Todos ellos desaparecieron en circunstancias particulares en varias regiones del país, son el reflejo del poderío que tiene la criminalidad en la nación centroamericana, donde más de 10 personas pierden la vida en situaciones violentas, según cifras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
Las autoridades aseguran que las investigaciones sobre estas raras desapariciones siguen vigentes y sostienen que las indagaciones sobre estos casos son situaciones complejas por que se podría estar frente a las operaciones sofisticadas de criminalidad organizada. Hay evidencia en poder de la Policía, pero no las suficientes para saber ¿Qué fue lo que pasó?
Sin embargo, las familias de estos jóvenes, creen -sin evidencia científica- que ellos podrían estar siendo objeto de redes de tráfico de órganos, trata de personas, persecución y explotación sexual; así lo declaró don Walter a Proceso Digital, padre de Angie Peña, quien no descarta encontrarla con vida y piensa que podría estar siendo víctima abuso sexual.
¿Pero quienes están detrás de estos raptos? Se le consultó al criminólogo Gonzalo Sánchez y analiza que se trata netamente de criminalidad organizada, nacional y transnacional, porque el rapto y secuestro es un negocio lucrativo, que invierte cuantiosas cantidades de dinero para poderse ejecutar y sobre todo para mantener la impunidad sobre los sucesos.
Datos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), indican de 224 personas que desaparecieron durante este año, de las que 151 fueron recuperadas, se tienen pendiente de resolver 73 casos. De esos sucesos 52 son mujeres y 89 hombres. Entre esos casos 20 son niñas y 32 varones menores de 17 años, confirmó una fuente de investigación a Proceso Digital.
Recuento de los hechos
Alberth Centeno, Milton Martínez, Suami Aparicio, Gerardo Róchez, Junior Juárez, Enoc Pérez, Martha Fabiola Matute y Angie Samanta Peña, ocho hondureños que desaparecieron en diferentes escenarios y desde ese momento, no se volvió a saber más de ellos, y sus familias, como la población, aún desconocen ¿Por qué desaparecieron y dónde están?
Los cinco primeros fueron sacados de sus hogares en julio del 2020 por supuestos militares en la comunidad garífuna de Triunfo de la Cruz, en Tela, Atlántida; el caso de Enoc, fue un atropello mucho más violento, el hecho se dio en 2019 cuando el menor vacacionaba en casa de sus abuelos, cuando hombres armados, abrieron fuego para raptarlo. Ahí falleció su abuelo y un tío del menor.
Martha Matute, una joven madre de 31 años, paseaba en una moto acuática junto a su novio en la isla de Roatán, Islas de la Bahía, siempre en el Caribe del país, cuando a eso de las 5:00 de la tarde desapareció, todo sucedió en 2017, pero el caso ha vuelto a ser un tema de interés debido a que en esas mismas circunstancias y en ese lugar desapareció Angie Peña (22).
Y sobre la desaparición de Belkis Suyapa Molina (23) va en camino a reeditar la enigmática historia detrás de Angie Peña, de quien no se tiene información desde el 1 de enero de este 2022. Molina desapareció misteriosamente desde el 21 de julio, por lo que sus familiares y amigos han mediatizado el caso para que no se repita lo mismo.
Angie Peña, desapareció cuando paseaba en una moto acuática en el sector de West Bay, zona exclusiva para el turismo en Roatán, Islas de la Bahía. Sobre este caso se realizaron intensas y extensas búsquedas, hay objetos relacionados a la joven en poder la Policía, pero sin mayores detalles, la principal hipótesis es que se trata de un accidente, la familia lo niega.
La tranquilidad en La Esperanza se interrumpió cuando se conoció la desaparición de Belkis, quien se desempeñaba como empleada de la Cooperativa Mixta Lempira Sur (COMLESUL), ella es originaria de San Francisco, Lempira y desapareció al salir del trabajo hacia su casa, una persona fue capturada y decomisado el vehículo en que se transportaba por la Policía. JP
https://proceso.hn/enoc-martha-angie-belkis-y-lideres-garifunas-habra-respuesta/
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Educación dice que cuatro años no serán suficientes para reparar infraestructura escolar de Honduras
Por:Proceso Digital 7 de agosto de 2022 - 12:42 pm. Tegucigalpa – Edwin
Hernández, viceministro de la Secretaría de Educación, manifestó este
domingo que un período de cuatro años no es suficiente para reparar los
centros educativos dañados en Honduras.Inicialmente dijo en declaraciones a Radio América que actualmente el gobierno tiene intervenidos 717 colegios y escuelas para su respetiva reparación y sobre esas obras dijo es difícil poder cuantificar la inversión que se hará, pero si se trata de fuerte erogación.
“Vamos poco a poco porque estamos en la priorización con centros que tienen urgencia hasta lograr reparar todo el tejido dañado en educación en todos los niveles académicos: prebásica, básica y media”, subrayó Hernández.
Detalló que la intervención de la infraestructura escolar es en Olancho, Intibucá y Santa Bárbara, por ser los departamentos donde el 92% de los centros escolares se encuentran dañados y con su reparación más de 1.5 millones de escolares serán beneficiados.
“Con el daño que dejó la anterior administración no va a ser suficiente un período de gobierno para repararlos, pero eso sí, no estamos evaluando lo que hicieron o dejaron de hacer los otros, sino lo que debemos hacer nosotros y por lo cual fuimos nombrados, que es mejorar el aspecto educativo del país”, concluyó
https://proceso.hn/autoridades-de-educacion-dicen-que-cuatro-anos-no-seran-suficientes-para-reparar-centros-educativos-en-honduras/ Ver más noticias en: https://proceso.hn/category/secciones/nacionales/
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