defensoresenlinea.com/ Lunes, 02 de Febrero 2015 - 20:11
Sandra Rodríguez
Tegucigalpa.
“Estoy tranquila, me siento en paz, porque hice lo correcto” dijo Gladys Lanza, en un tono sereno que remarca su convicción de acompañar a víctimas, impulsar la lucha social y la fidelidad a sus valores en defensa de los derechos humanos en Honduras.
“Estoy tranquila, me siento en paz, porque hice lo correcto” dijo Gladys Lanza, en un tono sereno que remarca su convicción de acompañar a víctimas, impulsar la lucha social y la fidelidad a sus valores en defensa de los derechos humanos en Honduras.
El pasado 28 de enero, en un juicio Oral y Público en la Corte Suprema
de Justicia, con una resolución que denota el poder del hombre contra la
mujer, imponiendo un bozal a la libertad de expresión, y expuesta a la
total indefensión, Lanza fue declarada culpable, por el delito de
injurias constitutivas de difamación en perjuicio de Juan Carlos Reyes
Flores.
Gladys Lanza Ochoa, es una histórica Defensora de Derechos Humanos en Honduras, que desde 2011 dio acompañamiento a Lesbia Pacheco, quien denunció acoso laboral y sexual de parte de su jefe, Juan Carlos Reyes, entonces director de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social, Urbana y Rural, FUNDEVI.
Gladys Lanza Ochoa, es una histórica Defensora de Derechos Humanos en Honduras, que desde 2011 dio acompañamiento a Lesbia Pacheco, quien denunció acoso laboral y sexual de parte de su jefe, Juan Carlos Reyes, entonces director de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social, Urbana y Rural, FUNDEVI.
Dejando a un lado la posibilidad de tener una vida tranquila y cómoda,
siendo sólo observadora de la historia, en medio de un mundo machista,
Gladys desde muy joven optó para estar del lado de los y las
protagonistas de la lucha social en favor de la población hondureña.
Gladys Lanza Ochoa, quien utiliza los apellidos de su madre, porque era
una heroína, dice que su padre, el vicepresidente Vicente Williams,
influyó mucho en ella, sobretodo ese deseo de pelea y no doblegarse.
Sus primeras clases de historia de Honduras y realidad nacional la
recibió de su mamá, quien era una autodidacta, pese a que no concluyó la
educación primaria, ella decía que era impresionante cómo el gobierno
norteamericano se va apoderando del país y del pensamiento de la
ciudadanía.
La lucha social de Gladys, inicia a mediados de la década de los años
60, se pronunciaba en contra la invasión militar en Honduras, después
continuará en la lucha laboral-sindical, en medio de un mundo de
hombres, la década de los 80 marcó su vida, con las desapariciones
forzadas, torturas, persecución, hostigamiento, secuestros asesinatos,
el acoso de los militares y la presencia del ejército de los Estados
Unidos en territorio nacional, pero lo que más dueles es que ese
escenario se repite en la actualidad.
Hablar de Gladys Lanza, es nombrar a una mujer, que en medio de las
persecuciones, encarcelamientos, torturas y enjuiciamientos, no ha
dejado que su convicción por defender a las demás mujeres víctimas de
violencia de género, cese; al contrario se enfrenta a los que replican
el sistema machista- patriarcal y al sistema de justicia, con la cabeza
en alto, con la mirada sin temor y con la firmeza de que no se callará y
continuará denunciando este tipo de atropellos.
Lideresa venciendo el miedo impuesto por el sistema opresor
Rompiendo esquemas hechos “para hombres” en la década de los años 80
fue nombrada presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Empresa
Nacional de Energía Eléctrica, STENEE, tras la desaparición forzada de
su secretario-presidente Rolando Vindel, unos de los 184 casos que
registrar el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en
Honduras, COFADEH, y tras el fallecimiento de su presidente.
En 1984 el movimiento fue reprimido y después de ser violentada junto
con otras mujeres por los cuerpos de seguridad del Estado, fue
encarcelada, acusada de alta traición a la Patria, y logró su libertad
con el apoyo a la presión del movimiento de trabajadores y de
organizaciones nacionales e internacionales.
Al siguiente año, hizo una gira para denunciar los efectos que
provocaban la presencia militar estadounidense en Honduras, y las
agresiones contra niñas, niños y mujeres, que fueron infectados con
enfermedades como “la flor de Vietnam” y el VIH/Sida.
