El Consejo de Asuntos Hemisféricos, COHA, conocida así por sus siglas
en inglés, envió un comunicado de preocupación y repudio al secretario
de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien
coqueteando con la derecha nacional e internacional, activó la Carta
Democrática a Venezuela, sin importarle que este país atraviesa una
difícil coyuntura económica.
En
la carta abierta, la COHA reconoce que la injerencia de la OEA y los
ataques directos hacia el Gobierno revolucionario, en vez de ayudar en
la recuperación del país, provocará la exacerbación del conflicto;
además le aconsejó a Almagro que “evite mayor partidismo y que juegue un
papel más constructivo e imparcial en la promoción de la paz y el
diálogo”.
A continuación la carta íntegra:
Carta
abierta al Secretario General de la OEA, Luis Almagro Honorable
Secretario General: Nosotros, las organizaciones e individuos firmantes
de Estados Unidos y Canadá, estamos profundamente preocupados por su
intervención en Venezuela en nombre de la oposición agrupada en la
llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) y sus aliados en Washington,
además de sus incesantes ataques al gobierno del Presidente Nicolás
Maduro. Venezuela está en una encrucijada, enfrentando una crisis
económica y de polarización política.
Lejos de ayudar a Venezuela a
avanzar hacia una resolución de estos retos de forma pacífica y basada
en la cooperación, sus intervenciones este pasado año han provocado la
exacerbación del conflicto. Le urgimos a que evite mayor partidismo y
que juegue un papel más constructivo e imparcial en la promoción de la
paz y el diálogo. Como ejemplo de un acercamiento de este tipo, basta
con apreciar los esfuerzos de mediación de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR), que tiene el apoyo del Secretario General de
Naciones Unidas Bank Ki-Moon.
Estamos
particularmente preocupados sobre el fuerte apoyo que usted ha dirigido
a los esfuerzos de la MUD para presionar a la OEA para que invoque la
Carta Democrática Interamericana contra el gobierno del Presidente
Maduro; por sus intentos de crear dudas sobre la legitimidad democrática
de las elecciones legislativas de diciembre último durante las semanas
previas al sufragio; por su intenso cabildeo en favor de la fuertemente
controversial Ley de Amnistía; por la naturaleza selectiva de sus
expresiones de indignación sobre violaciones a los derechos humanos; y
por su fracaso en denunciar la posición cada vez más beligerante de
Washington contra Caracas.
Nos gustaría abordar cada una de estas preocupaciones brevemente:
Apoyo a invocar la Carta Democrática Interamericana
En
una declaración del 8 de marzo de 2016 usted invitó a la mayoría
opositora de la Asamblea Nacional de Venezuela a enviar una solicitud a
la OEA para invocar la Carta Democrática Interamericana contra el
gobierno del Presidente Maduro.
Ahora que ha recibido una solicitud
formal de los representantes de la oposición, la conducta protagónica
que usted ha tenido en esta materia lo excluye de poder cumplir un papel
creíble para apoyar el esfuerzo de diálogo entre la MUD y el gobierno
del Presidente Maduro. Si la Carta Democrática fuera invocada, esto
podría proveer una cobertura política a una posible intervención militar
extranjera en Venezuela, lo que seriamente debilitaría el régimen
constitucional de ese país en vez de fortificarlo. La Carta Democrática
es un importante instrumento para expresar apoyo multilateral al derecho
de tener gobernabilidad democrática y la obligación de los estados
miembros para promover y defender la democracia. Pero la Carta parece
ahora haber sido politizada como una herramienta para debilitar un
gobierno debido a que éste no se alinea con los objetivos de la política
exterior de Estados Unidos.
Las elecciones del 6 de diciembre de 2015
En
una carta a Tibisay Lucena, Presidenta del Consejo Nacional Electoral
de Venezuela, el 10 de noviembre de 2015, usted argumentó que “existen
razones para creer que las condiciones en las que el pueblo va a ir a
votar el 6 de diciembre no están en estos momentos garantizadas al nivel
de transparencia y justicia electoral que usted desde el CNE debería
garantizar.”
Mientras
ningún procedimiento electoral es perfecto, su intervención reforzó los
reclamos alarmistas de la oposición venezolana que promovían que las
elecciones legislativas estaban bajo riesgo de ser “robadas” por el
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), una sospecha que fue
expuesta como carente de cualquier fundamento, no solo por los actuales
procedimientos electorales, sino también por los resultados en los
cuales la MUD ganó una mayoría de los asientos. Desde esa elección, sus
expresiones crecientes de animadversión contra el gobierno del
Presidente Maduro y su rígido prejuicio a favor de las fuerzas de
oposición han entorpecido severamente los esfuerzos de otros cuerpos
regionales e internacionales para promover el diálogo y la paz.
Cabildeo en apoyo a la Ley de Amnistía
La
abierta parcialidad y deliberada interferencia en la política interna
de Venezuela fue demostrada por su decisión de cabildear a favor de la
altamente controversial Ley de Amnistía. El 6 de abril su declaración
sobre que el Presidente Maduro debería “firmar la ley” y “hacerla
vigente inmediatamente” fue particularmente descarada, pues esa ley
hubiera otorgado impunidad para una amplia lista de crímenes, incluyendo
crímenes violentos. Lejos de ser un caso de obstruccionismo partidista,
había razones legítimas para que el Presidente Maduro no firmara el
proyecto de ley, y para que esa norma además fuera subsecuentemente
calificada como inconstitucional por el Tribunal Supremo de Justicia. En
vez de usted tomar una posición claramente anti-gobierno, le urgimos a
que apoye un proceso amplio que incluya a todos los involucrados en la
búsqueda de verdad, justicia y reconciliación.
