Ha llegado el fin del laberinto, los bárbaros cercan la ciudad, en minutos la verdadera institucionalidad en Honduras se activó, también la represión, diez comunicados en ascenso pidiendo la renuncia del Reycito, protestas en San Pedro Sula, Tegucigalpa y El Progreso. - Que no haya duda, los ojos azules atacan, allá donde los codiciosos lobistas se llenan de lempiras las bolsas, ya no influyen en nada, “alea iacta est” (la suerte está echada).
Ebalcito el copero, Marvincito el carroñero y Luisito el falso positivo, en una esquina desolada del Altar como buitres tragan sus últimas raciones y, como las Grayas ven el futuro con un solo ojo, entre sombras maquinan ¿Quién será el nuevo dios para adorar? Desde Twitter Ebalcito se hinca al dios del cemento: “ahí estaré”. Juancito llora solo, sabe amarga la copa final, “que ruido hace un hombre que se quiebra en soledad”, dijo el poeta.
Reflexión
EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Los ojos azules, para nuestro continente, siempre significó una mala relación: muerte, robo, atraso, desolación y angustia; Luis Suazo sintió ese terror, transpiró y patéticamente dijo sí con movimiento lento de cabeza viendo hacia ningún lugar; aquel enorme esqueleto envuelto en carnes temblorosas, atónito escuchó –Nuestro gobierno, necesita gestos concretos del suyo, signos de cambio, así funciona la democracia, dígale que le damos una salida honrosa, que renuncie– sentenciaron aquellos fuertes ojos azules de un rubio que no bromea. Mirando a través de la escotilla del avión, de regreso a esta tierra de “Piedradura” el pequeño Luis balbuceaba: “Que renuncie…” con añoranza recuerda aquellos días de crear escenas falsas con banderitas de partiditos contrarios, aaah, que días aquellos de falsos positivos; hoy el teatro se lo montan a él. Y duele… cuanto duele.
La enorme figura cruza el umbral de la puerta de roble, no hay risas, ni narcocorridos que alegren el ambiente, alguien lo espera. –Señor presidente, señor presidente… me contaron que se vacunó ¿Qué tal está? -Luis, dejate de pajas ¿Qué es tan importante que me tenés que decir cara a cara? ¿Qué quieren esos gringos? –Mi señor, le juro que hice lo imposible, pero los lobistas no me quieren atender y esto que los tenemos bien pagados, soy como leproso, mientras los ojos se tornan acuosos. -¡Qué putas quieren Luis!- quieren que renuncie señor, que se vaya después de las internas, tiene 120 días. El salón se había vaciado, el eco de los pasos hacia el bar retumbaba como el tic tac del reloj que marca la hora prometida, donde las brujas toman café y los idiotas se despiden sin hallar la salida.
Y nunca sé es menos hombre que cuando se grita que sé es hombre, lo que brilla con luz propia sólo brilla. –¡Yo mando! ¡Yo soy presidente! ¡Yo soy Rey! ¡Yo les he servido! Traicioné y extradité a los míos por ellos ¡No me voy del poder! Es una venganza contra mí, no pienso renunciar, no pienso renunciar… no pienso…- Ebalcito el copero, Marvincito el carroñero y Luisito el falso positivo, en alguna esquina desolada del Altar, como buitres que engullen las últimas raciones de carroña, y como las Grayas viendo el futuro con un solo ojo, maquinan entre sombras cual será el siguiente paso ¿Quién será el nuevo dios para adorar? Desde Twitter Ebalcito se le hinca al dios del cemento y dice: “ahí estaré”. Juancito llora solo, amargamente, sabe fea la última copa. “Que ruido hace un hombre que se quiebra en soledad”, dijo el poeta.
Pero las tres brujas deben tejer la red, llamar a sus medios (robustamente engordados con fondos públicos) “Fiscales mienten”, rotula rápidamente la televisión; “Fiscales mienten”, se llenan los dedos de tinta en una vieja imprenta acostumbrada a las andadas descubiertas de Luisito; y desde la radio, una voz cavernosa: “Fiscales mienten”. Palabras clave: “llave mágica”, “extradición” y “no soy narco” y manden esas matrices de psicología de masas a las redes. Seamos tendencia, Inunden todo medio ¡Ellos no están fuera de esta mierda! ¡No se mandan solos! hablen con nuestros amigos, muevan nuestros periodistas, ya están advertidos, la lista está en manos de la Corte y en quienes deben tenerla.