Y la persecución contra la defensora de derechos humanos no se hizo
esperar, nuevamente es objeto de una campaña de desprestigio, cuando
aparecen carteles pegados en paredes de Tegucigalpa, capital de
Honduras, donde se le califica de “comunistas” junto a 11 líderes
sociales.
Y su nombre, aparecía en las listas para perseguir a disidentes
políticos del escuadrón paramilitar 3-16, conocido como “escuadrón de la
muerte” cuya finalidad era el combate a la expansión comunista en
Centro América y de las fuerzas rebeldes anti gubernamentales.
Tendiendo que superar el miedo mismo, en medio de la implementación de
la Doctrina de Seguridad Nacional, Gladys, de 73 años de edad, no se ha
detenido, y entre su historia, encontramos un capítulo de 26 años en el
movimiento obrero, haciendo grandes aportes en la aplicación del Código
del Trabajo.
Para 1986, fue presidenta del STENEE a nivel nacional, pero desde hace
diez años era fiscal del sindicato, y presidenta de la filial de
Tegucigalpa por muchísimos años, así que hizo un largo recorrido para
llegar al máximo cargo de la organización.
Además fungió como vicepresidenta de la Federación Central de
Sindicatos Libres de Honduras, Fecesitlih, secretaria de actas de la
Federación Unitaria de Trabajadores de Honduras (FUTH), esa lucha
sindical le traería consecuencia, y ella lo sabía.
Fue capturada constantemente por la Dirección de Investigación
Nacional, DIN, y en el gobierno de Roberto Suazo Córdoba (1982-1986) fue
cuando estuvo recluida en Centro Femenino de Adaptación Social de
Honduras, CEFAS, donde la tortura contra su persona no cesó, a finales
de esa década llamada “perdida”, con el movimiento obrero, estaba
enfrentados al gobierno de José Simón Azcona, (1986-1990) en contra de
la privatización, pues sabían lo que eso significaba y no se pudo
avanzar en las negociaciones en ese entonces, recordó Lanza.
En el tercer gobierno de la “era democrática” presidido por Rafael
Leonardo Callejas (1990-1994), se implementa la política neoliberal del
sistema, Gladys quien dirigía el STENEE, considera que se inició un
proceso que se está consolidando ahora.
Y
al sindicato, el presidente Callejas lo liquida porque no lo puede
controlar. El STENEE era el sindicato madre de la época, porque no se
doblegaba y entendía bien, porque habíamos gente que teníamos claro el
panorama, afirma la lideresa social.
El este gobierno fue despedida junto con mil quinientos trabajadores
con un sindicato destruido y enfrentándose a una campaña de
desprestigio, por su actuación al frente de un sindicato que se oponía
al sometimiento.
Metamorfosis
A inicios de la década de 90, Gladys tiene que enfrentar una etapa de
cambio personal, de pensamiento, debe plantear nuevas ideas, diferentes
enfoques, pero con la misma convicción, la defensa de los derechos
humanos.
Es cuando las compañeras del Movimiento de Mujeres por la Paz
“Visitación Padilla”, fundado el 25 de enero de 1984, la invitan a
trabajar con ellas en temas relacionados a los derechos de las mujeres,
antes de esto, para Gladys Lanza, todo era igual y “la lucha era la
lucha”.
Ya con “Las Chonas”, como se le conoce a las integrantes del “Vastación
Padilla”, ella se dio cuenta de cómo las mujeres eran violentadas y
discriminadas, y como se les negaba sus derechos de participación, lo
que le ayudó a pensar, actuar como mujer y eso es un enorme proceso, una
lucha interna y revisión constante, porque como sindicalista tenía que
mostrar dureza.
Y mediante este proceso Gladys fue ayudando a otras mujeres para que la justicia se aplique de manera real.
Desde el año 2002, es la Coordinación Nacional del Movimiento
“Visitación Padilla”, y fue estudiando e investigando sobre mujeres del
pensamiento feminista y el discutir mucho dentro de la organización, le
ayudó a comprender que lo más importante es escuchar los testimonios de
las mujeres que viven violencia.
Beneficiaria Medidas Cautelares de CIDH
Lanza Ochoa, es una figura en la defensa de los Derechos Humanos en
Honduras y reconocida a nivel internacional, por lo que siempre ha sido
objetivo de persecución, amenazas y hostigamiento, pues su lucha y
denuncias “ofende” a los agresores y violadores.
