Por josemariavelo
Duolingo es una de las aplicaciones más populares para aprender idiomas debido a la mecánica simple que emplea. Lo que no todo el mundo conoce es que estás ayudando a traducir la web a la vez que aprendes un nuevo idioma.
Duolingo es uno de esos servicios que te enamora a primera vista; no solo posee una interfaz simple, su método de enseñanza es bastante efectivo para obtener una buena base sobre la que desarrollar el aprendizaje de un nuevo idioma y tiene un componente social que nos permite picarnos con nuestros amigos a ver quien avanza más rápido. No obstante la historia de Duolingo, nos demuestra que hay mucho más detrás de todo ello.
Antecendentes de Duolingo, reCAPTCHA
Comenzamos la historia de Duolingo hablando de su creador, Luis von Ahn. Este guatemalteco, profesor de la Universidad Carnegie Mellon y ganador de importantes premios internacionales, es uno de los pioneros del crowdsourcing. Uno de sus más famosos productos es reCAPTCHA, producto que explota la filosofía de obtener un beneficio de tus usuarios a cambio de darles un servicio sin que esto suponga un esfuerzo adicional.
reCAPTCHA coge el concepto de CAPTCHA, el sistema de seguridad que nos obliga a introducir varias palabras o caracteres aleatorios, y le añade una utilidad extra como es la digitalización de libros y publicaciones.
reCAPTCHA utiliza palabras de libros y documentos escaneadas mediante OCR que el sistema no ha sido capaz de reconocer automáticamente y las muestra como CAPTCHA. Posteriormente el sistema deduce a que palabra exacta corresponde cada imagen según lo introducido por los usuarios en las webs que usan reCAPTCHA, dando por correcta la solución más utilizada.
Es decir, cada vez que introducimos palabras en un sistema reCAPTCHA estamos indirectamente ayudando a escanear documentos y publicaciones como el archivo de The New York Times o ayudando a decodificar direcciones de Street View.
Duolingo extrapola la experiencia a la traducción
A día de hoy los seres humanos todavía superamos a las inteligencias artificiales en muchas tareas. La traducción de documentos es una de ellas puesto que no existe un servicio capaz de adaptar de un idioma a otro todos los matices que rodean a un texto. Ahí entra en juego Duolingo.La historia de Duolingo es simple, aplicar lo aprendido del proyecto reCAPTCHA en la traducción de documentos. ¿De que manera incentivamos a los usuarios a traducir documentos sin que a ellos les suponga un esfuerzo extra? Es sencillo, enseñándoles un idioma nuevo.
Duolingo nos permite aprender las bases de varios idiomas a base de lecciones cortas y sencillas en la que la base es la repetición de conceptos. Para motivarnos a conseguirlo existe la posibilidad de subir de nivel a medida que vamos adquiriendo conocimientos y poder competir con nuestros amigos.
Como parte del aprendizaje del nuevo idioma tenemos la posibilidad de practicar traduciendo frases de diferente complejidad. Aquí es donde entra en acción el mismo concepto que en reCAPTCHA: las frases a traducir pertenecen a documentos que han solicitado su traducción a Duolingo. Al igual que en reCAPTCHA se da por correcta la traducción que estadísticamente más ha sido utilizara por los usuarios.
Y esta es la historia de Duolingo respecto a la financiación: sólo pagan los que quieren que sus documentos sean traducidos. Los usuarios pueden aprender un idioma nuevo de manera gratuita mientras que indirectamente ayudan a mantener económicamente el servicio traduciendo documentos sin que suponga ningún esfuerzo extra.
¿Qué nos enseña la historia de Duolingo?
Si algo podemos aprender de la historia de Duolingo es que es posible desarrollar aplicaciones nuevas que permita a los usuarios adquirir nuevas habilidades a cambio de ofrecer, de manera indirecta y muchas veces sin darse cuenta, su capacidad de trabajo en la resolución de problemas, permitiendo la monetización de un servicio sin prostituir los datos personales de sus usuarios.Descarga: App Store (Gratis)
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