Agencias / EL LIBERTADOR /
Tegucigalpa. El
sargento primero Rodrigo Cruz, un exsoldado de las Fuerzas Especiales
del Ejército del Honduras, ha confesado que su unidad recibió la orden
de matar a varios dirigentes sociales en su país, entre ellos la
luchadora ambientalista Berta Cáceres, según ha publicado 'The
Guardian'.
Esta
declaración revela que el nombre de Cáceres estaba en una lista en la
que figuraban datos personales, fotografías y direcciones de un grupo de
activistas sociales medioambientales y que los militares hondureños
tenían "ordenes específicas para eliminar a cada objetivo".
Cruz
avistó a Cáceres en esas órdenes meses antes de que la asesinaran y ha
relatado que tanto el comandante de su unidad como sus lugartenientes
han desaparecido, mientras que él huyó a un país vecino por temor a
perder su vida.
El
antiguo militar estima que sus compañeros han podido ser asesinados,
debido a que "el teniente —el jefe de la unidad— declaró que no estaba
dispuesto a seguir adelante con la orden, porque los objetivos eran
gente decente que luchaba por sus comunidades"; días después, ese hombre
"salió de la unidad y desapareció".
Rodrigo
Cruz, que vive en la clandestinidad, ha detallado que "10 de mis
antiguos colegas están desaparecidos" y ha subrayado: "Estoy 100 %
seguro de que Berta Cáceres fue asesinada por el Ejército".
El
relato del soldado Cruz indica que la lista fue entregada a una unidad
de la Fuerza Interinstitucional de Seguridad (Fusina), a la cual 300
estadounidenses del Cuerpo de Marines y varios agentes del FBI
entrenaron el pasado verano.
Esta
denuncia trae a colación la experiencia del país centroamericano con
los denominados 'escuadrones de la muerte', que operaron con total
impunidad contra las fuerzas de izquierda en los años 80.
Rodrigo
Cruz ha confirmado que no era la primera vez que veía una lista de
objetivos porque semanas antes, cuando desempeñaba sus funciones en la
localidad caribeña de Punta Piedra, durante "20 o 30 segundos" vio en el
chaleco de un comandante "caras conocidas, como los líderes del Bajo
Aguán".
Annie
Bird, representante de una ONG dedicada a documentar las violaciones de
derechos humanos y ecología en Honduras y citada por 'The Guardian' en
su reseña, ha asegurado que el relato del soldado Cruz sugiere que
varios "'escuadrones de la muerte' apuntan a la oposición política de
país", como ocurrió en décadas pasadas.
Esta
especialista ha explicado que la realidad de Honduras es complicada
debido a que su sistema de Justicia "está roto" y a que hay muchas
personas "directamente implicadas" en casos de corrupción, lo cual
dificulta "investigar de manera creíble".
Las
fuerzas de seguridad de este país tienen dos unidades de élite para
combatir el narcotráfico y a las bandas armadas criminales: Xatruch y
Fusina, creada para acabar con las llamadas maras.
Bertita
Zuñiga, la hija de la líder ambientalista fallecida, ha estimado que
esta confesión del soldado Rodrigo Cruz confirma la petición de su
familia para que la investigación sobre el asesinato de su madre la
lleve a cabo una comisión internacional, con vistas a que tenga más
opciones de encontrar a los autores.
Zuñiga
ha estimado que "'escuadrones de la muerte' están operando en las
Fuerzas Armadas" para "deshacerse de la oposición" y ha definido las
constantes violaciones contra los activistas sociales de su país como
"política de Estado".
Por
la muerte de Cáceres están detenidas cinco personas, entre ellas un
mayor del Ejército llamado Mariano Díaz Chávez, que recibió
entrenamiento especializado, estuvo de servicio en Irak y realizó
maniobras conjuntas con Estados Unidos. (RT, The Guardian).
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/1486-berta-caceres-fue-ejecutada-por-escuadrones-de-la-muerte-en-honduras
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