domingo, 6 de noviembre de 2011

Un golpe duro para las posibilidades de paz en Colombia Asesinado por el ejército de Juan Manuel Santos el jefe máximo de las FARC

Por  RESUMEN LATINOAMERICANO
 
El jefe máximo de las FARC, Comandante Alfonso Cano, murió en un operativo de las fuerzas militares de Colombia, que bombardearon su campamento, confirmó el presidente Juan Manuel Santos.
Al anunciarlo en la noche del viernes, el mandatario derechista y uno de los principales impulsadores del Terrorismo de Estado, aseguró que se trató del “golpe más contundente” dado en toda la historia contra la mayor organización guerrillera del país, según reportó la agencia de noticias DPA.

Las primeras versiones, divulgadas por fuentes castrenses, indicaron que Cano cayó abatido en un bombardeo lanzado a su campamento en una zona rural del municipio Suárez, en el departamento (provincia) Cauca, en el sur del país, consignó la agencia ANSA.

El deceso del máximo comandante de las FARC fue confirmado primero por el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y poco después por Santos.

Ya desde la tarde, voceros militares habían reportado bombardeos a un campamento de las FARC en el Cauca, en el que murieron varios de los integrantes del círculo de seguridad de Cano, así como el arresto de Pacho Chino, otro miembro de ese grupo.

Pinzón precisó que el operativo contra Cano se inició “hace varios días, bajo el nombre de Odiseo, pero se materializó a las 8.30 del día de hoy” (por el viernes) con un bombardeo en el que, según confirmó, cayeron varios de los miembros del “anillo de seguridad” del líder guerrillero.

De acuerdo con el ministro, luego las tropas desembarcaron en la zona, hallaron varios elementos que les permitieron concluir que estaban tras la pista de Cano, a quien siguieron y cayó abatido luego de un enfrentamiento con los soldados.

“Hoy podemos dar parte al país de que las fuerzas militares y la Policía Nacional han derrumbado este mito: alias Alfonso Cano ha caído, ha sido de baja, ha sido reconocido, todo el proceso forense ha sido revisado y, para bien de la patria, este criminal ya no puede maquinar en contra del pueblo colombiano”, aseguró Pinzón.

“Este golpe es una confirmación de lo que hemos dicho: el crimen no paga, la violencia no es el camino; y quiero enviarles un mensaje a todos los miembros de estos grupos ilegales: desmovilícense porque, de lo contrario, terminarán o en una cárcel o en una tumba”, advirtió Santos.

El del viernes fue el segundo gran golpe que el gobierno de Santos propinó a las FARC tras la muerte de su jefe militar, Víctor Suárez Rojas, alias Mono Jojoy, el 23 de septiembre de 2010.

Asimismo, Cano resultó el quinto de los siete miembros del Secretariado (máximo órgano ejecutivo) de las FARC que resultó abatido desde marzo de 2008.

Antes que Cano y Mono Jojoy murieron Luis Devia, alias Raúl Reyes, el 1 de marzo de 2008, en un bombardeo de tropas colombianas a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, y Manuel Muñoz, alias Iván Ríos, dos días después, asesinado por un subalterno que luego reclamó la recompensa ofrecida por el gobierno.

El 26 de marzo de ese año falleció por un ataque cardíaco el Comandante Manuel Marulanda o Tirofijo, el fundador e histórico líder de las FARC, reemplazado precisamente por Cano.

El líder abatido el viernes había nacido en Bogotá el 22 de julio de 1948, en el seno de una familia  clase media alta compuesta por un agrónomo y una profesora, además de seis hermanos. Uno de éstos, Roberto Sáenz Vargas, acaba de ser reelecto concejal de Bogotá por el partido Visionarios, que lidera el alcalde electo, Gustavo Petro.

A fines de los 70, Cano abandonó las Juventudes Comunistas (Juco), un antiguo partido de izquierda, así como la carrera de antropología que cursaba en la Universidad Nacional de Colombia, para integrarse a las FARC.

