Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- Este juicio es, en esencia, una batalla entre una mujer sin poder, enfrentada al “tráfico de influencias, la soberbia, el uso de un documento con origen supuestamente fraudulento” y la consecuente impunidad. Así lo interpretan los representantes de organizaciones de sociedad civil de Honduras, y la parte defensora. Este juicio representa la confrontación entre una persona irresponsable en sus comentarios que ha dañado el honor de un hombre, así es como lo ve el demandante.Serie 1 de 2 / Escrito por Wendy Funes | Enero 29 del 2015
El demandante es Juan Carlos Reyes, director de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda Social, Urbana y Rural (Fundevi), una organización sin fines de lucro, no estatal que recibe donaciones de cooperantes y gobiernos internacionales. Este
caso llamó la atención de la prensa por tratarse del esposo de una
servidora pública, la ex ministra de Finanzas, Gabriela Núñez, en el
gobierno de Roberto Micheletti, juramentado por el Congreso Nacional
después del Golpe de Estado de 2009 y actual diputada por el Partido
Liberal.
Del otro lado, la condenada por injurias constitutivas de difamación es la coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla", Gladis Lanza, un activista proderechos de la mujer hace más de tres décadas.
Lanza fue condenada por divulgar la denuncia de acoso sexual y hostigamiento laboral,
interpuesta por Lebia Pachecho, ex empleada de Fundevi, y ratificada
por la denunciante este 27 de enero ante el Tribunal de Sentencia de la
Sala Uno. Ella sostuvo ante el tribunal que sufrió acoso sexual y
hostigamiento por parte del señor Reyes y que Lanza se limitó a tramitar
su denuncia.
Con
ese testimonio de Pacheco, como testigo de la defensa de Lanza, el 27
de enero se terminó de evacuar toda la prueba en el Juicio Oral y
Público y a las 3 de la tarde se citó para dar a conocer el fallo del
Tribunal de Sentencia. Sin embargo, hasta las 5:30 de la tarde, el
Tribunal de Sentencia dio a conocer su fallo.
En
la última cita de evacuación de pruebas, Lanza vestía una camisa
morada, sentada en el banquillo; a su lado izquierdo estaba su apoderada
legal, Gloria García, y del extremo derecho, a unos dos metros de ella,
había un militar con fusil, chaleco antibalas, gorra verde olivo y
traje moteado. En el centro de la sala, los tres jueces de sentencia,
ataviados con toga negra, podían ver la baranda de madera que dividen el
estrado de las seis filas de 24 sillas negras, frente a ellos,
habilitadas para el público; al abogado acusador, Jair López, sentado a
su lado derecho, y la acusada al otro lado, la secretaria de la
audiencia, un alguacil, un civil, como testigos del Juicio Oral y
Público para sentenciar si al denunciar el supuesto abuso contra los
derechos de una mujer se difamó al supuesto agresor.
Entre
el público, reconocidos defensores y defensoras de derechos humanos,
periodistas y representantes de Brigadas Internacionales de Paz
observaban la manera en que se desarrolló el debate.
Así ven el juicio: “Parcialidad del tribunal de sentencia”
En
uno de los recesos, la artista Karla Lara, de la Red de Defensoras de
Derechos Humanos, señaló que le parece sorprendente como quienes están
impartiendo justicia tratan de favorecer a la parte acusadora. “Me
parecen que hacen bastante esfuerzos para ayudarle cuando el abogado no
logra terminar de generar o no encuentra en la persona que está llamada a
declarar la respuesta que anda buscando”.
“Veo
completamente parcializado al tribunal, además me parece una re
victimización de la víctima porque ella vuelve a tener que hacer el
testimonio de una cosa que ya se agotó en una instancia”, dijo Lara al
recordar el momento en que Lesbia Pacheco hizo una relación de los
hechos de supuesto acoso sexual y laboral que habría sufrido en Fundevi.
Incluso
en este juicio se atraviesa el tema de la clase porque se habla de la
palabra de las mujeres del barrio y de la calle, descalifican la
protesta porque no se trata de mujeres de las “high societe” (Alta
sociedad), valoró.
La defensora de derechos humanos, la abogada Reina Rivera, especialista en Derecho Penal, indicó que el
caso es muy grave en términos de precedentes que puede generar para el
movimiento de mujeres y para los activistas sociales que denuncian
corrupción y realizan plantones contra corruptos en entidades del
Estado.
A
juicio de Rivera, la víctima dio un testimonio contundente y veraz,
pero la Corte Suprema de Justicia, en un juicio laboral anterior,
desestimó sus alegatos. Y frente a la impunidad, las organizaciones de
mujeres acompañaron a la víctima reclamando lo único que queda es la
sanción moral y por haber ejercido ese derecho, una defensora de
derechos humanos está siendo procesada.
“La
persona que está siendo querellante en este caso es una persona que
efectivamente se mueve en el alto nivel político”, indicó. Mientras
estaba el debate oral, la abogada Rivera comentaba en vos baja que la
parte acusadora hacía un interrogatorio con vicios, Sostuvo que a su
juicio durante el juicio hubo acoso para la testigo Lesbia Pacheco. El
acoso continuó para esa víctima porque ella denunció acoso laboral y hoy
todavía en el sistema de justicia fue víctima por el apoderado del
acusador, pero ella mantuvo sus respuestas aunque fueron repetitivas.
Los
testigos de la defensa declararon ante el tribunal que con base en un
informe falso de la Secretaría de Trabajo, el Ministerio Público y el
Comisionado Nacional de Derechos Humanos cerraron las denuncias
interpuestas por Pacheco. De igual forma, el juzgado de primera
instancia sentenció que Pacheco sufrió hostigamiento laboral. Pero
cuando el caso llegó a otras instancias más altas le dieron vuelta y “no
quisiera pensar que hubo colusión”, depuso Pacheco ante el Tribunal.
El
acusador, por su parte, presentó testigos que declararon que un
plantón, organizado por Visitación Padilla y una entrevista dada por
Gladis Lanza a Hondured, así como las publicaciones de la periodista
Dina Meza, afectó el honor de su representado. La audiencia del 27 de enero finalizó con las conclusiones de las partes del juicio. Al
salir de la sala, el señor Reyes declaró que este es un momento óptimo
para que las organizaciones de derechos humanos reflexionen sobre sus
metodologías de trabajo, sus métodos de investigación y análisis de los
casos para judicializarlos porque ese debe ser el fin final de los
defensores de derechos humanos.
“Judicializar
los casos, llevarlos a los tribunales y que los tribunales se
pronuncien, mientras sigamos con la protesta pública, con la molotera,
rindiéndole culto a su majestad el molote, las autoridades judiciales no
tienen la posibilidad de pronunciarse”, estimó Reyes, liberado de
responsabilidad, en sede administrativa, por el MP y por el Conadeh,
representado en aquel entonces por Ramón Custodio. El
comisionado Custodio dejó al país en nivel B, es decir en un nivel más
bajo por el tipo de desempeño que tuvo durante el Golpe de Estado.
http://conexihon.hn/site/noticia/libertad-de-expresi%C3%B3n/el-juicio-de-una-defensora-de-derechos-de-la-mujer-en-honduras
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El juicio de una defensora de derechos de la mujer en Honduras
Serie 2/2 /
Escrito por Wendy Funes | Enero 30 del 2015
• El 25 de febrero próximo se conocerá la sentencia que enfrentará Lanza en la audiencia de individualización de la pena.• La parte acusadora pide más de dos años de cárcel, la pena accesoria de inhabilitación, condena en costas y declaratoria de responsabilidad civil.
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).-
Las fotografías, el vídeo de dos noticias de periodistas de la
televisión hondureña, varios reportajes de periódicos alternativos,
notas del cierre administrativo de la denuncia de acoso sexual, el
testimonio de Juan Carlos Reyes, la declaración de Lesbia Pacheco, la
supuesta víctima del hostigamiento, y la comparecencia del que fue su
apoderado legal, Luis Alberto Rovelo Morales.
Esos,
entre otros, fueron los medios de pruebas presentados para enjuiciar
ante el Tribunal de Sentencia de la Sala Uno a la coordinadora del
Movimiento de Mujeres por la Paz “Visitación Padilla”, Gladys Lanza,
condenada por injurias constitutivas de difamación.
