lunes, 11 de junio de 2012

HONDURAS, de interes para el Departamento 19 (D-19) : Regresó al país para exigir justicia y no lo ha logrado



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Una evaluación que le realizaron en Estados Unidos reveló que Oscar Antúnez tiene un cuatro por ciento de desequilibrio mental, según lo admite él mismo.              (Nota separada: seguramente  para evadir NO concederle derechos.)

 Fuente: Tiempo.hn
TEGUCIGALPA.- Según los registros del Centro de Atención al Migrante Retornado cada mes más de mil personas que se fueron a Estados Unidos con la esperanza de encontrar las oportunidades que en sus lugares natales no hallaron, retornan al país con los sueños derrumbados y al volver encuentran cerradas las puertas que un día los llevaron a tomar la decisión de marcharse.
Para muchos el caso empeora cuando no solo regresan con las manos vacías, sino también con su cuerpo dañado, ya que dejaron su salud en algunos de los trabajos que allá realizaron con el fin de salir de la pobreza. Oscar Antúnez es uno de los muchos compatriotas deportados que sufren con el anhelado sueño americano. Su cuerpo es el testimonio de la discriminación, mal que padecen quienes en busca de mejores oportunidades dejan el país, aseguró el descontento.
Tras quince años de haber sufrido un accidente laboral en Estados Unidos, el compatriota, Oscar Antúnez no ve resuelto su caso y exige al Gobierno le tome interés a su situación y le permita reencontrarse con sus hijos a quienes no ve desde hace cinco años
Hace quince años, en Denver, Colorado, Antúnez sufrió un accidente en la compañía constructora para la que laboraba y hasta la fecha no ha recibido ninguna respuesta a los problemas que tanto le aquejan a raíz de ese acontecimiento, lamenta. En 1997, mientras desempeñaba sus labores diarias en un sótano, le cayó una pared que le fracturó la pierna izquierda del mismo modo se lastimó gravemente la columna, detalla.

Después de varios tratamientos y operaciones la pierna fracturada de Antúnez quedó más larga que la derecha, actualmente tubos de 14 pulgadas desde la rodilla hasta el tobillo sostienen su extremidad y un bastón le permite movilizarse.

Tras diez años de exigir las indemnizaciones y pasar una semana en la cárcel acusado de terrorismo por reclamar sus derechos, fue deportado y desde entonces ha buscado ayuda en la oficina de Asuntos Consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Recientemente se abocó al despacho de Justicia y Derechos Humanos, expuso.

NO PASA NADA
“Nadie ha hecho nada, me atienden bien, con sonrisas y todo, pero no me resuelven nada, estoy cansado, nadie ve por mí, ahorita estoy durmiendo en una iglesia porque un pastor me lo permitió”, comentó. El repatriado dijo que antes del momento del accidente su condición de ilegal terminaría porque estaba a punto de recibir el permiso temporal con el que accedería al pleno reclamo de sus derechos, sin embargo, el permiso le fue negado, según él, por la situación de su salud.
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Después de varios tratamientos y operaciones, la pierna fracturada de Antúnez quedó más larga que la derecha, en la actualidad tubos de 14 pulgadas desde la rodilla hasta el tobillo sostienen su extremidad y un bastón le permite movilizarse.
Una evaluación que le realizaron en Denver reveló que tiene un cuatro por ciento de desequilibrio mental, a esto se suman las catorce partes de su cuerpo que como consecuencia del accidente quedaron dañadas según los dictámenes médicos, según admitió. El cien por ciento de sus males físicos y mentales se deben al accidente, aseveró el caballero de 57 años de edad que no tiene trabajo y tampoco seguridad alimentaria.

Preocupado por su situación, que lejos de mejorar empeora, cada día Antúnez camina por las calles de la capital buscando asesoría legal, intentando dialogar de nuevo con el Porfirio “Lobo” Sosa con quien ya tuvo dos conversaciones en las que le expuso su caso.

AYUDA AL GOBIERNO
Pese a los esfuerzos que realiza ningún ente gubernamental se ha preocupado por la situación indignante en la que se encuentra, aseguró el agraviado, al tiempo que exigió al Gobierno de Porfirio Lobo Sosa le garantice el respeto a sus derechos y le dé solución definitiva a su problema.

REENCUENTRO
Las indemnizaciones que le corresponden así como un reencuentro con sus hijos que residen en Estados Unidos y de quienes lo separaron en 2007, son las demandas de Antúnez.

FOTO: TIEMPO/JESÚS RODRÍGUEZ

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