Por Riccy Ponce -

Las personas que salieron en busca de
alimentos o medicamentos para su familia, se encontraron con la
brutalidad policial, que no preguntaba que emergencia los hizo salir de
sus casas, si no que cometían todo tipo de torturas en contra de la
humanidad de las personas.
Los cuerpos represores del estado
incluso no respetaron a las persona que podían circular mediante el
último digito de la tarjeta de identidad, tal es el caso de los
hermanos Amaya.
Imágenes que muestran las agresiones contra Heydi y Roberto Amaya, por la policía en Campamento, Olancho.
Nueve agentes de la Policía Nacional
atacaron y encarcelaron a Heidy y Roberto Amaya, el 20 de mayo en el
municipio de Campamento, Olancho, exponiendo su integridad personal y
sicológica tras la golpiza y palabras obscenas, especialmente contra
ella.
Y es que aprovechado que era su día de
circulación, según el calendario difundido por Jair Meza, vocero de la
Policía Nacional de Honduras (PNH), el domingo 17 de mayo, Heydi podía
circular el miércoles 20, para hacer gestiones personales en el centro
del pueblo, entonces le pidió a su hermano Roberto que la acompañara.
Al llegar a primer retén, muy cerca de
su casa, ella le explicó a la policía municipal y militares, que era su
día de circulación, pero que le pidió a su hermano que la transportara
en su vehículo, aunque a él no le correspondía según su digito. Los
dejaron avanzar sin ningún problema.
El retorno fue rápido. Cuando circulaban
frente a la posta dos agentes de la Policía Nacional los detuvieron,
ella volvió a dar la misma explicación sin ser escuchada. Por los que
los agentes procedieron a detenerlos y a agredirlos, dejándoles moretes
en sus cuerpos.
En ese mismo departamento, pero en la
comunidad de Campanario en el municipio Guarizama, Miguel Padilla fue
víctima de torturas por parte de elementos de la Policía Militar del
Orden Público a vista y paciencia de la Policía Nacional.
El hechos ocurrieron cuando Miguel
Padilla llegó al lugar donde se estaba realizando un culto para recoger a
su esposa, encontrándose con la sorpresa que se llevaban a su cuñado
detenido, sin ninguna razón, y al consultar el motivo, lo detuvieron
también a él, ensañándose al mismo tiempo al darle golpes sin piedad,
en una clara violación a los derechos humanos.
El joven padre de tres hijos, ha estado
recuperándose de la brutal golpiza que le dieron los cuerpos represores
del estado, y ha quedado con problemas graves en la columna, debido a
los golpes.
A pesar de las denuncias que se han
hecho, no se ha realizado ninguna acción en contra de los miembros
policiales que lo atacaron, por lo que Miguel Padilla tiene miedo a
represalias en su contra.
En ese mismo departamento, pero en la
comunidad de Campanario en el municipio Guarizama, Miguel Padilla fue
víctima de torturas por parte de elementos de la Policía Militar del
Orden Público a vista y paciencia de la Policía Nacional.
El hechos ocurrieron cuando Miguel
Padilla llegó al lugar donde se estaba realizando un culto para recoger a
su esposa, encontrándose con la sorpresa que se llevaban a su cuñado
detenido, sin ninguna razón, y al consultar el motivo, lo detuvieron
también a él, ensañándose al mismo tiempo al darle golpes sin piedad,
en una clara violación a los derechos humanos.
El joven padre de tres hijos, ha estado
recuperándose de la brutal golpiza que le dieron los cuerpos represores
del estado, y ha quedado con problemas graves en la columna, debido a
los golpes.
A pesar de las denuncias que se han
hecho, no se ha realizado ninguna acción en contra de los miembros
policiales que lo atacaron, por lo que Miguel Padilla tiene miedo a
represalias en su contra.
Otro de los hechos que más ha
consternado en el municipio de San Esteban, Olancho, fue el asesinato
del joven Riner Argueta Oliva de 38 años de edad, a manos de elementos
del escuadrón Tigres y la Policía Nacional.
