Saturday, 23 May 2015 - 03:27 Written by Dina Meza
La defensa de los Derechos Humanos en el mundo está más expuesta a repercusiones negativas que a halagos y parabienes. Más aún si se levanta una bandera de lucha desde una organización No gubernamental, que cuestione y que no se acomode al discurso de quienes administran el control político del país.En nuestro país, sobre todo después del Golpe de Estado del 28 de junio de 2009, se ha emprendido una campaña sistemática e intencionada de represión hacia los sectores menos favorecidos en el cumplimiento de sus respectivas garantías. Las mismas van desde asesinato hacia miembros del movimiento social (estudiantes, campesinos, mujeres organizadas) hasta el cierre de medios de comunicación que denunciaban la situación alarmante en una Honduras teñida con sangre martirial.Ante ese escenario es que el Estado Hondureño se sometió al Examen Periódico Universal EPU en el año 2010. El EPU es un mecanismo de evaluación de los Derechos Humanos en los países miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y que recae en el Consejo de Derechos Humanos. En su primer EPU, Honduras recibió más de 120 recomendaciones de las cuales sobresale la creación de una entidad que, desde el Estado, vele por el cumplimiento de los Derechos Humanos, hasta aspectos más puntuales para que se brinde un trato especial a hacia la defensa de la libertad de expresión así como un nuevo mecanismo legal que vele por la integridad de un sector altamente golpeado por las balas represoras como ser los y las periodistas y comunicadores sociales.
Sin
embargo, ya con un segundo EPU a espaldas estatales, Honduras cosechó
en esta presentación de hace un par de semanas alrededor de 152
recomendaciones. Las mismas con un grado de alerta por el nivel de
riesgo en que se presentan. Por ejemplo que se genere campañas de
tolerancia hacia los miembros de la comunidad LGTBI, un sector de la
sociedad hondureña que enfrenta desde campañas de desprestigio hasta
asesinatos por carentes de sentido común y que tienen arraigado el
patrón homofóbico en sus venas y en su subconsciente.
De
igual forma en este segundo EPU se recomienda la creación de una ley de
equidad de género que desate a la mujer del patriarcado lesivo y cruel
al cual estamos sometidos como ciudadanía. Se continúa haciendo énfasis
en el respeto a la libertad de expresión así como la ratificación del
pacto de derechos civiles, económicos y culturales.
Ante
esto, los actuales gobernantes, han levantado una campaña de falso
optimismo con la cual, hacen ver en tremendos desplegados publicitarios
que nuestro país es respetuoso de los derechos Humanos. No es nada
extraño que desde antes de la presentación de la delegación oficial en
Suiza, ya se estaba anunciando, con bombos y platillos, que “se
aprobaría con más de 80% el EPU”. Como si esta herramienta fuera un
examen de aprobación de una asignatura en un centro educativo.
La
pregunta es ¿Cómo confiar en el buen desempeño de este actual gobierno
cuando rebaja de categoría a una secretaría de estado como la de
Justicia y Derechos Humanos? Y si se quiere podemos agregar otra ¿Cómo
creer en un gobernante que refuerza de armas a su patria mientras
desatiende labores de garantizar derechos elementales como la salud y
educación de calidad a su pueblo?
La ciudadanía, los hombres y mujeres a partir del cierre de estas líneas tienen la palabra.
Dina Meza
Periodista y defensora de Derechos Humanos
http://www.pasosdeanimalgrande.com/index.php/en/editorial/item/805-pasos-y-pesos-del-tiempo
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