Hasta hombres con órdenes de captura estaban encargados de la seguridad en la Empresa Nacional Portuaria‏

Autor del articulo: Proceso Digital

Tegucigalpa – Bruno Fontana, uno de los tres miembros de la Comisión Interventora de la Empresa Nacional Portuaria (ENP), reveló hoy que hombres con órdenes de captura y antecedentes penales eran miembros de la Unidad de Protección Portuaria.

Fontana dijo que además han constatado que muchos de los miembros de esa Unidad, llegaron a sus puestos por recomendaciones políticas.

El presidente, Porfirio Lobo, ordenó en junio pasado la intervención de la ENP, y encomendó el trabajo a una comisión especial integrada por el viceministro de Planificación, Roberto Ordóñez, el técnico Luis Gómez, y el general retirado Bruno Fontana.

Fontana relató que a periodistas que “cuando el puerto es intervenido el 28 de junio y entra la Policía junto con la intervención, se hace una evaluación del personal de la seguridad portuaria y allí se puede detectar más que todo de que mucho personal no reúne las condiciones, principalmente para desempeñarse como miembros de la Unidad de Protección portuaria”.

“Para que tenga usted una idea había algún personal con antecedentes penales e incluso había algunos de ellos con orden de captura, y esto nos dio lugar a nosotros para hacer una evaluación junto con la policía”, declaró.

Informó de que se ha separado al personal que no tiene el adiestramiento o la capacidad para poder ser miembro de la Unidad de Protección Portuaria.

“Se ha tratado de fortalecer la parte de seguridad.

Eso es lo que a nosotros cuidamos a modo de mantener la certificación del puerto y darle la seguridad a los usuarios del puerto, se ha hecho un estudio, se han implementado algunas medidas para poder fortalecerlo, y en eso estamos”.

Recordó que “una vez que el puerto alcanzó la categoría de mega puerto, y tras lo que ocurrió en los Estados Unidos en septiembre de 2001 (con el atentado a las Torres Gemelas), Estados Unidos ha puesto condiciones bien estrictas en los aspectos de seguridad, principalmente por la amenaza que puede en determinado momento ser para ellos, principalmente en el transporte marítimo”.

“La seguridad no es negociable y no tiene que ser politizada”, dijo Fontana, quien reconoció que muchas de las personas que están en el servicio de la Unidad de Protección Portuaria son activistas políticos, y eso es lo que en determinado momento nos ha creado ciertos problemas”.

Fontana dijo que la intervención del puerto se ha dado, más que todo, “para buscar la eficiencia. Buscar la competitividad”, pues, reconoció, Puerto Cortés ha estado por muchos años desfasado en muchas cosas y que requiere de una fuerte inversión en varias áreas.