Arqueta Oliva salió de su casa hacia su
trabajo sin imaginar que no llegaría a su destino, ya que en el desvío
que va hacia la comunidad de Corral Viejo, un retén que aún no se
colocaba en el lugar, lo impediría al dispararle, quitándole la vida.
Adrián Argueta, hermano de la víctima,
dijo que su pariente salió tempranito para ir a trabajar a la propiedad
que tiene y que los policiales acostumbran a poner un retén en el
desvío que va hacia la comunidad de Corral Viejo, y hay testigos que
dicen que ellos le hicieron señal de parada cuando ni siquiera habían
colocado los conos.
A eso de las 4:00 de la mañana, después
de más de dos horas de haberse cometido el hecho, según versiones que
se maneja en torno a este caso que dejó enlutado a una familia y
consternado a todo un pueblo, los oficiales se fueron a entregar, pero
no lo hicieron todos.
El oficial de apellido Corea que señalan
de haber disparado anda libre, y según se conoció quiere declarar como
testigo de los oficiales Elmer Alexis Castellanos, Melvin Murillo
González, Ruperto Antonio Rodríguez y Alex Manrique Andara Vallecillo,
quienes luego de celebrarse la audiencia de declaración de imputados,
se les dictó prisión preventiva.
La familia de Riner Argueta Oliva exige
justicia por el vil asesinato de su pariente y su deseo es que estos
hechos tan lamentables no se sigan cometiendo, ya que la policía en la
zona, en vez de dar seguridad, causa temor a la población.
Otra de las violaciones a derechos
humanos contra la población se registró en el Valle de Jamastrán, donde
elementos policiales golpeaban brutalmente a César Arnulfo Blandón
Merlo.
Las torturas se dieron a conocer por
videos que circularon en redes sociales y por el monitoreo que realiza
la Red de Defensores/as y Comunicadores/as Sociales de El Paraíso,
acompañada por el Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos en
Honduras (COFADEH).
El dolor que César expresa en el video,
aún se escucha en su tono de voz, la golpiza le dejó fracturas es una
costilla, malestar en la cabeza y un brazo descompuesto, según relató su
madre, la dirigenta comunitaria, Bienvenida Merlo.
El hecho ocurrió el sábado 9 de mayo, en el Valle de Jamastrán, departamento del El Paraíso.
Así mismo el joven Noé Alexander
Velázquez López fue agredido en pleno centro de la ciudad de Danli, El
Paraíso, cuando salía a ganarse la vida, vendiendo aparatos para
celulares.
Noé es uno de los muchos hondureños que
no tiene un trabajo fijo y que vive del negocio informal, y es una
muestra clara que el quédate en casa no es lo mismo para todos.
Son muchas las personas que salen día a
día, exponiéndose no solo al coronavirus sino también a las fuerzas
represoras del estado, que cometen violación tras violaciones a los
derechos humanos contra el pueblo, que solo trata de sobrevivir y
protegerse del virus y controlar el hambre.
Noé fue detenido y agredido físicamente por elementos de la Policía Nacional, según informó su hermano al COFADEH.
Del oriente nos trasladamos al norte,
donde la Policía Nacional también demostró su brutalidad y que obedece a
un régimen, asesinando al joven Marvin Alvarado y hiriendo a uno de
sus hermanos, el hecho sucedió el 24 de abril cuando dos agentes de la
Policía Militar del Orden Público, asesinaron a Marvin Alvarado en la
comunidad de El Paraíso, Omoa, Cortés.
Mientras que Ronald Alvarado y Arturo
Alvarado, hermanos de la víctima, fueron brutalmente golpeados, uno de
ellos también resultó con heridas de bala por lo que fue trasladado al
hospital y al ser dado de alta, fue detenido por la policía, junto a su
hermano, según circuló en medios locales.
Los hermanos regresaban de trabajar,
pues se dedican a vender pan y de regreso se encontraron con el ataque
policial y con la muerte de su hermano, tras una clara violación a los
derechos Humanos por parte de los cuerpos represores del estado. A pesar
de que les asesinaron un hermano e hirieron otro, ellos fueron los
criminalizados y no los oficiales que cometieron el hecho.
