguramente a manera de recordatorio, sobre
las cuentas pendientes que estos tienen con la justicia.
La
protesta y presión social en Honduras para que se investiguen casos de
corrupción, va en aumento, también va en aumento los fuertes temores de
muchos funcionarios públicos implicados en estos casos; la creación del
articulo 590 es a todas luces una medida desesperada que busca
criminalizar y atemorizar a quienes reclaman justicia. Sedientos están
los corruptos de impunidad.
En palabras más filosóficas, “para quien tiene miedo, todo son ruidos”.
La simple
lógica indica que, un pueblo omite hacer uso “de vías no
institucionales para obtener satisfacción a sus reclamos” (E. Raúl
Zaffaroni) cuando las instituciones del Estado se encargan efectivamente
de hacer su trabajo; un ejemplo de insatisfacción es el reclamo que ha
hecho la sociedad hondureña para investigar y castigar a quienes sean
encontrados culpables de delitos de corrupción, pero las instituciones
encargadas de aplicar justicia no funcionan.
La
creación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en
Honduras MACCIH es prácticamente el más claro ejemplo para aseverar que
la institucionalidad no funciona, y que, por tanto, la sociedad tiene
todo el derecho de hacer sus reclamos por vías no institucionales.
En
resumidas cuentas, el articulo 590 no es, sino el miedo de aquellos
ruidos que poco a poco entran hasta los oídos de los corruptos.
http://criterio.hn/2017/09/26/para-quien-tiene-miedo/
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