jueves, 29 de diciembre de 2011

Colombia,Indigna la miseria galopante del pueblo afrodescendiente chocoano‏

Diciembre 26 de 2011 


Por Nelson Lombana Silva.- PaCoCol
Mientras la constitución nacional de 1991 elimina toda forma de racismo, la práctica dice exactamente lo contrario; basta ver la situación dramática de los afrodescendientes colombianos, especialmente los radicados en el departamento de Chocó. El nivel de atraso y pobreza en el país, particularmente en este departamento, se incrementa escandalosamente ante la indiferencia del gobierno central con sus mezquinas políticas antidemocráticas.
Así lo certifica un informe de la Organización de Naciones Unidas, ONU, sus indicadores son similares e incluso peores a los de los países del hermano continente africano. De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, mientras que en el resto del país la pobreza asciende al 45,5 por ciento, en el Chocó la cifra alarmante y desconcertante es de 70,5 por ciento. Es más: mientras la pobreza extrema en el país no afrodescendiente es de 16 por ciento, en el Chocó es del 41 por ciento.

El pueblo choano afrodescendiente está muriendo de física hambre. Constantemente está padeciendo un número exagerado de compatriotas de piel oscura, sin embargo, la burguesía transnacionalizada insiste en que en Colombia hace rato se eliminó el racismo.

Cálculos señalan que en los últimos ocho años el drama ha crecido en nueve puntos. La tasa de desnutrición duplica el promedio nacional y el analfabetismo es tres veces mayor a la del resto de Colombia. El estudio adelantado por PNUD se refiere también a la explotación minera y señala la destrucción del medio ambiente, la violencia y la descomposición social.

Así las cosas, en el Chocó hay cinco veces más muertes de nuevas madres que en Bogotá y cuatro veces superior al promedio nacional. La cobertura de agua es lamentable, lo mismo el alcantarillado y el saneamiento básico. Esa tragedia es una realidad al comenzar el siglo XXI.

Mientras esto sucede, y que bien parece para muchos analfabetos políticos, simple cuento de hadas, el presidente de la “unidad nacional” Juan Manuel Santos Calderón invierte sumas exageradas de dinero para la guerra y la súper militarización. En nada lo conmueve la muerte de cientos de niños afrodescendientes de simple inanición, es decir, de física hambre.

Con la ayuda de todos y todas, el pueblo afrodescendiente debe organizarse y asumir una posición política y de rebeldía, rompiendo las ataduras de la sumisión, el terror y la represión. Ojalá, en el 2012 brille la unidad, la organización y la acción de masas, porque como dice el viejo dicho: “Es más digno morir peleando que morir arrodillado a la ideología de la burguesía”.

Ibagué, diciembre 25 de 2011

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