Corre, corre el pobre Marvincito atragantándose con su propia hiel y baba a llamar a los foros y gime que no le saquen a su dios proveedor –Renato sonríe con lástima, viendo aquel despojo de hombre-; Luisito el más vivo, habla de los gringos con algodones, papo no es, y a Ebalcito, el peor de todos, le escupen todas las verdades en la cara, lo que a un ser humano que se respeta así mismo por dignidad, quebraría, indignaría su orgullo hasta ruborizarse, pero el Copero es indiferente, solamente observa como el olfato que después de un tiempo se acostumbra y ya no siente la peor hediondez de crematorio, y con la habilidad más increíble del que tiene horchata en las venas dice: “Fiscales mienten”. Lo sentimos ¿les destruimos la matriz de comunicación? ¡Awww cositas cariños! Lo que pasa es que nosotros si estudiamos, no estábamos con licras ni haciendo tik tok en redes sociales o recibiendo dinero sin trabajar, son casi 80 los comunicadores atrapados y sin salida (no son periodistas), pero compas, sobreviven como pueden. Entendemos. (Enciendo un cigarro viendo el horizonte, cruzo la noche y pienso en ustedes mientras oigo “In My Place” y “Fix You” de Coldplay, se siente nostalgia en nuestra Patria compañeros).
¡Saquen la carpa! El circo ha vuelto al pueblo y como todo lo que ha hecho este gobierno, de la nada una improvisada conferencia de prensa desde el Congreso ¿para decir qué tiene el apoyo de los diputados hondureños? ¡Puff! Eso no funciona, un discurso por momentos con acento alterado con amenazas hechas aquí y cumplidas en San Pedro Sula, palabras vacías para los nacionales e inútiles para los extranjeros ¿Dónde estaba Oliva, amiguito? ¿también te abandonó? Un hemiciclo vacío, con tres militares pelones, sin bancada de oposición, parece que la “llave mágica” pesa más, que una banda presidencial ganada sobre los cadáveres de decenas de hondureños (Según la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos en Honduras, no lo digo yo) ¿Cuán desprestigiado se tiene que estar, para pelear tu verdad con la de un delincuente confeso? Las butacas solas, el ambiente sórdido, era más alegre entrar adonde “Chinda Díaz” a comer un tamal o a tomar un calambre adonde el golpista de “Tito Aguacate” que, según contó el querido poeta Florián que acaba de morir, lo golpeó el dueño porque entró a vender EL LIBERTADOR. Los favores nunca se olvidan, no hay gratis, por cierto.
Ha llegado el fin del camino, los bárbaros rodean la ciudad, en cuestión de minutos la verdadera institucionalidad en Honduras se activó, diez comunicados en ascenso saltaron pidiendo la renuncia del Reycito, también volvió la represión, manifestaciones en San Pedro Sula, Tegucigalpa y el Progreso. Para que no quede duda los ojos azules atacan, allá donde los lempiras, por ahora, no pueden hacer nada en los dominios de Biden, donde el fusil de chafita no alcanza, donde no hay influencia posible, allá donde Luisito falló, introducen una iniciativa para quitarle los bienes a Juancito, eliminarle la visa, sin mencionar el desprestigio mundial (más portada gratuitas ¡yeah!) ¡Ni modo!
El fiscal general, Oscar Chinchilla, posiblemente espere la orden del norte para comenzar a actuar, quizá olvidó el rumbo de quiénes pagan ese mega sueldo que tiene usted y sus otros familiares (más de 500 mil al mes), pero le recuerdo, si esto empeora, si no hay elecciones y si un hondureño muere porque un bruto cree que el Estado es su establo o laboratorio personal (no de vacunas), será su culpa. Insubordinado ¡Se le ordena proceda! Ya sabe que debe hacer. El poder siempre es peligroso, atrae a los peores y corrompe a los mejores, la decadencia se adueñó de la política, el crimen de los fondos públicos y los tarados de Temis, den gracias que hasta hoy el hondureño espera que la justicia venga de los gringos, entiende que ellos tienen sus propios intereses y también que esta noche aún no es su tiempo.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/2727-honduras-el-funeral-del-reycito-llave-magica-y-las-tres-brujas-del-mal
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