Su labor es respalda por organizaciones dentro y fuera del país, en un
comunicado en 2010, el Movimiento de Mujeres por la Paz "Visitación
Padilla", el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Honduras
(Cofadeh) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional
(Cejil), exhortaron al Estado hondureño cumplir la resolución de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, (CoIDH) que exige implementar
medidas que garanticen la vida e integridad de Lanza Ochoa.
El 3 de septiembre del 2010, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CoIHD), otorgó medidas cautelares a la defensora de derechos
humanos (DH), Gladys Lanza Ochoa, organizaciones hondureñas exigieron a
las autoridades de su país que las implementen de manera efectiva, pues
hasta el momento han sido insuficientes.
Denunciaron que desde el 24 de julio de 2009 la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos (CIDH) ordenó al Estado hondureño proteger a la
defensora; no obstante, los incidentes no cesaron pese a la adopción de
las medias cautelares. Por esta razón, el 23 de julio, el Cofadeh y
Cejil pidieron CIDH que solicitara la intervención de la CoIDH, quien ya
ordenó medidas de protección.
De acuerdo con estas organizaciones, desde el golpe de Estado en
Honduras, el 28 de junio de 2009, la CIDH adoptó alrededor de 200
medidas cautelares (algunas individuales y otras colectivas), pero la
mayoría de ellas no han sido cumplidas de manera eficaz por el Estado
hondureño.
Las medidas se dieron en medio un contexto nacional, donde la defensora
se encentraba en situación de riesgo, ya que vía electrónica recibía
amenazas de muerte y persecución, motivos por los cuales Amnistía
Internacional y la organización Feministas en Resistencia, exigieron al
gobierno de Honduras tomar medidas de protección que garantizaran su
vida.
Entre los logros en la lucha feminista, se puede mencionar Ley Contra
la Violencia Doméstica, la eliminación del servicio militar obligatorio,
las reformas de la Ley electoral la participación de la mujer en los
cargos de elección popular iniciando con un 30 por ciento, aunque ahora
propugnan por llegar al 50 por ciento.
En 2011, como coordinadora de “Las Chonas” decide acompañar a una
denunciante de acoso sexual y laboral, por lo que Gladys fue a
querellada por los delitos de difamación, injuria y calumnia, contra
Juan Carlos Reyes, director de la Fundación para el Desarrollo de la
Vivienda Social, Urbana y Rural (Fundevi).
La acusación pesa contra la Organización Visitación Padilla,
representada por Gladys Lanza, y corre el riesgo que sus funciones sean
suspendidas temporalmente, justo por cumplir con su misión de reclamar
el respeto a los derechos humanos.
Gladys Lanza, también ve grave que con este proceso judicial se quiera
meter miedo a la cultura de la denuncia, la cual ha costado muchos años y
procesos de formación.
“Las Chonas” veían entre las valoraciones, la posibilidad que su máxima
representante, fuera condenada, sin embargo, para seguir el cumplimento
de la Ley, se puede hacer uso del Recurso de Casación (recurso
extraordinario que tiene por objeto anular una sentencia judicial).
Para el COFADEH, el golpe es que la hayan llevado a los tribunales de
justicia y la hayan acusado, pero de todas estas acciones se ha enviado
información a la comunidad internacional que avala el trabajo de los y
las defensoras de DDHH, pues con estas acciones quienes manejan el
poder, envían mensajes para que la población no denuncie, para que se
callen, y que se pierda la solidaridad entre los y las defensoras.
La CoIDH, ya tiene información, ellos van a valorar si se violó o no el
debido proceso, posiblemente se realizó conforme a Ley, considera la
coordinadora del COFADEH, Bertha Oliva, pero hay otras aristas que se
ellos –operadores de justicia- han descuidado desde el ámbito de los
Derechos Internacionales de Protección para los y las defensoras de
DDHH, eso hay que verlo a la luz de la serenidad, con calma.
Lamentamos y condénanos la acción, porque eso garantiza la pérdida de
confianza en el sistema de justicia en nuestro país, no es que nos gusta
ir al Sistema Interamericano de Justicia, porque eso solo es para
exhibir que el país cada vez se deteriora más, y que los y las
hondureñas que procuramos por fortalecer el Estado de Derecho, que nos
sometemos incluso sabiendo que los resultados de los juicios serán en
contra de los que demandamos justicia.