Cayó preso en 1981 y un año más tarde recuperó la libertad gracias a una amnistía dictada durante el gobierno del presidente Belisario Betancur. de

Una vez en la clandestinidad, Cano escaló rápidamente en la línea de mando de las FARC gracias a su capacidad dialéctica, forjada por convicciones marxistas leninistas, y de la mano de Jacobo Arenas, quien fuera hasta 1990 el máximo ideólogo político del grupo guerrillero.

A la muerte de Arenas, Cano ingresó en el Secretariado y asumió de lleno la línea ideológica y política de la organización.

En 1991 participó den los frustrados diálogos de paz entre el gobierno de César Gaviria y las FARC que se desarrollaron en Caracas en 1991 y en Tlaxcala (México) en 1992.
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Declaración de las FARC-EP     Por: Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Fecha de publicación: 06/11/11
 
Escuchamos de la oligarquía colombiana y sus generales el anuncio oficial de la muerte del Camarada y Comandante Alfonso Cano. Resuenan aún sus alegres carcajadas y sus brindis de entusiasmo. Todas las voces del Establecimiento coinciden en que ello significa el final de la lucha guerrillera en Colombia.
La única realidad que simboliza la caída en combate del camarada Alfonso Cano, es la inmortal resistencia del pueblo colombiano, que prefiere morir antes que vivir de rodillas mendigando. La historia de las luchas de este pueblo está repleta de mártires, de mujeres y de hombres que jamás dieron su brazo a torcer en la búsqueda de la igualdad y la justicia.
No será esta la primera vez que los oprimidos y explotados de Colombia lloran a uno de sus grandes dirigentes. Ni tampoco la primera en que lo reemplazarán con el coraje y la convicción absoluta en la victoria. La paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento.Hay una politica trazada y esa es la que se continuará.
Ha muerto el Camarada y Comandante Alfonso Cano. ha caido el mas ferviente convencido de la necesidad de la solución política y la paz. ¡viva la memoria del comandante Alfonso Cano!
Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP

Montañas de Colombia, 5 de noviembre de 2011.

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Muerte de Alfonso Cano:
     Sin ensoberbecerse y sin menguarse
Siempre fue un hombre de Paz. Obligado por las circunstancias políticas, sociales y económicas a luchar en la arena política con las armas en la mano. Así murió. Postrero homenaje a quien con su vida defendió el derecho del pueblo colombiano a una vida mejor, una vida sin explotadores ni explotados.
Allende La Paz, NotiColombia Press
El pueblo colombiano pierde a uno de los mejores de sus hijos. Un hombre que dió de si lo mejor por el amor que sentía por el pueblo colombiano. Militante de la JUCO y el Partido Comunista Colombiano (PCC), se vió obligado a enguerrillerarse para huir de la persecución del Terrorismo de Estado. Así mantuvo viva la esperanza de Paz en Colombia. Lo acertado de su decisión la vió reflejada en la ejecución extrajudicial de los 5.000 miembros de la Unión Patriótica (U.P.), el único experimento permitido por el estado colombiano de volver a la vida civil de los guerrilleros de las FARC, experimento arrasado hasta su exterminio por la fuerza de las balas y no por la fuerza de la "democracia".
El estado colombiano aplica al pié de la letra las doctrinas guerreristas de los centros de poder imperiales, muchas veces con más sevicia que los propios creadores de ellas. Siempre que el pueblo responde a sus políticas, en vez de encontrar los mecanismos democráticas para resolver los problemas, le recetan más de lo mismo: Guerra, guerra, guerra. Así ha sido desde 1.948. Así ha sido todo el tiempo. La última receta, el Plan Colombia, con sus fases Colombia, Patriota y Consolidacción, apoyada con más de 7.000 millones de dólares de los gobiernos de Estados Unidos, además de Asesores militares y tecnología militar de punta, ha producido muertos y más muertos, regando con sangre inocente los campos de Colombia y sufrimientos indecibles al pueblo colombiano, ya que ningún oligarca cae en la confrontación.
El presidente Santos, su ministro de defensa Pinzón, el estado todo en su conjunto, no deben ensoberbecerse con la muerte del guerrillero Comandante de las FARC-EP; por el contrario, su muerte es una mancha que demuestra cómo la oligarquía colombiana resuelve los problemas de la "democracia", la cual no sabe encontrar caminos de solución diferentes al uso de la violencia, la guerra, la forma más salvaje y última de resolver conflictos. Ello es un ejemplo para los luchadores populares, sindicalistas, estudiantes, mujeres, hombres, políticos de izquierda, etc.
Por su parte, las FARC-EP deberán estar orgullosas de su Comandante en Jefe y no deberían menguarse por su muerte. Entregó la vida por amor al pueblo. Su causa no fue la causa mezquina de la acumulación de riquezas mediante la explotación de sus semejantes. Su vida será ejemplo de dignidad y lucha revolucionarias. Así mueren los revolucionarios. Luchando por un mundo mejor, un mundo con justicia social, sin explotadores ni explotados. Murió en combate. Muerte digna,a pesar de la indignidad de sus asesinos.
Lo que queda al pueblo colombiano es seguir en la lucha por la Nueva Colombia, en paz con justicia social, democracia, libertad, independencia y soberanía nacional. Construyamos entre todos la Colombia en Paz que queremos, contra los guerreristas, en donde quepamos todos los colombianos y en la cual no sean necesarias las armas para dirimir las contradicciones y las diferencias entre nosotros.
Paz en tu tumba, comandante Alfonso Cano!!!
Mataron a uno de los mayores impulsores de la paz
Alfonso Cano, comandante de las FARC, cae asesinado por el Ejército en un ataque aéreo y terrestre en Cauca

