Los medios de comunicación masiva ocupan, sin lugar a
dudas, un lugar fundamental en la estrategia de dominación en esta época de
crisis permanente del capitalismo, y su constante cambio de estrategias para
prevalecer en nuestras sociedades. Estos medios, lejos de informar y ayudar a
orientar la formación de opinión se han convertido en verdaderas armas de
destrucción masiva, ellos crean guerras, atentan contra los Estados y desfiguran
la realidad en todas las formas posibles. Esta es una realidad visible hoy en
todas partes del planeta, y Honduras no es la excepción.
Recién ayer 19 de marzo se hizo un despliegue inusual que
ocupo amplios espacios de la prensa nacional para resaltar un incidente interno
de la bancada del Partido LIBRE.
Daba la impresión de que eso
había sido lo más relevante de la jornada anterior. Los medios se dedicaron con
saña a resaltar la “violencia” que caracteriza a este partido político, y a
contrastarlo con el “civismo” y la “civilidad” de las otras bancadas. En las
agendas noticiosas quedó de lado la denuncia de que los asesinatos de jóvenes
creció durante los primeros meses de administración de Juan Orlando Hernández en
comparación con la administración de Lobo Sosa, ni se comentó la galopante
inseguridad que según estos mismos medios el nuevo gobierno está reduciendo.
Existe una máxima que vale la pena considerar aquí: “si tu
adversario te ataca prepárate, lo peor está aún por venir; si te elogia
preocúpate por qué has dejado de ser un problema para él”. Está
claro que en Honduras existe un plan en desarrollo que no solo busca desmantelar
de una vez por todas la capacidad del Estado para dirigir los destinos de la
nación (todos conceptos liberales), sino que la fuerte intromisión
norteamericana hace prever una escalada militar en la región, y en toda América
Latina; no es casual la presencia de fragatas de guerra gringas en las dos
costas hondureñas, ni es raro que los diarios lo presenten como una gran noticia
para el país.
El estigma que los medios han fabricado contra LIBRE, en
el sentido de que está formado por personas violentas, tiene por objeto destruir
esta institución y es un ataque claro contra el pueblo hondureño. Además, la
falsa imagen de “buenos, pacíficos y civilizados” que le otorgan a los diputados
de la derecha trata de ahondar diferencias que a posteriori pueden servir para
minimizar cualquier agresión física que sufran los legisladores de LIBRE. Se
fabrica un ambiente de aislamiento. Increíblemente, hasta la fecha, no se ha
publicado ninguna iniciativa de ley presentada por la bancada de este partido,
en un silencio pasmoso y deliberado.
Hoy nos quieren vender la imagen de una derecha moderada,
con bancadas compuestas por seres humanos de bien, cuando de ese hemiciclo en
nombre de la paz se han cometido las mayores atrocidades contra el pueblo
hondureño; en él se han creado las leyes más monstruosas contra las libertades
ciudadanos, y muchos de esos que ahora lucen como mansos corderos, no vacilaron
nunca en perpetrar los crímenes más aberrantes contra la sociedad y el Estado.
Esos mismos, son los creadores de la corrupción sin límites que hoy ha dejado a
los hondureños y hondureñas sin medicamentos, sin salud, sin educación (a pesar
de los famosos 200 días y la jornada doble que hasta la fecha no muestran hacer
ninguna diferencia).
En ese hemiciclo de sesiones se falsificaron firmas y se
legitimó un Golpe de Estado Militar hace apenas 5 años, y son pocos los actores
que cambiaron. Hoy los medios apuestan por borrar nuestra memoria histórica,
apostando a la facilidad que siempre hemos mostrado para “olvidar” y para
ignorar las lecciones que recibimos día a día de esta encrucijada que a menudo
llamamos vida.
Mientras eso sucede, el presidente, quien era diputado en
junio de 2009, y que voto dos veces (para que no quedara duda de su posición) a
favor del Golpe de Estado Militar, viaja por el mundo vendiendo la imagen de
inmaculado latinoamericanista, solo porque desea conseguir con los países
hermanos lo que no le darán ni el FMI, ni el Banco Mundial ni su principal
patrocinador del norte.
El hombre, apoyado en la habilidad de las serpientes que
le rodean, pasa largos días de visita en países del ALBA, a los que no solo han
atacado constantemente, sino que seguramente apuestan por su pronta desgracia.
Esa es la ultraderecha y la derecha en Honduras, abyecta y rastrera; para los
medios de comunicación que les apoyan no podemos imaginar los
adjetivos más apropiados.
El incidente entre diputados de LIBRE es una nimiedad. Sin
embargo, ocupa toda la prensa porque el señor de Casa Presidencial, y el plan
estratégico de agresión norteamericano para América Latina, requieren de la
anulación de LIBRE. Hay que recordar una y otra vez la violencia aplicada contra
valiosos diputados en el pasado cuando se les coartaba la libertad de
expresarse; como los abucheaban hasta acallarlos; también hay que
recordar de dónde provino siempre la violencia, de los borregos,
perdón, los corderos
Vale la pena luchar por la libertad, ese ha sido siempre
el lado correcto, más allá de la danza de las coimas que paga el sistema
diariamente a la estructura de extorsión mediática. Por eso, hay
que preparase, lo peor está aún por venir; los elogios son siempre un mal
signo.
Ricardo Salgado
20/marzo/2014
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