En Santa Bárbara, otro de los
departamentos donde las violaciones a los derechos humanos por parte
de agentes policiales no ha parado, como muestra de ello es que
agentes de la Policía Nacional y la Dirección Policial de
Investigaciones (DPI) dieron captura a 10 líderes comunitarios y a tres
comunicadores sociales.
Según denunció ante el Comité de
Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), el
periodista Edgardo Guzmán, del canal Patepluma TVHD, los responsables de
la detención están al mando de un oficial de apellido Álvarez, quienes
agredieron a un grupo de ciudadanos que abogaban por el paso de pequeños
productores por un retén impuesto por vecinos.
Los ciudadanos capturados son líderes
comunitarios y periodistas. La lucha era para que los encargados del
retén dieran paso a pequeños agricultores que solo buscan vender su
producto, y como era día de movilización para un segmento de la
población, la gente quería hacer movimientos bancarios y comprar
alimentos y volver a sus casas.
Otro de los casos en ese mismo
departamento fue el de Oscar Machado que fue agredido por la policía
cuando se encontraba en un retén de bioseguridad en la comunidad de Peña
Blanca, El Mochito, Santa Bárbara.
Según informaron al COFADEH, los
policías llegaron al retén y uno de ellos se dirigió al joven Oscar
Machado, quien al ver que llegó la policía se puso a grabar y a
transmitir en vivo en Facebook cuando llegó la patrulla, e
inmediatamente lo agarró a patadas en el brazo y en el codo, con la
intención de votarle el teléfono, pero como no lo logró le pegó una
manotada en la cara para que lo soltara, al ver que no tuvo éxito, lo
arrinconó en la patrulla para que así lo soltara.
En otra clara violación a los derechos
humanos fue lo que pasó en Choluteca donde la Red de Defensores y
Defensoras de Derechos Humanos (REDHESUR), alertó al Comité de
Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), que el
gerente de Metro Tv, Alejandro Aguilar y Cynthia Mcyerith, reportera de
TVS y sus compañeros camarógrafos. fueron agredidos física y verbalmente
por los uniformados que lanzaron bombas lacrimógenas y patadas contra
los trabajadores de la comunicación.
La indignación popular acrecentó contra
la acción policial, porque destruyeron las unidades de transporte, cuyos
motoristas tienen más de tres meses sin generar ningún tipo de ingreso,
tras la orden de toque de queda por ordenanza municipal el 16 de marzo,
y reforzado por el Decreto Ejecutivo PCM 021-2020, para evitar la
propagación de COVID-19.
Dos hermanos fueron arrestados y
golpeados por policía en la comunidad de Pavana, a 21 kilómetros de la
ciudad de Choluteca, al sur del país, el pasado 4 de mayo.
La madre de los jóvenes José Dolores
Rodríguez y Jaime Enrique Álvarez, denunció ante el Comité de Familiares
de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh), que la policía los
llevó supuestamente por violentar el toque de queda, según el Decreto
Ejecutivo PCM 021-2020.
Cabe señalar que los cuerpos represores
del estado han demostrado la brutalidad policial con la que tratan a
la población que sale a la calle por necesidad, para buscar alimentos,
medicamentos o hasta trabajar para lograr mantener a su familia.
La mayoría de estos casos están en total
impunidad porque no se ha castigado a los oficiales responsables,
tanto de los asesinatos que han cometido como de las agresiones y la
brutalidad con la que han atacado al pueblo.
Estas y otras violaciones a los derechos
humanos, el COFADEH las ha denunciado a nivel nacional e
internacional, y están reflejadas en el II Informe que publicó
titulado “Del Mitch al Golpe y de la Pandemia al Autoritarismo contra
los Derechos Humanos”.
https://defensoresenlinea.com/violaciones-a-dd-hh-cometidas-por-represores-del-estado-continuan-sin-castigo/
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