Durante la segunda mitad de la década de los 90 se inició un proceso de desmilitarización que se vio truncado particularmente a partir de la llegada al gobierno de Ricardo Maduro, quien desplegó los militares en las calles para realizar funciones policiales.
Ese
despliegue se prolongó en los gobiernos de Manuel Zelaya Rosales y
Porfirio Lobo Sosa. Lógicamente, cuando se involucra a militares en
funciones de seguridad ciudadana, no tarda en politizarse su
intervención.
En
este escenario se explica en cierta medida el papel protagónico de los
militares durante el golpe de Estado de 2009 y la recuperación bajo su
control de instituciones claves del Estado como HONDUTEL, Migración y
Extranjería, Aeronáutica Civil, Registro Civil y el Instituto Nacional
de Mercadeo Agrícola.
A
partir de ahí, los militares son la fórmula mágica utilizada por el
actual gobierno para resolver todos los problemas del país. Por ello,
uno puede observar que los militares patrullan calles, instalan retenes y
controles de revisión, realizan arrestos y cateos, administran los
bosques, los centros penales y hasta intervienen los hospitales
públicos.
La
creación de la Policía Militar y el nombramiento de un general en
activo al frente de la Secretaría de Seguridad representan la
profundización de este proceso de remilitarización, el cual recibió su
primer revés cuando el Congreso Nacional en una votación de 67 votos en
contra rechazó ratificar el Decreto 283-2013 que le otorgaba rango
constitucional a la Policía Militar y la colocaba peligrosamente bajo el
mando directo del presidente de la República.
Sin
embargo, teniendo en cuenta el alarmante deterioro de las instituciones
democráticas y del Estado de derecho, y las conductas autoritarias de
Juan Orlando Hernández que ahora propone una consulta directa a la
ciudadanía para que decida al respecto, es necesario que aprovechemos
este primer revés para concientizar a nuestro entorno sobre la exigencia
de que los asuntos de seguridad ciudadana sean de competencia exclusiva
de cuerpo s policiales civiles, debidamente organizados y capacitados.
Debemos
ser insistentes en que el gobierno no puede manipular y confundir los
conceptos de seguridad pública y seguridad nacional, ya que la
criminalidad por muy grave que sea, no constituye una amenaza.
Escuchar y descargar Nuestra Palabra Derechos compartidos, citando la fuente | Contáctenos | Misión | Historia | www.radioprogresohn.net Si no se ha suscrito Nuestra Palabra,envíe un correo electrónico a multimedia@radioprogreso.net con el mensaje de suscripción. |
miércoles, 28 de enero de 2015
Honduras / Nuestra Palabra: Una primera derrota a la militarización del país - Miércoles, 28 de Enero de 2015.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario