Tegucigalpa
– Una mujer con ocho meses de gestación fue objeto de una golpiza
propiciada por su marido, en plena vía pública, en Tegucigalpa, la
capital hondureña. El hecho ocurrió en las últimas horas.
Frente a la vista de transeúntes, José Antonio Ruíz, golpeó incansablemente a su mujer, quien con ocho meses de embarazo sufrió severas lesiones. Ruíz fue detenido por miembros de la Policía Milita
Recientemente
un reconocido académico hondureño cumplía su trabajo comunitario en un
plantel de la alcaldía capitalina. El hombre, docto y de exquisitas
letras, había ejercido violencia contra su compañera. Poco antes un
popular empresario limpiaba vidrios en oficinas públicas para cumplir su
servicio comunitario por la misma causa.
Igualmente
cumplen su servicio comunitario deportistas, políticos, periodistas,
empresarios, albañiles, contadores, médicos, sastres y hasta ancianos.
Todos con el común denominador de ser agresores en sus hogares.
También
una que otra mujer realiza su trabajo comunitario. Los casos de mujeres
agresoras son infinitamente inferiores en proporción a los hombres.
Está
comprobado que la violencia doméstica comienza con un grito o un
empujón, pero que muchas veces concluye con la muerte de mujeres. Los
recientes casos que están ocurriendo en el país, han puesto de nuevo en
la palestra pública el tema que en muchas ocasiones resulta poco
relevante para la población hondureña, una nación con un alto porcentaje
de feminicidios y donde la mayoría de muertes quedan impunes.
Pero
la violencia contra las mujeres aparece reflejada en los medios de
comunicación ocasionalmente, cada vez que el caso transgrede los límites
“normales” por la saña o la espectacularidad que le ronda. El más
reciente es el de un hombre que estuvo a punto de estrangular a su compañera frente a sus pequeños hijos en el caribeño Trujillo.
La
referida madre llevaba en brazos a su hijo de meses, caminaba en
compañía de otros dos pequeños cuando el marido se apareció en el camino
y la golpeó brutalmente hasta derribarla, aún con su hijo en brazos la
mujer fue auxiliada por una persona que evitó su potencial
estrangulamiento.
La violencia contra la mujer no discrimina estatus social, ocurre en todos los segmentos de la sociedad.
Recientemente,
la relatora especial de Naciones Unidas sobre Violencia contra las
Mujeres, Rashida Manjoo, expresó que esa problemática está propagada y
es sistemática en Honduras al estar vinculada a la situación económica y
social y su impacto se manifiesta de numerosas formas, como la agresión
intrafamiliar y el tráfico de personas.
Agregó
que durante su visita al país centroamericano tomó nota de "un
sinnúmero de preocupaciones en relación a los altos niveles de violencia
doméstica, feminicidios y violencia sexual".
Indicó
que los asesinatos de mujeres en Honduras aumentaron un 263.4 por
ciento entre 2005 y 2013, y el 95 por ciento de los casos están impunes,
señaló la alta funcionaria de la ONU, sin ofrecer cifras anuales.
Añadió
que la violencia doméstica sigue siendo la causa principal de los
crímenes que se denuncian en Honduras, donde cifras oficiales señalan
que cada 13 horas ocurre el asesinato de una mujer.
Hechos impactantes
En
los últimos meses, la violencia doméstica en este país centroamericano
ha concluido en la muerte violenta de mujeres por parte de sus agresores
en diferentes sectores de Honduras.
El pasado 2 de septiembre, un hombre le cercenó el brazo a su esposa,
quien fue trasladada a un centro asistencial, pero lamentablemente
falleció a causa de la gravedad de las heridas de arma blanca que
recibió en su cuerpo. El hecho ocurrió en la occidental Santa Bárbara.
Unos días después, en la colonia Sinaí de Dos Caminos, Villanueva, Cortés, norte del país, una operaria de maquila, también habría sido asesinada por su compañero de hogar.
Entretanto, el 14 de septiembre, por presuntos celos, un hondureño mató a machetazos a su ex mujer un sector de Alianza, Valle, zona sur del país.
Según
versiones de sus familiares, el hechor sacó un filoso machete y atacó a
su víctimas frente a los cuatro hijos que ambos habían procreado,
infiriéndole varias heridas que le provocaron la muerte al instante.
