martes, 15 de agosto de 2017

Honduras: ¿Es la MACCIH una estafa anunciada?

    “Todo engaña menos lo que está a la vista”
             
             Francisco de Quevedo
Por Oscar Miguel Marroquín              
Quizá sea oportuno, poner en contexto algunos antecedentes sobre el tema de corrupción ocurridos dentro y fuera de Honduras, para que quienes integran la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras MACCIH, sepan que existen presunciones de sobra para dejar de creer que un funcionario de tercera categoría es el principal cabecilla de la corrupción en Honduras.



Hace un par de años el gobierno salvadoreño tomo la decisión de luchar contra la corrupción y la impunidad; valga aclarar que, para llevar a cabo esta labor, no se necesitó recurrir a la Organización de Estados Americanos OEA, solamente fue necesaria, la decisión de hacer prevalecer el Estado de derecho, en palabras más populares, aplicar el peso de las leyes existentes a quienes valiéndose de sus cargos han cometido algún delito.

En poco tiempo los ex presidentes Francisco Flores Pérez (1999-2004) y Elías Antonio Saca (2004-2009), ambos del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) fueron sentados en el banquillo de los acusados como principales cabecillas de redes de corrupción; el primero fue acusado de apropiarse de 15 millones de dólares producto de una donación internacional; el segundo ex presidente en mención desvió del Estado salvadoreño unos 250 millones de dólares a cuentas personales y la de sus cómplices.

Un elemento a destacar en el caso de los ex presidentes salvadoreños es que ambos actuaron en compañía de de sus principales colaboradores, lo cual hace pensar, que los grandes actos de corrupción no son encabezados por funcionarios de tercera categoría, como lo quiere hacer creer la MACCIH en Honduras, si no por los propios presidentes que tienen generalmente el control absoluto de todas las instituciones del Estado, esto obviamente, les permite evitar cualquier intento o posibilidad de investigación.

Afortunadamente existen otros casos similares como los de El Salvador, que dan fuerza indiscutible a nuestro argumento; en Guatemala el principal cabecilla de la corrupción es el ex presidente Otto Pérez Molina; en Costa Rica los ex presidentes José María Figueres, Miguel Ángel Rodrigues (este fue secretario general de la OEA) y Rafael Ángel Calderón; en Panamá el ex presidente Ricardo Martinelli; en Perú el ex presidente Ollanta Humala.

Sobre los casos arriba señalados, es conveniente anotar lo siguiente, la compra de bienes raíces fuera o dentro de sus respectivos países, se ha convertido prácticamente una regla de oro en los corruptos, de ahí que, para no ser la excepción, el ex presidente Saca se compró una “casita” valorada en 2.1 millones de dólares en suelo salvadoreño, se cree que adquirió estas y otras propiedades con el dinero desfalcado al Estado.
Como el caso de Antonio Saca existen otros en toda en América Latina, por ejemplo, la “honorable” esposa del actual presidente de México se compró un “apartamentito” en Key Biscayne en el Estado de Florida cuyo costo es de dos millones de dólares;
curiosamente también la esposa del actual presidente de Honduras Juan Orlando Hernández, compro una “casita” en Cooper City del Estado de Florida valorada en unos dos millones de dólares
 y; el ex presidente de peruano Ollanta Humala y su esposa han sido acusados de haber comprado propiedades con dinero de la corrupción.

Por si fuera poco, el ex presidente hondureño Porfirio Lobo Sosa y su esposa Rosa Elena Bonilla también forman parte de la inmensa lista de mandatarios que con “enormes sacrificios” compran sus millonarias casitas en la Florida, en el 2014 Porfirio Lobo y esposa adquirieron una propiedad en Doral Breeze Estado de Florida a un costo de 603,725 dólares , la compra fue realizada meses antes que Lobo entregara la presidencia; también el ex Ministro de Defensa de Honduras Marlon Pascua compro una propiedad en Pinecrest, condado de Miami; pero pese a lo anterior, la MACCIH prefiere seguir ignorando todas aquellas pistas que podrían ayudar a esclarecer quienes son los directores intelectuales de la corrupción en Honduras.