Jhon Jairo Salinas
Rebelión

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En operaciones adelantadas en López de Micay, Cauca, las Fuerzas Militares de Colombia en complicidad con la CIA y la DEA, asesinaron al maximo comandante de las Farc, Alfonso Cano.
El máximo líder de las Farc fue asesinado durante un bombardeo que se registró en la tarde del viernes 4 de noviembre. Primeras informaciones castrenses habían adelantado que en un primer bombardeo se reportó la muerte de Patricia, compañera sentimental de Alfonso Cano.
Durante los operativos del Ejército, también fue asesinado su radioperador de confianza, además se lograron la captura de Efraín, jefe de seguridad de Cano. (fuente Taringa)
Cano era antropólogo de profesión y antiguo militante de la Juventud Comunista (Juco) de Colombia, y cursó sus estudios profesionales en la Universidad Nacional, la máxima casa de estudios del país.
El líder rebelde, quien tienia apriximadamente 60 años de edad y cuyo nombre real es Guillermo Sáenz Vargas, era considerado dentro y fuera del grupo guerrillero como una ficha clave en un eventual escenario de negociación política para finalizar el conflicto interno colombiano.
Cano integraba el Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conformado por siete comandantes y dos suplentes.
El 29 de abril de 2000 Cano fue presentado como responsable del Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia, que luego tomó el nombre de Partido Comunista Colombiano Clandestino, conocido como PC3 o PCCC, brazo político de las FARC.
Cano era miembro de una familia bogotana conservadora de clase media alta, su madre era pedagoga y su padre agrónomo que cada domingo iban a misa, y eran vecinos de los integrantes de la junta militar de 1957.
El ideólogo de las FARC se perfiló desde la primaria y la secundaria como un intelectual porque era un "obsesionado con la lectura de libros de política e historia. En historia era el mejor del curso", contó un amigo de la infancia.
El jefe rebelde ingresó a la Universidad Nacional en 1968, en plena efervescencia de la Revolución Cubana, de los movimientos juveniles y estudiantiles de la época y de la Teología de la Liberación, del nacimiento de las FARC y del Ejército de Liberación
Nacional (ELN).
En la universidad estudió Antropología y se obsesionó con la geografía, la música indigenista y los temas del cantante catalán Joan Manuel Serrat, y profundizó en las lecturas políticas y de historia.
Entre 1974 y 1980 intercaló su actividad académica con la vida clandestina que le impuso el ser dirigente de la Juco, brazo juvenil del Partido Comunista.
A finales de la década del 70, Cano fue detenido por la policía y la organización logró que las autoridades lo dejaran en libertad, pero considerando que su dirigente estaba en peligro lo envió a Moscú, a donde enviaba a sus cuadros para formación.
El joven dirigente, sin embargo, nunca llegó a Moscú, donde lo esperaban otros compañeros de militancia política, y a finales de la década de los 70 se enroló a las filas de las FARC y marchó hacia las montañas para integrarse a la lucha armada.
En las FARC adoptó el nombre de Alfonso Cano y rápidamente ascendió por su capacidad política hasta convertirse en uno de los "niños mimados" del fallecido jefe y fundador del grupo Jacobo Arenas, ideólogo histórico de las FARC.
Arenas murió el 10 de agosto de 1990, y su legado de hombre político lo retomó y lo consolidó Cano con el transcurso del tiempo.
"Cano siempre fue la segunda voz, después de Arenas", recordó Alvaro Villarraga, quien lo conoció en la Universidad y luego tuvo una relación con Cano durante las primeras reuniones de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB), que se creó en 1987.
Para Villarraga, en esa época uno de los ideólogos del desmovilizado Ejército Popular de Liberación (EPL) y ahora profesor de Derecho Internacional Humanitario (DIH), Cano siempre manifestaba interés en la salida política negociada al conflicto.
"Valoraba y respetaba las posiciones de las otras organizaciones políticas que integraban la coordinadora guerrillera, era muy unitario", apuntó Villarraga.
Jugó un papel protagónico en la delegación negociadora de paz por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 1991 en Caracas (Venezuela) y Tlaxcala (México) en 1992.
Al fracasar este intento de paz, las FARC entraron a la fase de dar máxima prioridad al componente militar y el protagonismo político pasó a un segundo lugar, lo que afectó la visibilidad de Cano como el político del grupo rebelde.
En el también frustrado proceso de paz 1999-2002 que desarrollaron las FARC y el gobierno del presidente Andrés Pastrana (1998-2002), Cano estuvo apenas en dos o tres ocasiones en las mesas principales de negociación.
"Cano siempre fue pesimista, no creyó mucho en esa negociación", contó una fuente que participó en los diálogos de paz entre las FARC y el gobierno de Pastrana.
 