El 22 de septiembre, luego de ser capturado por considerarlo sospechoso de dar muerte y enterrar a su ex mujer, un hombre confesó con naturalidad cómo cometió el crimen.
Exigua judicialización
Como
estos son muchos los casos de violencia contra las mujeres. En ese
sentido, las estadísticas de denuncias por esos hechos continúan
incrementándose, no así los casos judicializados.
De
acuerdo a datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad
Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), hasta agosto pasado, 50 mujeres
habían perdido la vida en manos de sus esposos o parejas sentimentales.
La
coordinadora del OV-UNAH, Migdonia Ayestas, informó que entre el 2012 y
el 2013, unas 700 mujeres han muerto en estas circunstancias, por lo
que se pueden señalar como feminicidios.
Por
su parte, el portavoz de la Fiscalía de Delitos contra la Vida, Roberto
Galindo, precisó que a la fecha, se registran más de 82 feminicidios a
nivel nacional en lo que va del año.
No obstante, reveló que de esos casos, solamente 10 han sido judicializados por falta de pruebas y seguimiento.
Otras cifras
De
su lado, el Centro de Derechos de Mujeres (CDM), hasta junio pasado,
tenía registros sobre 338 mujeres víctimas de manifestaciones de
violencia, de esa cantidad, 187 féminas perdieron la vida en forma
violenta y 108 fueron víctimas de violencia sexual.
Esta
información también resalta que de las 187 mujeres que murieron de
forma violenta, el CDM identificó características de feminicidios en 83
casos, lo que implica que por cada 10 muertes violentas de mujeres,
cuatros son tipificados como feminicidios.
Además,
los hechos violentos contra mujeres, ocurrieron especialmente en los
departamentos de Cortés y Francisco Morazán, en el primer semestre de
año.
El
CDM también brindó cifras de 2013, en el que registra que las mujeres
víctimas de violencia son de todas las edades, pero la mayoría son
jóvenes entre 15 a 29 años.
La
organización feminista, también apunta que las 207 mujeres muertas de
manera violenta, oscilaban en las edades de entre 15 y 29 años y de 445
muertes violentas de mujeres, en 314 casos, el agresor es un hombre y de
esos, en 29 casos, se estableció que éste tenía o tuvo una relación
sentimental con su víctima.
Demandan derechos de la mujer
En
Honduras se reformó al artículo 23 de la Ley Contra la Violencia
Doméstica, que dictaba que los juicios contra violencia doméstica
pasarían del ámbito público al privado y que además prohibía a los
medios de comunicación publicar o divulgar información relacionada con
dichos procesos.
En
ese sentido, el 20 de agosto pasado, en el Congreso Nacional, la
diputada del Partido Innovación Nacional y Unidad (Pinu), Doris
Gutiérrez, presentó una iniciativa de ley que fue aprobada y que
permitió la derogación de esa reforma.
Con
la derogación se pueden exponer a los agresores, al igual como se
muestra a los que comenten otro tipo de delitos, destacaron en la Cámara
Legislativa.
La
jefa de la bancada del Partido Anticorrupción (PAC), diputada Fátima
Mena, manifestó que la derogación a la reforma del artículo 23 de la Ley
Contra la Violencia Doméstica, es una reivindicación de los derechos de
las mujeres hondureñas.
De
su parte, la diputada del partido Libertad y Refundación (Libre),
Claudia Garmendia, expresó que la reforma a esa ley debe ser el inicio
para que la legislación también vaya orientada a favor de todas las
mujeres hondureñas.
“Esa
relación de violencia, insisto nuevamente, no sólo se traduce si hay
golpes o violencia física, recibimos violencia en muchas de las acciones
de las estructuras sociales en las que vivimos”, arguyó Garmendia.
Actualmente,
la ley no penaliza con prisión a los que se comprueba cometen violencia
doméstica, solo impone medidas como servicios a la comunidad de uno a
tres meses.
Esas
medidas se cumplen a través de oficinas que las alcaldías municipales
designen y entre ellas figura la limpieza de calles, podado de áreas
verdes, arreglos en centros educativos públicos, reforestación,
elaboración de piñatas y teñido de aserrín utilizado en alfombras de
Semana Santa.
Es
por ello que especialistas en el tema de la mujer, son del criterio que
esas medidas son burladas y muy tibias para los agresores y resultan
insuficientes para prevenir y castigar la violencia doméstica.
Video: A punto de estrangular a su compañera
http://youtu.be/pXPrwAji8es
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