Cabe considerar que, fue el gobierno de Porfirio Lobo quien firmo la Alianza de Gobiernos Abiertos, promovida por el ex presidente Barak Obama de los Estados Unidos; “esta iniciativa tiene como eje transversal los registros y las declaraciones patrimoniales de los altos funcionarios del Estado, pero en la práctica este pacto no se ha cumplido en Honduras porque sigue habiendo restricciones oficiales y legales para acceder a datos sobre los bienes y posesiones materiales de los servidores del Estado” así lo señala la página digital E&N.

Mientras tanto, la agencia de noticias independiente ProPublica y el Centro Stabile de Periodismo Investigativo de la Universidad de Columbia han rebelado que muchos presidentes y funcionarios huyen hacia la Florida para buscar refugio personal y fiscal para sus fortunas, además, compran en este lugar bienes raíces; quizá este otro elemento podría haberle servido a la MACCIH para realizar una verdadera investigación en el caso de la gigantesca corrupción en Honduras.

Sin embargo, la MACCIH se ha empeñado en hacer creer que el principal cabecilla de la red de corrupción dentro del IHSS es Mario Zelaya, tal versión coloca a esta comisión en una situación bastante engorrosa; primero porque esta comisión no ha sido un actor relevante en la investigación de este caso y, segundo porque es vergonzoso que a pesar de contar con fondos millonarios esta comisión no esté cumpliendo con su cometido.

Con lo actuado hasta hoy, no cabe duda que la MACCIH se ha convertido en una especie de estafa para los países que han aportado económicamente, para que esta misión ejecute una tarea específica: CONTRIBUIR AL COMBATE CONTRA LA CORRUPCION Y LA IMPUNIDAD; pero los hechos hablan por sí solos.
                         

De igual manera, podemos argumentar que la MACCIH ha estafado éticamente al pueblo hondureño, pues el convenio firmado entre el gobierno y la OEA no es necesariamente un compromiso con Juan Orlando Hernández, sino con el pueblo, que es en todo caso el que ha sufrido en carne propia los devastadores efectos de la corrupción y la impunidad, pero desgraciadamente tal compromiso no ha sido cumplido.

Nuestra aseveración, tiene como fundamento el hecho de que la MACCIH no ha hecho nada por
investigar la presunta participación del presidente Juan Orlando Hernández y el Partido Nacional en este millonario robo; por el contrario, la MACCIH se ha convertido en una especie de vocero internacional del presidente, repitiendo una y otra vez que el mayor implicado en este caso es Mario Zelaya.

Las endebles afirmaciones de la MACCIH sobre Mario Zelaya, se rompen en mil pedazos si traemos a cuenta que fue el propio Juan Orlando quien manifestó que su partido (Partido Nacional) tenía que devolver todo el dinero que había recibió como producto del desfalco del IHSS para financiar su campaña, esto significa que Mario Zelaya recibió órdenes superiores para desviar fondos del IHSS al partido político en mención.

Es obvio, que el presidente Hernández ante el destape de semejante acto de corrupción, no tuvo otra opción más que la de aceptar que su campaña fue financiada con dinero ilícito, además, sabía perfectamente que, de no hacerlo de esa manera, sus aspiraciones para quedarse por cuatro años más en el poder, podrían venirse abajo, en pocas palabras, con la supuesta devolución todo quedo finiquitado y el Ministerio Publico ya no tenía causa que perseguir.
                           

Además, no comprendemos, por qué la MACCIH se niega a investigar a Juan Orlando y al Partido Nacional, si el ex presidente Porfirio Lobo Sosa declaro a La Prensa de Honduras con fecha 19 de Julio de 2014, que en su gobierno no ignoraban lo que ocurría en el IHSS, pero que no lo hicieron público porque venían las elecciones y era necesario “consolidar la democracia”.

En otras palabras, existen pistas de sobra que suponen que Juan Orlando y el Partido Nacional pudieron tener fuertes vinculaciones con este caso; sin embargo, creemos que por más argumentos o pistas que existan, la MACCIH no tiene absolutamente ninguna voluntad para llegar hasta los verdaderos directores intelectuales de la corrupción en el IHSS y otras instituciones estatales.

En conclusión, la millonaria fortuna adquirida por esta Comisión y, que fue donada por parte de Estados Unidos, Alemania, Suiza, Unión Europea y otros países ha servido únicamente para que esta comisión le anuncie al pueblo hondureño que la condena de Mario Zelaya es un hecho histórico para el país; juzgue usted si esto es o no: UNA ESTAFA ANUNCIADA.



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