¿Quién se beneficiaría con la Cuenta del Milenio?‏

Periodista Alejandro Casco      16/12/11

 La mera neta, como dicen los chavos, Honduras no sería el beneficiado, porque cuando esos fondos se aprueban lo que le llega al pueblo son migajas a cuanta gotas, pero la élite política es la que se queda con el pastel, allí tenemos los recursos multimillonarios destinados a la erradicación de la pobreza.

Sin embargo, al enterarse de la negativa de Washington, de no aprobar cerca de 400 mil millones de lempiras ($ 205 millones), correspondiente a la Cuenta del Milenio del 2012, voceros del gobierno dicen cínicamente en todos los indicadores andábamos bien, en lo único que no hemos cumplido es en corrupción y el respeto de los derechos humanos, eso en buen castellano es un descaro.

En toda nación seria y responsable debe prevalecer el manejo honesto de los fondos del Estado y asegurar la seguridad de los ciudadanos, pero en Honduras esos dos pilares fundamentales en una democracia resultan imposibles de cumplir.

En un reciente foro que asistí analistas de la realidad nacional expusieron que el 50 por ciento del presupuesto nacional se pierde anualmente en corrupción y el 25 por ciento se malgasta en la ineficacia del gobierno, o sea que, el restante 25 por ciento queda para pagar a una burocracia parasitaria y construir alguna infraestructura por allí.

Tales datos no son traídos antojadizamente de la cabeza, los expositores se hicieron acompañar de documentos provenientes de las mismas fuentes gubernamentales y de análisis de organismos internacionales.

Por ejemplo, en el año que está por terminar, el presupuesto nacional fue de 133 mil millones de lempiras, es decir, la clase política que ha venido gobernando durante décadas el Estado, en el 2011 se robó 66 mil 500 millones de lempiras.

Por esa razón, quienes controlan el poder del Estado se resisten a tan siquiera compartirlo con otros sectores, pues se les acaba o disminuirían sus sucios negocios multimillonarios.

De allí que la oligarquía todo lo tiene amarrado, desde los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, donde sus superiores dejan en bonanza económica a amigos y familiares, hasta su tercera generación.

Con los recursos multimillonarios cuantos hospitales pudieran mejorarse, o surtirlos de medicinas, cuántas escuelas  se construirían o mejorarían, pues muchas están deterioradas, cuantos empleos producirían, evitando la inmigración de millones de hondureños a tierras extrañas.

El otro aspecto es lo relativo a la violación de los derechos humanos, ha conducido a que la élite gobernante tenga a la población encerrada en sus viviendas, ante el temor de los ciudadanos de morir a manos de  delincuentes o del crimen organizado.

En la vorágine de sangre tanto los jóvenes, las mujeres, los gays, los periodistas y población en general, son víctimas del asesinato descarado de la policía y demás órganos de seguridad del Estado.

 En Honduras las autoridades del país, cuando se producen los crímenes de nuestro pueblo, únicamente salen con el disco rayado estamos en investigación y termina todo.

Por su parte, los representantes de  los países donantes, aunque no realizan declaraciones, están al tanto de lo que acontece en el país en todos los aspectos.

Ante esa circunstancia, no debe de extrañarnos la decisión de Washington en no aprobar los 205 millones de dólares de la Cuenta del Milenio, pues de haberlo realizado hubiera sido un descaro con un Estado fallido, como el que vivimos.

A lo que hemos llegado en nuestra patria, que por una clase política corrupta y asesina el país paga las consecuencias en no recibir donaciones multimillonarias, que impulsarían proyectos de desarrollo en el campo y la ciudad. Ante esa realidad necesitamos refundar a Honduras en la contienda electoral de noviembre de 2013.

 Al gobierno timorato de Pepe Lobo, que no se decide limpiar a la  policía, le darán, como consolación, de 2 a 20 millones de dólares de la Cuenta del Milenio para investigar la corrupción y la violación de los derechos humanos, ojalá que así sea, porque de lo contrario se roban ese dinero, de eso no lo duden.