Indignación selectiva sobre abusos de derechos humanos en Venezuela
Considerando que los derechos humanos son universales, la obligación de respetarlos debería extenderse sin prejuicios a todos los países y gobiernos del hemisferio. Estamos preocupados sobre el hecho de que usted dirige un nivel exorbitante de crítica hacia Venezuela, mientras que países como Honduras, México y Colombia, que casualmente son firmes aliados de Estados Unidos, son mucho menos escrutados por su masiva violación a los derechos humanos.
Profundizando más, la OEA no ha realizado una vigorosa objeción a las violaciones a los derechos humanos de cientos de miles de personas indocumentadas, incluyendo niños, huyendo de la violencia en América Central, que han sido deportadas desde Estados Unidos sin haber tenido la oportunidad de tener representación legal. En este contexto, su frecuente enfoque exclusivo al récord de derechos humanos de Venezuela pone bajo cuestionamiento su imparcialidad, mientras al mismo tiempo usted ha fallado en condenar las variadas instancias de violencia de sectores de derecha, ampliamente documentada. Lo urgimos a que use su oficina para llamar la atención sobre todos los abusos a los derechos humanos tanto en Venezuela como en el resto del continente.
Silencio ante las amenazas de Estados Unidos contra Venezuela
Desde
la elección de Hugo Chávez como presidente en 1998, Washington se ha
afanado en intentar cambiar el gobierno en Venezuela. La renovación de
EEUU de una orden ejecutiva de marzo de 2016 contra Venezuela declara
“una emergencia nacional respecto a una amenaza inusual y extraordinaria
contra la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos,”
pese a que Venezuela no implica ninguna amenaza para la seguridad de
ningún país del planeta. En efecto, en claro contraste con respecto a
Estados Unidos, Venezuela no ha invadido a ningún país ni tampoco tiene
bases miliares (¡o centros de detención!) en territorio extranjero.
Apoyamos el papel constructivo de UNASUR, organización que ha declarado que “la Secretaría General de UNASUR no ha dejado ni dejará de apostar por el diálogo, la convivencia y, en definitiva, la paz en Venezuela, procurando encontrar alternativas para favorecer la estabilidad política y la recuperación económica que merece la República hermana.”
UNASUR
ha demostrado su buena voluntad y ha servido como un mediador creíble
al acompañar la iniciativa del Presidente Maduro para crear una Comisión
de Verdad, Justicia y Reparación para las Víctimas de la Violencia, y
ha enviado un grupo de asesores económicos para trabajar en las
propuestas del gobierno de Venezuela para estabilizar la economía y
sostener los proyectos sociales. En vez de jugar un rol abiertamente
parcial en la región, lo animamos a usted como Secretario General de la
OEA a prestar atención a este ejemplo y trabajar junto a UNASUR en su
apoyo por una resolución democrática y pacífica a los problemas que
enfrenta Venezuela.
Sinceramente,
Lista de organizaciones e individuos enumerados abajoCouncil on Hemispheric Affairs (COHA)
Bolivarian Circle of New York “Alberto Lovera”
Venezuela Strategy Group
Task Force on the Americas
Alliance for Global Justice
Latin America and Caribbean Action Network (LACAN) (Washington, D.C.)
Latin American Caribbean Solidarity Committee (Washington, D.C.)
Chicago ALBA Solidarity Committee
Free Mumia Abu-Jamal Coalition (NYC)
International Concerned Family and Friends of Mumia Abu-Jamal
MOVE Organization
Nicaragua Center for community Action (NICCA), (Berkeley, CA)
Venezuela Solidarity Committee – Boston
Washington Educators for Social Justice
Vancouver Communities in Solidarity with Cuba (VCSC)
Mobilization Against War and Occupation (MAWO), (Vancouver, Canada)
All-African People’s Revolutionary Party (GC)
School of the Americas Watch (Washington, D.C.)
School of the Americas Watch (Oakland, California)
National Lawyers Guild International Committee
Fellowship of Reconciliation
Committee in Solidarity with the People of El Salvador (CISPES)
Red Nacional de Salvadoreños en el Exterior (RENASE Washington DC)
Witness for Peace Southwest
BoliviaSol (Washington DC)
InfoAmericas.info
Lista de individuos (las afiliaciones son mencionadas para propósitos de identificación y no constituyen necesariamente un apoyo de esas instituciones)
Frederick Mills, Ph.D. Profesor de Filosofía, Bowie State University
Claudia Chaufan, MD, Ph.D. Profesor Asociado, University of California, San Francisco; Profesor Adjunto, York University, Toronto
Julian Field, ex funcionario de la University of California, Santa Cruz
Banbose Shango, co-presidente de National Network on Cuba; miembro de la Secretaría de All-African People’s Revolutionary Party (GC)
Daniel Kovalik, Profesor Adjunto de Derechos Humanos Internacionales, University of Pittsburgh School of Law
James Early, miembro del comité político de Regional Articulation of Afro Descendants in the Americas and the Caribbean
Roger D. Harris, Task Force on the Americas
Evelyn Gonzalez, Consejera, Montgomery College
Dr. Suzanne Ross, Sicóloga clínica y educadora, New York City
Matt Meyer, presidente fundador y representante ante Naciones Unidas de Peace and Justice Studies Association
Quincy Saul, Ecosocialist Horizons
http://criterio.hn/organismo-ee-uu-tambien-regano-almagro-activar-la-carta-democratica/
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