Samuel Barinas Varela
Corfisocial.
 
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Por: Edgar Rubio Marcano
 Ahí, debajo de la tierra, no estás dormido, hermano, compañero.
Tu corazón oye brotar la primavera, que como tú, soplando irán los vientos.
Aquí, hermano, aquí, sobre la tierra, el alma se nos llena de banderas, que avanzan contra el miedo...venceremos!” Víctor Jara
 
 
El imperialismo y sus lacayos nuevamente están de júbilo. La sonrisa de Santos tras la muerte de Alfonso Cano (como la de Hilary Clinton sobre el cadáver de Khadafi), es parte del festín. Los pueblos, sin embargo, no sonríen. ¿Cómo sonreir, si son nuestros pueblos quienes llevan sobre sus hombros el peso de las grandes calamidades a las que nos ha conducido el capitalismo salvaje, depredador e inhumano?.
El pueblo colombiano, sometido por años a políticas neoliberales y hambreadoras, despojado de sus derechos al estudio y a la salud gratuitas, sofocado por el terrorismo de Estado de gobiernos ligados al narcotráfico y al paramilitarismo, no puede sonreir. Un pueblo con escalofriantes cifras de pobreza e indigencia, no puede estar de júbilo. Un pueblo cuya nación ha sido entregada al imperialismo estadounidense para que instale bases militares y bombardee abiertamente el territorio matando civiles, como parte de una camuflada cruzada antiterrorista que viola su soberanía, no celebrará esta nueva “hazaña” de la oligarquía y sus inmorales militares.

El terror lo siembran ellos y lo seguirán sembrando: el gobierno fascista de Santos apoyado por la Casa Blanca.

Son las razones por las que hombres y mujeres, como Alfonso Cano y los y las camaradas caídos en combate, abrazan la justa causa revolucionaria.

Los y las combatientes mueren. Pero los pueblos continuarán la causa de la liberación, la paz y el socialismo.

¡A nuestros caídos, ni un minuto de silencio, sino toda una vida de combate!

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