miércoles, 11 de mayo de 2016

Honduras: No me van a callar hasta saber quiénes y porqué asesinaron a mi hijo

Tegucigalpa. “El domingo 1 de mayo  mi hijo salió a las siete de la mañana de la casa para ir a la movilización del día Internacional del Trabajo (en Tegucigalpa), y no volvió; hasta que salió en las noticias que una persona con sus características estaba en calidad de desconocido en la Morgue del Ministerio Público”.
Ese es parte del relato de la profesora  Silvia Castillo Rivera, madre de Tomás Enrique García Castillo, (36), ambos miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP, desde el golpe de Estado del 2009, ella no entiende porqué asesinaron a su hijo menor y con el  que vivía.



Mi hijo mayor había ido a la morgue y le dijeron que él no estaba allí, hasta el jueves que fui yo y me dijeron  que ahí estaba él con nombre y apellido. Yo había visito en un periódico que informaban sobre el cuerpo de un desconocido y vestía igual que mi hijo, por lo que fui a investigar. Creo que ocultaron su identidad siguiéndole el juego a la dictadura en que estamos, en una corrupción e impunidad en servicio del amo.

Asesinaron a Tomás porque era un hombre que quería un país diferente, luchaba por un mundo mejor, sus pensamiento era de lucha social, fue miembro de la seguridad de la Resistencia, pero al formarse el partido político Libertad y Refundación, él se apartó, y pensamos que bajaría su perfil, porque ya en 2010 había sido atacado en un intento de secuestro y tuvo que salir del país, pero él no quería estar afuera.

Tomás decía que irse del país es hacer  “turismo revolucionario” y ese no era su pensamiento, sino luchas con los ideales desde su realidad. Hace unas semanas me dijo que lo estaban siguiendo, que no quería que mataran, y me aconsejó que me cuidara porque en este país no se puede vivir.

Su cuerpo, según el informe de medicina Forense del Ministerio Público, fue encontrado en la colonia San Francisco el mismo domingo 1 de mayo, pero de ahí ocultaron su identidad hasta que fui personalmente y un empleados de allí me ayudó con algunos detalles que reconocería a mi hijo.

No me voy a callar, porque a mi hijo lo han hecho mártir, este es un asesinato político, y si quieren otra mártir aquí estoy, porque voy a seguir denunciando hasta encontrar respuestas, y por eso he acudido al Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), porque es la institución que siempre me ha apoyado, y es aquí donde sentiré el espíritu de mi hijo, donde me llenaré de valor y fuerza para seguir adelante.

Al final tuvimos que convivir con la muerte y me arrebataron a mi hijo, quiera saber quiénes mataron a mi hijo, porque lo mataron, porque no pueden decir que mi hijo andaba en malo pasos, que era parte del crimen organizado o que vendía droga, porque mis vecinos y amigos pueden dar testimonio de que mi hijo era un buen muchacho, ya había egresado de la carrera de derecho en una universidad privada, estaba en trámites para graduarse, afirmó la madre, quien es docente de secundaria, y a través de su cátedra inculca valores de lucha social a sus alumnos.


Tomás Enrique García Castillo durante las movilizaciones del golpe intentaron matarlo
El parte forense no especifica la causa de muerte de Tomás Enrique García Castillo, sino que se lee un sello que dice  "EN ESTUDIO". No dicen de la casería inhumana que le hicieron a mi hijo, denunció la madre.

Mientras la profesora Silvia Castillo emprende el camino de búsqueda de justicia, los recuerdos de Tomás seguirán presentes, su sonrisa tierna, su mirada tranquila, su solidaridad y su modo apartado. Era mi muchachito, que desde que me lo entregaron en mis brazos al nacer, nadie me lo apartó, hasta que me lo arrebataron con golpes y armas, después de una movilización social.   

Tomás García creía que en las calles está el poder, por esa razón luchaba por un sociedad que le pueda brindar a la juventud un país digno con libertad y educación que les permita libertad de pensamiento.

Sobrevivió a un ataque hace seis años

A Tomás Enrique García Castillo, cinco encapuchados pretendieron secuestrarlo, en ese tiempo era estudiante universitario e integrante del FNRP,  a quien golpearon salvajemente porque se opuso a que lo introdujeran por la fuerza a un vehículo cuando regresaba por la noche de clases, en momentos en que caminaba entre la colonia Kennedy y la Víctor F. Ardón, el viernes 26 de febrero.

Aparte de ser miembro del Frente Nacional de Resistencia Popular, García Castillo integraba la Coalición Patriótica y formaba parte de la Unión Revolucionaria del Pueblo, URP.

“Venía de mis clases a las nueve de la noche, me bajé cerca de supermercado Paiz y caminé por un trecho un poco oscuro, de repente me interceptó un carro de donde salieron cinco tipos encapuchados que querían ingresarme a la fuerza al carro pero puse resistencia y no lograron su objetivo”, relató el muchacho quien tenía su rostro muy golpeado.

Agregó que al oponerse al secuestro, los hombres que vestían chalecos, portaban armas de grueso calibre y tenían un acento extraño le golpeaban en la espalda con algo contundente, además de agredirle en el rostro los ojos, le daban de patadas y codazos y lo insultaban.

Pese a lo ocurrido en ese momento, recomendó a sus compañeros universitarios que no tengamos miedo, que primero son las convicciones, los ideales, “vale la pena porque esta lucha es para el pueblo hondureño para que haya cambios, para que no exista esta cúpula.

A los jóvenes les digo que se preparen que no tengan miedo que los cambios van a venir”.

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