domingo, 26 de agosto de 2018

La sequía en Centroamérica amenaza la seguridad alimentaria de 2 millones de personas // Central America: drought, resulting crop losses threaten food security of two million people, UN warns

NOTICIAS ONU
Al menos 2 millones de personas han estado en situación de inseguridad alimentaria en el Corredor Seco de Centroamérica debido a sequías consecutivas en los pasados 4 años. Foto: FAO.
La situación afecta principalmente a las comunidades rurales y podría agravarse con la aparición del fenómeno “El niño” a finales de año. El maíz y los frijoles son los productos más afectados
La sequía que sufre América Central ha provocado graves pérdidas en las cosechas de Guatemala, El Salvador y Honduras, amenazando la seguridad alimentaria de más de dos millones de personas vulnerables, según alertaron este jueves la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

                        Además, advirtieron que la precaria situación alimentaria de las comunidades rurales desprotegidas podría empeorar si se produce la posible llegada del fenómeno El Niño a finales de año.

Los principales causantes de estas pérdidas fueron las precipitaciones por debajo de la media registradas durante los meses de junio y julio, y el estado de sequía por encima del promedio, que afectaron a la producción del inicial y principal ciclo de cultivo, conocido como “la primera”.
Maíz y frijoles, los productos más afectados

Los cultivos más afectados por la sequía son el maíz y los frijoles con pérdidas en 281.000 hectáreas. Ambas agencias alertaron que la seguridad alimentaria de 2,1 millones de personas depende de ambos alimentos.

El gobierno de Honduras declaró en agosto el estado de emergencia en el Corredor Seco, donde se estima que se ha perdido el 82% de las cosechas de maíz y frijol, mientras que el gobierno de El Salvador declaró una alerta roja en julio.

La pérdida de las cosechas ya sea total o parcial, causa que los agricultores de subsistencia y sus familias no puedan acumular provisiones para los próximos meses.
ciclo que se lleva a cabo en noviembre y es conocido como “la postrera”.

El fenómeno El Niño como elemento desestabilizador
Según el Instituto de Investigación Internacional de Clima y Sociedad/Centro de Predicciones Climáticas (IRI/CPC), existe un 60% de probabilidades de que se registre un nuevo fenómeno El Niño entre septiembre y diciembre de 2018.

El representante regional de la FAO, Julio Berdegué, destacó como urgente “mejorar la resiliencia climática de los habitantes de Centroamérica, especialmente en zonas como el Corredor Seco”.
 Añadió estar especialmente preocupado “por el efecto de esta nueva sequía sobre la migración, en un contexto internacional que restringe el movimiento de miles de personas que, en sus localidades, tendrán una gran dificultad para asegurar el sustento de sus familias”.

Apoyo de la FAO y el PMA a los países afectados
Tras las sequías padecidas en los años 2014 y 2015, el PMA proporcionó asistencia alimentaria a miles de personas en comunidades vulnerables del Corredor Seco.
Entre las principales tareas realizadas se destacan la conservación de suelo y el agua y mejores prácticas agrícolas y capacitación para hacer frente a los fenómenos naturales, entre otras.

Por su parte, la FAO impulsó un programa para reforzar la resiliencia ante el riesgo de desastres en Corredor Seco y colabora con los países afectados por la sequía en la elaboración de proyectos y programas que presentarán al Fondo Verde para el Clima.

Propuestas para mitigar los impactos de la sequía
  • Analizar el impacto de los ciclos agrícolas de 2018 en el precio de los alimentos básicos.
  • Evaluar la seguridad alimentaria de las comunidades en el Corredor Seco una vez finalice la cosecha de “la primera” y se inicie “la postrera”.
  • Apoyar a los gobiernos a establecer sistemas de seguimiento de la situación de la producción agrícola y la seguridad alimentaria.
  • Alcanzar acuerdos que permitan la migración temporal regular, segura y ordenada de personas de las comunidades rurales más afectadas por la sequía.
  • Movilizar recursos para ampliar los sistemas de cosecha y almacenamiento de agua de lluvias para reducir el impacto de futuras sequías.
https://news.un.org/es/story/2018/08/1440262 

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Central America: drought, resulting crop losses threaten food security of two million people, UN warns
 
WFP/Francisco Fion Small-scale family farmers and rural communities in Central America's 'dry corridor' are highly vulnerable to drought and other extreme weather events.
Recent drought has led to the loss of some 280,000 hectares of beans and maize in Guatemala, El Salvador and Honduras, potentially affecting the food and nutrition situation of more than two million people, two United Nations agencies warned on Friday.

The UN Food and Agriculture Organization (FAO) and the World Food Programme (WFP) are concerned by the fact that the months of June and July saw “lower-than-average rainfall” and “drier-than-average conditions”, which affected the first and principal crop cycle in Central America, known as the primera.
“Just when rural communities were recovering from the 2014 drought and the El Niño phenomenon of 2015 – the strongest recorded in recent history – a new drought is affecting the most vulnerable again,” said Miguel Barreto, WFP Regional Director for America and the Caribbean.
Maize and beans, main food staples in the region, have been the crops most-affected by the drought, according to the governments of Guatemala, El Salvador and Honduras, which reported losses of 281,000 hectares of these crops, on which the food and nutrition security of much of their populations depend.

These losses will increase the cost of these foods for the entire population.
The UN agencies warn that this may be compounded by the possible arrival of an El Niño by the end of the year, which could worsen the already “precarious” food and nutrition security situation of vulnerable rural communities in the region.
“Total or partial loss of crops means that subsistence farmers and their families will not have enough food to eat or sell in coming months,” read the joint statement released on Friday.

The Honduran Government declared the emergency this month, while the Government of El Salvador declared a red alert in July.

The second crop cycle – known as the postrera – which usually makes up for the deficiencies of the first harvest, takes place in November, but the UN agencies warned that “even if El Niño turns out to be a weak one, it will have a significant impact on the outcome of the second harvest”.
“With the support of the international community, we have worked together with the governments and rural communities… to help them become more resilient to extreme climatic variations, but we need to redouble our efforts and reach more rural communities,” explained WFP’s Miguel Barreto added.

After what happened in 2014 and 2015, humanitarian organizations provided food assistance to thousands of people in vulnerable communities in the region, to improve food security and strengthen resilience at family, community and institutional level. These activities included the conservation of soil and water, better agricultural practices and training to deal with natural disasters, as well as the strengthening of monitoring systems for food and nutrition security.
“It is urgent to improve the climate resilience of the inhabitants of Central America,” said the FAO Regional Representative, Julio Berdegué. “We are particularly concerned about the effect of this new drought on migration, in an international context that restricts the movement of thousands of people who, in their localities, will have great difficulty in securing the livelihood of their families,” he added.

To mitigate the risks this year, FAO and WFP, in close collaboration with governments and partners, plan to closely monitor the impact of the drought on the price of staple foods; develop analysis on the food and nutritional security of the most vulnerable; work on agreements to allow the regulated, safe and orderly temporary migration of people from the rural communities most affected by the drought; and mobilize resources to scale rainwater harvesting and storage systems and reduce the impact of future droughts.

https://news.un.org/en/story/2018/08/1017712
 

 

 

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