De
Honduras se podrán decir muchas cosas: que somos un país corrupto, que
somos de las naciones más violentas del mundo, que somos de los países
más empobrecidos de la región, que somos un país muy retrasado, pero
cuenta con un pueblo inteligente y que sabe identificar sus problemas,
los responsables y las soluciones.
El
reciente sondeo de opinión del Equipo de Reflexión, Investigación y
Comunicación, Eric de la Compañía de Jesús, lo refleja. La gente
descalifica la administración de Juan Orlando y lo justifica al señalar
sus fracasos en la administración.
La gente reciente la falta de empleo, la carestía de la vida, la inseguridad y violencia, y esos fracasos al mismo tiempo los convierte en exigencias y en demandas. Claro está que estos problemas no son nuevos, no son de esta administración sino que se vienen acumulando administraciones tras administraciones. Las respuestas nunca llegan.
La gente reciente la falta de empleo, la carestía de la vida, la inseguridad y violencia, y esos fracasos al mismo tiempo los convierte en exigencias y en demandas. Claro está que estos problemas no son nuevos, no son de esta administración sino que se vienen acumulando administraciones tras administraciones. Las respuestas nunca llegan.
Los
resultados del sondeo reflejan esa cruda y dura realidad de la
población, y es el instrumento perfecto para darse cuenta lo que la
ciudadanía piensa y demanda, y a partir de allí formular respuestas. Sin
duda una tarea casi perdida con la clase política que gobierna este
país.
A
pesar de esos pesares. El pueblo hondureño no se rinde. A pesar de lo
hecho leña que está el país con sus graves problemas económicos y de
seguridad, la gente no quiere emigrar, no quiere irse del país, y así lo
dejan constatado los resultados del sondeo de opinión. Es más, los
resultados del Sondeo nos revelan que a pesar del panorama desolador
marcado por el alto costo de la vida, la inseguridad, y la desconfianza
de la población en la institucionalidad, la gente encuestada dice sentir
más esperanza que temor al momento de pensar en el futuro.
Honduras
es un pueblo pacífico que muchas veces se confunde con la pasividad. El
reto es iniciar verdaderos procesos de transformación de nuestra
realidad sin abandonar lo pacífico pero sin darle cabida a la pasividad.Escuchar y descargar Nuestra Palabra
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