Juan Carlos Reyes, junto a su esposa la diputada liberal, Gabriela Núñez. |
Según
el Tribunal de Sentencia, Lanza actuó con dolo, Animus injuriandi
(ánimo de injuriar) al haber difundido la denuncia de la ex jefa de
Recursos Humanos de la Fundación para el Desarrollo de la Vivienda
Social, Urbana y Rural (Fundevi), Lesbia Pacheco, en contra del director
de la misma institución, Juan Carlos Reyes, por supuesto acoso sexual y
hostigamiento laboral. Pero al momento de dar hacer declaraciones y
hacer un plantón frente a Fundevi, Lanza ya conocía una carta
aclaratoria que le envió el señor Reyes, de acuerdo con el razonamiento
de los jueces.
Los
hechos probados, considerados así por el tribunal, fueron que el “14 de
noviembre de 2010, frente a las instalaciones de Fundevi, ubicado en la
ciudad de Tegucigalpa, se realizó un plantón, dirigido por la señora
Gladys Lanza, en el cual por medio de varias pancartas, se expresó las
siguientes frases:..Juan Carlos Reyes acosador de Mujeres…”.
El
15 de noviembre de 2010, “en los canales TVN Hondured se transmitió una
entrevista, realizada por la señora Gladys Lanza, en ocasión del
plantón antes referido, en el cual ante los medios de comunicación
expresó, ‘estamos aquí en un plantón para denunciar a Juan Carlos Reyes,
gerente de esta institución y que está acusado. Nosotros
estamos acompañando a un caso, primero laboral y acoso sexual. Este
hombre ha estado en la persecución contra una compañera que realmente
decidimos apoyar porque estos casos son los que son emblemáticos para
nosotras porque esto se da constantemente en las oficinas públicas,
aparecen los acosadores de mujeres, pero nadie se atreve a
denunciarlos…”.
“Tenía
el derecho como ciudadana de realizar protestas, pero ningún ciudadano
hombre o mujer tiene el derecho de emitir frases peyorativas que afecten
la dignidad y el honor de otra persona o suponiendo agresiones o bajo
la creencia absoluta de que ninguna miente, pues en el ámbito de respeto
de hombres y mujeres todos tenemos, valga la redundancia, ese derecho
de ser escuchados y ser vencidos en juicio”.
Según
el Tribunal, “para emitir expresiones como acosador de mujeres y todo
lo que se dijo en las pancartas debió mínimamente existir una denuncia
fundada de parte de la señora Pacheco que respaldara los dichos de doña
Gladys Lanza”.
Lea además: Serie Parte I, serie 1 de 2
Los testigos de la defensa
Durante
el juicio, Pacheco dijo a los togados que acudió a la Secretaría de
Trabajo y al Ministerio Público a denunciar las agresiones en su contra y
luego acudió a Visitación Padilla y ahí le dieron terapia sicológica y
acompañamiento.En el Ministerio
Público tipificaron su denuncia como acoso sexual y al demandar en el
Juzgado de Letras del Trabajo lo hizo por hostigamiento laboral.
Manifestación del Movimiento de Mujeres Visitación Padilla en noviembre de 2014. |
Según
su testimonio, el “documento falso” sirvió para declarar el cierre de
las denuncias en el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) y
en el Ministerio Público (MP). En
primera instancia, la jueza declaró con lugar la demanda dijo que había
acoso laboral y que se violentan Tratados de Honduras. Pacheco fue a
poner la denuncia en Visitación Padilla.
“Presenté
un recurso de casación porque Fundevi revocó el fallo con dos a uno”,
explicó Róvelo porque la demanda de hostigamiento laboral fue revocada
en un tribunal de alzada.También
declaró Reyes y dijo a los togados que se sentía agraviado por las
expresiones vertidas por Lanza y que envió una nota para dar su versión
de los hechos a la organización sin obtener respuesta.
Luego
de la evacuación de pruebas, las partes del juicio dieron sus
conclusiones. El abogado acusador, Jair López, pidió una pena que oscila
entre un año cuatro meses a dos años ocho meses de cárcel. Lanza puede
conmutar esta pena para evitar ir a prisión.
Además,
solicitó la declaratoria de responsabilidad civil de la acusada y la
condena en costas del juicio para que pague todos los gastos en que
incurrió su patrocinado. La
primera audiencia del juicio fue el martes 13 de enero, la segunda
audiencia el 27 de enero y la condena se dio a conocer este 28 de
febrero. Los jueces entraron a dar el fallo a las 5:10 de la tarde, dos
horas después de la hora para la que habían citado.
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