Subrayó que “estratégicamente” el exmandatario Hernández, colocó en la titularidad del Poder Judicial a Argueta.
“Chinchilla también ha cumplido un papel y esto es porque en las estructuras criminales hay una repartición de roles y esto prácticamente establece que cada quien hacía una cuota del trabajo criminal porque obviamente si se tiene una estructura y se va a dedicar el tráfico de drogas, espera que el Ministerio Público no la investigue, y si esto llega a suceder la CSJ no tenga ningún afán para enjuiciar a dicha estructura”, amplió.
Asimismo, la profesional del Derecho reafirmó que, el exgobernante tenía dos brazos poderosos, por un lado, la mano derecha de la casa de la justicia y por otro la Fiscalía.
De igual forma, Bertrand deliberó que el titular de la CSJ haya aseverado que ha cumplido con su labor cuando “todos sabemos que no es así, y que no ha sido por incompetencia, sino por complicidad y porque ha sido autor intelectual de múltiples abusos”.
Concluyó que la única manera para que los diputados puedan discutir el juicio político es que estos sean investigados por un Ministerio Público (MP), beligerante y una sociedad civil que intervenga activamente, que salga a las calles a exigir que estos abandonen las instituciones que dirigen para poder ser investigados.
“En Honduras el dúo de la impunidad conformado por Óscar Fernando Chinchilla y Rolando Edgardo Argueta; los hombres al frente de la fiscalía general y la Corte Suprema de Justicia (CSJ) han servido como tapadera de la corrupción y narcotráfico.
Asimismo hizo referencia, de los expresidentes y presidentes vinculados y señalados en temas de corrupción y el narcotráfico que “conquistado y capturó el Estado” tanto en el sector público como privado.
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