Lo que querremos es que un día se cree independencia en el Sistema
Judicial, que haya jueces y magistrados con capacidad de no actuar
arbitrariamente, porque tenemos sed de justicia, afirmó la defensora de
derechos humanos, Bertha Oliva.
El 25 de febrero de 2015, el movimiento de derechos humanos estará
acompañando a Gladys Lanza, citada por los jueces del Tribunal de
Sentencia de Tegucigalpa, Sara Isabel Rodríguez, Raúl Iván Chávez y
Mayra Lizeth Aguilera, quienes la condenaron por injurias constitutivas
de difamación, para conocer la individualización de pena.
La parte demandante solicitó una pena que oscila entre 1 a 2 años,
ocho meses de cárcel; decretar la responsabilidad civil y condenarla en
costas del juicio para que pague todos los gastos en que incurrió su
cliente.
Gladys Lanza, con mucha serenidad, afirma que no está arrepentida de
haber acompañado a una víctima que denunció acoso laboral y sexual, y
por ende buscó acompañamiento del Movimiento de Mujeres por la Paz
“Visitación Padilla”, la cual ella coordina.
http://www.defensoresenlinea.com/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=3397:historica-defensora-de-derechos-humanos-condenada-en-tribunales-hondurenos-por-acompanar-a-victima&catid=71:def&Itemid=166
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por Galel Cárdenas
Repasar un poco la vida de Gladys Lanza, es repasar la historia del
movimiento feminista contemporáneo en Honduras, pero, sobre todo, es repasar la
lucha desigual de una mujer en contra del sistema ideo político que domina el horizonte de la patria.
El sistema judicial atravesado por el prevaricaismo, en donde los jueces
(comprometidos con el régimen conservador) condenan injustamente a los hondureños que
sometidos a la justicia por acusaciones y contra acusaciones que defienden el
status quo, asume sus condenas y resoluciones desde la perspectiva de una ley
sometida a criterios políticos,
ideológicos y fundamentalmente a revanchas judiciales en las cuales se puede
percibir una justicia clasista, plena de sesgos políticos y sobre todo, de
manipulaciones legalistas a favor de la élite y en contra de los ciudadanos
comunes y corrientes que piensan y sienten diferente o que están vivamente
comprometidos con la refundación de una Honduras soberana, equitativa y justa.
Ha sido condenada Gladys Lanza por el juzgado que tuvo en sus manos el
caso de una acusación de acoso sexual que
el Movimiento
de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, organizaciones hondureñas e
internacionales –como la Red Nacional de Defensoras de DH en Honduras y la
Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de DH–, impulsó en contra de un
funcionario público que es el esposo de una dirigente y diputada liberal que ha sido protagonista del golpe de Estado
en Honduras.
Gladys Lanza en su calidad de directora del
Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla” relató que en 2011,
Lesbia Pacheco, jefa de Recursos Humanos de la Fundación para el Desarrollo de
la Vivienda (Fundevi), se acercó a la organización en busca de respaldo, pues
luego de años de acoso sexual y laboral por parte del gerente de la empresa,
Juan Carlos Reyes, había sido despedida.
La organización de derechos humanos representada
por esta luchadora incansable de los derechos de la mujer en esta sociedad de
injusticia permanente, asumió la denuncia y procedieron a defender la joven en
las instancias que correspondían a fin de resarcir el daño sufrido por Lesbia
Pacheco, que en su momento era la jefa de Recursos Humanos de la Fundación para
el Desarrollo de la Vivienda (Fundevi).
Desde el año 2011 Gladys Lanza y su organización se
encuentran dilucidando en los juzgados correspondientes los resultados de esta
diligencia laboral. Sin embargo, el señor Juan Carlos Reyes, abrió una querella
judicial contra la coordinadora de Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación
Padilla”, acusándola de calumnia y difamación, el querellante solicitaba dos
años de prisión para la compañera Lanza, y en el caso de la condena entonces
pasaría a arresto domiciliario por que la acusada sobrepasa los 60 años de
edad.
Desde el año 2009, fecha del tránsito de una
democracia representativa a una dictadura clasista, todo el sistema judicial,
legislativo y ejecutivo ha pasado a convertirse en una dictadura en contra de
los sectores beligerantes del país, de las
organizaciones populares, de los gremios
sociales, en fin, de todo aquello que defienda sus derechos humanos ante el
régimen autocrático en el cual nos ha embarcado el poder fáctico mediático.
Atacar, querellar,
encarcelar y sacar de circulación
a Gladys Lanza tiene un objetivo político específico que consiste en acallar
una de las organizaciones más prestigiadas a nivel internacional.
Gladys Lanza es una extraordinaria mujer rebelde
que desde muchas décadas anteriores ha luchado en el plano de la dirección
laboral del sindicalismo hondureño,
fungiendo en su momento como presidente de una de las empresas estatales
más desarrolladas de la nación, luego pasó a formar parte del Movimiento de
Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, trinchera desde donde ha trabajado
intensamente en contra del sistema político dictatorial impuesto a nuestro país en los últimos cinco
años.
Esta
extraordinaria mujer, que desciende de una
familia de mucho prestigio y poder en anteriores épocas dentro del
Partido Nacional, es hija de Vicente Williams Calderón; Gladys Lanza
fiel a su concepción de un mundo
de justicia y equidad, renunció al apellido paterno para proseguir su
ruta de rebeldía social y política.
Ante una entrevista concedida a Proceso Digital, dijo entre otras cosas la
siguiente:
“Es que a mi padre lo quise mucho, un hombre que
influyó mucho en mí. Ese deseo de pelea, de no doblegarme, creo que viene de
él’’; agregó que ‘‘es un lío eso de los apellidos… como soy rebelde, no me
importa lo que digan o no los papeles, todo eso es circunstancial’’; ‘‘soy feminista desde mi nacimiento y por eso
soy rebelde. De igual forma, ser feminista es una posición política, hay que
reclamar que hay momentos en que la sociedad es injusta. Las mujeres tenemos
derechos y aunque ahora los estamos sembrando, mañana habrá cambios’’; ‘‘Milité en el movimiento obrero por 26 años
y desde ese entonces hicimos grandes aportes en la aplicación del Código del
Trabajo, que para mí es una realidad que deberían estar defendiendo los
trabajadores. No ha habido suficiente conciencia de parte de la clase obrera y
allí hay mucho que discutir todavía’’.
Calificada por muchos
compañeros como un símbolo del movimiento obrero y feminista del país, Gladys
Lanza —como siempre— está enfrentada al
sistema judicial del país, contra quien lucha desde hace tres décadas tanto en
el plano de la lucha obrera como en el de la lucha de mujeres que como
Visitación Padilla, están convencidas de que la presencia de la mujer en la
lucha por la liberación nacional es fundamental.
Su papel en la
construcción de un pensamiento libre y revolucionario es parte esencial con el
objetivo de interpretar nuestra realidad política, en donde se entrecruza de
manera antagónica un clase capitalista, mediática y fáctica que tiene por
convicción la explotación del hombre por el hombre para enriquecerse de la
manera más burda y inhumana posible.
El sistema
prevaricatista judicial del país en
manos de una clase corrupta política,
fundamentalmente anticomunista y represiva, al servicio del imperio, tienen a
Gladys Lanza en el ojo de su propio
huracán de injusticia, con el propósito de silenciarla, desprestigiarla y
destruir su imagen de beligerancia, feminismo, y justicia, por la cual, por esta
última ha arriesgado su vida, al ser amenazada de muerte continuamente, perseguida siempre y
reprimida en cuanta ocasión se presente
a una autoridad tiránica, malévola y desquiciada.
Gladys Lanza es un
ícono de la lucha por la justica, mujer que posee un valor incalculable para el
movimiento feminista, para la lucha por la liberación nacional, para la
refundación del país.
Sus aportes a este
desigual enfrentamiento de las fuerzas clasistas en Honduras, son
indispensables y su ejemplo de dignidad,
beligerancia y honestidad a toda prueba, envía un mensaje a todos los
hondureños y hondureñas que hemos
acogido este preclaro ideal de refundar el país mediante una asamblea nacional constituyente
que redacte una carta primordial donde
la democracia participativa sea el mecanismo de transformación del poder
legislativo, judicial y ejecutivo, como única herramienta de entregar al pueblo
su felicidad social.
No podrán contra
Gladys Lanza, jueces y abogados, títeres
del sistema de oprobio en que nos encontramos.
La patria la
recompensará en su momento propicio, porque no hay mal que dure cien años ni
pueblo que lo resista.
Fuente: Red FIAN-Honduras
Fuente: Red FIAN-Honduras
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